Portugal es un sueño del que todos estamos enamorados. Y en Casa dos Cogumelos, ese sueño se embellece hasta límites insospechados. “No hay vecinos cercanos. La propiedad está situada entre la montaña y el mar, sin otras casas alrededor. Se encuentra completamente rodeada de naturaleza: árboles, arbustos, rocas y la playa de arena al frente. No hay mejor lugar para relajarse, leer un libro y pasar unos días tranquilos”, cuentan sus dueños.
Ese arenal ideal frente al Atlántico cuenta con una ventaja inesperada y muy perseguida en un lugar como Portugal, donde no existen playas privadas: será solo para ti. Al menos, en la práctica, pues pese a que la casa cuenta con salida directa a este espacio natural, para llegar desde cualquier otro lugar hay que andar durante unos 20 minutos, de manera que no son muchos los que se aventuran a tomar el camino.
“Hay un acceso directo a la playa a través de unas escaleras construidas en la roca. ¡A menos de cinco minutos de la casa podrás tener los pies en la arena!”, cuentan los dueños de esta vivienda de los 60, escenario durante décadas de reuniones familiares, celebraciones festivas, bodas y valiosos instantes de alegría y reflexión.
Este emplazamiento privilegiado hace que Casa dos Cogumelos cuente con lo que sus propietarios consideran “algunas de las mejores vistas al océano del mundo”. ¿La razón? La propiedad está situada en Cabo Mondego, por lo que cuenta con unas panorámicas del océano que abarcan más de 180º. Por detrás, las montañas cautivan asimismo con sus peculiares formaciones rocosas, mientras que a tu alrededor se extiende un precioso jardín con barbacoa y ducha de agua caliente, con rincones perfectos para jugar, leer, tomar el sol o, simplemente, dejarse llevar por la calma del entorno.
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No obstante, aunque disfrutes de una soledad de facto que se antoja remota, en esta casa no estarás completamente aislado: a solo tres minutos en coche (y a 15 andando) podrás encontrar los bares y restaurantes del tranquilo pueblo de Quiaios, una freguesia del municipio de Figueiras da Foz, en el distrito de Coímbra. De hecho, ¡puedes pedir incluso comida a domicilio, para no perderte ni un minuto del maravilloso paisaje de mar y montaña!
DOS CASAS EN UNA
Si el perfil único de esta vivienda vacacional te recuerda al de un grupo de setas, has acertado. “Cogumelos”, en portugués, significa “hongos”. “Influenciada por las casas tradicionales de la antigua Guinea portuguesa en África, la Casa dos Cogumelos refleja una síntesis de armonía cultural y arte arquitectónico. Su carácter distintivo y su filosofía de diseño brillan en cada detalle”, cuentan sus propietarios.
Bajo este peculiar diseño en forma de seis setas interconectadas, está la casa principal, con tres dormitorios y espacio para seis personas. La propiedad también cuenta con una cabaña de un dormitorio que puede albergar hasta a cinco personas -aunque se recomienda para parejas-. Ambas pueden reservarse juntas o por separado, y las dos cuentan con salón con chimenea, baño, cocina, comedor e increíbles vistas. “Las camas son sumamente cómodas, con colchones fabricados en Portugal con materiales naturales y sostenibles”, apuntan los responsables de la casa.
La propiedad también está disponible para eventos, para lo que hace falta reservar con antelación. En estos casos, es posible añadir todo el mobiliario extra necesario solo poniéndose en contacto con los gerentes de Casa dos Cogumelos. Ellos, que te obsequian con una pequeña cesta de bienvenida a tu llegada, también te informarán de dónde aprender surf, montar a caballo o divertirte en los alrededores, e incluso ofrecen un servicio de masaje en la propia casa, para que el relax en tu estancia sea completo.