Nos hemos gastado casi 20.000 euros para ver la Fórmula 1: la fiesta en el yate y las vistas ni siquiera han sido la mejor parte

Mi prometido y yo ahorramos para poder celebrar nuestro reciente compromiso con estilo en uno de los fines de semana más emblemáticos y caros del año: el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 (F1).

Aunque el deporte es bastante popular en Europa, ha llamado la atención del público internacional con el lanzamiento de la serie documental de Fórmula 1 de Netflix, Drive to Survive. En una encuesta de 2022 de Morning Consult, el 53% de casi 1.900 fanáticos de la F1 dijeron que la serie contribuyó a incrementar su interés en el deporte.

Sin embargo, somos fanáticos de la F1 mucho antes del lanzamiento de la serie en 2019, y siempre hemos considerado que el Gran Premio de Mónaco es la mejor carrera que hay.

Como muchos fanáticos, estábamos dispuestos a derrochar para ver a algunos de nuestros conductores favoritos y estábamos emocionados por asistir al evento. Compramos un paquete de F1 Experiences por 15.220 dólares, con un complemento que incluía una fiesta en un yate por 1.610 dólares. El paquete para mi pareja y para mí incluía estancia en un hotel, dos días de carreras en directo y transporte hacia y desde el evento.

Desde una increíble vista desde el balcón de la pista hasta animar una victoria histórica, así fue la experiencia.

Nos alojamos en un hotel en Niza, Francia

Nos alojamos cuatro noches en el Hyatt Regency Nice Palais de la Méditerranée en la Riviera francesa, a entre 30 y 40 minutos en coche de Mónaco.

El balcón de nuestra habitación de hotel daba a la impresionante región de la Costa Azul y estábamos a poca distancia del histórico y encantador casco antiguo de Niza.

Nos preparamos para el fin de semana llenos de energía, celebrándolo con una fiesta en un yate

Para experimentar plenamente el glamuroso estilo de vida de Mónaco, el viernes por la noche nos permitimos disfrutar de una fiesta en un yate. Esta experiencia fue un complemento a nuestro paquete general y nos costó 1.610 dólares.

Subimos al barco y nos recibieron con copas de champán. Las bebidas y canapés ilimitados fluían mientras el DJ a bordo tocaba música, ahogando los sonidos de los barcos cercanos.

Cuando el crepúsculo dio paso al anochecer, los asistentes a la fiesta parecían estar emocionados por lo que el fin de semana tenía que ofrecer, y no podíamos esperar.

El sábado estaba emocionada por poder asistir finalmente al evento principal, el Gran Premio

El sábado cogimos un autobús hacia Mónaco y nos dirigimos al Ermanno Penthouse para ver la carrera. Allí subimos 12 tramos de escaleras para saborear el lujo monegasco.

La terraza del balcón del Penthouse, con vista al puerto deportivo Port Hercules, repleto de al menos 250 yates, nos brindó una vista panorámica increíble de la brillante costa azul de Mónaco y al menos dos tercios de la pista de carreras.

Desde nuestro mirador pudimos ver la línea de salida y la meta, la cuesta arriba hacia el Casino de Montecarlo, la salida del túnel, los alrededores del puerto deportivo e incluso el podio de los campeones. 

Sentimos la emoción de la carrera desde nuestro balcón

La sesión clasificatoria del sábado fue electrizante. A lo largo del día, vimos las carreras de Fórmula 3 y Fórmula 2, en las que normalmente participan aspirantes a pilotos de F1. Luego, vimos los tres entrenamientos libres de F1, que sirvieron como ronda de práctica para que los pilotos de F1 pusieran a punto sus habilidades.

Por último, vimos la carrera de clasificación de F1, que determinó el lugar de cada piloto en la parrilla para el evento del domingo.

Sin embargo, sí noté que mi prometido y yo parecíamos dos de los pocos verdaderos admiradores de la F1 en el balcón. Muchos de los que estaban allí parecían no saber de qué iba el deporte y parecían más interesados en hacerse selfis o en el vino que nos servían.

También nos encantó la comida y la bebida

No solo pudimos ver gran parte de Mónaco desde el balcón, sino que también disfrutamos de la cálida hospitalidad del personal.

Los miembros del personal nos sirvieron varios aperitivos y nos ofrecieron tanto champán, licores y refrescos como quisiéramos. Para el desayuno, tomamos croissants con chocolate y café, seguidos de sándwiches, mini hamburguesas, canapés y otros postres.

Incluso vimos a algunas celebridades

Celebrar el mismo evento con famosos de primer nivel como John Legend, Anya Taylor-Joy y Kylian Mbappé fue como un verdadero momento de ensueño, aunque solo los vimos brevemente en el área VIP en las pantallas de televisión que mostraban la cobertura deportiva, de la misma forma en que los espectadores los verían por la televisión.

Los famosos presentes en el Gran Premio, que tuvo lugar justo después del Festival de Cine de Cannes, hicieron que pareciera que era el sitio perfecto.

Vimos una enorme colisión desde nuestro balcón

Desafortunadamente, el fin de semana no fue del todo positivo. Durante la primera vuelta de la carrera de F1 del domingo, vimos un enorme accidente que involucró a varios pilotos que no pudieron continuar participando en la prueba.

En una nota más positiva, vimos a nuestro piloto favorito ganar el Gran Premio

Lo más destacado del fin de semana fue animar al piloto monegasco de Ferrari F1 Charles Leclerc, en su primera victoria en el Gran Premio de Mónaco.

Mientras el Ferrari rojo brillante de Leclerc pasaba a toda velocidad con una clara ventaja en su última vuelta, una sinfonía de barcos hizo sonar sus bocinas y la multitud estalló en vítores. Leclerc también se ha convertido en el primer piloto monegasco en ganar la carrera en más de 90 años.

Vimos las lluvias de champán y las celebraciones en el podio, y mi prometido y yo compartimos un beso (y algunas lágrimas de felicidad). Fue el final perfecto para un fin de semana inolvidable.

En general, nos alegramos mucho de poder asistir al Gran Premio de Mónaco

En general, asistir al Gran Premio en persona valió la pena para nosotros. Vimos a nuestro piloto favorito lograr un hito histórico en la F1 en una pista legendaria a lo largo de la maravillosa costa azul.

Aunque no diría que vale la pena el derroche para aquellos que no siguen la F1, muchos invitados en nuestro balcón estaban allí por el ambiente, las bebidas ilimitadas y la atmósfera exuberante.

Consideraríamos asistir a otro Gran Premio de F1 en el futuro. Aun así, nuestra primera experiencia en Mónaco nos hizo sentir vivos, y será increíblemente difícil de superar.