El mejor momento para sentarse a la mesa en Asturias es ahora (y siempre)

Productos, recetas y experiencias culinarias conforman la identidad gastronómica del Principado, donde comer es un acto social que explica el pasado y nos acerca al futuro.
Fabada asturiana
Turismo Asturias

Identificar el mejor momento para disfrutar de la gastronomía asturiana es tan complicado que la respuesta más acertada es “siempre”. Porque siempre es momento de nuevos paisajes, de conversaciones animadas, de sobremesas infinitas y de noches agradables. Momento de reunir en torno a una mesa a las mejores personas y frente a los mejores platos. En Asturias esto sucede casi de manera espontánea, pues no solo concentra en su territorio productos, recetas y experiencias culinarias que conforman su identidad gastronómica: en el Principado comer es un acto social que explica el pasado y nos acerca al futuro.

La Cocina de Paisaje asturiana reivindica el ciclo gastronómico como parte de su carácter, de un modo de vida circular. Uno que parte del productor y llega hasta el comensal, pasando por los mejores elaboradores y restauradores, hasta conferirle un sentido colectivo al placer de compartir una mesa. Detrás de cada fabada, de cada pote, de cada arroz con ‘pitu de caleya’ o de cada plato vanguardista aderezado con talento e ingredientes locales, hay un sentimiento de pertenencia común.

Félix Díaz de Escauriaza

Cocina de paisaje

Alrededor de un centenar de embajadores de Cocina de Paisaje son la muestra de cómo Asturias cree en el valor social de su cocina, más cercana aún si cabe gracias al AVE, que sitúa Madrid en apenas tres horas y Valladolid en tan solo dos, y a sus conexiones aéreas directas con 16 aeropuertos españoles, como Barcelona, Sevilla, Valencia, Baleares y Canarias, entre otros. Un viaje rápido, cómodo y fuera de temporada, con el único objetivo de saborear sin prisas una cocina única en Europa por su historia, modernidad y raíz local. La excusa perfecta para una escapada.

Entre dichos embajadores culinarios, sumados por toda la geografía asturiana, se encuentran desde chefs galardonados con estrellas Michelin (12 en total) y soles de la Guía Repsol (nada más y nada menos que 43) hasta cocineras del Club de Guisanderas, una asociación única en España que preserva los recetarios clásicos adaptándolos al siglo XXI. Guardianas de la cocina tradicional asturiana y propietarias muchas de ellas de algunos de los restaurantes más emblemáticos de la región.

Cocineros y cocineras que participan de una red donde cada eslabón cuenta con su marca de calidad, sean las Mesas de Asturias o las Sidrerías de Asturias. Porque no hay que olvidar que la cultura sidrera personifica como ninguna la convivencia alrededor de una bebida natural, una idiosincrasia que va camino de ser reconocida como Patrimonio Mundial de la Unesco. Nombramiento que, una vez hecho realidad, se sumará al de Oviedo/Uvieú como Capital Española de la Gastronomía durante este 2024, tentando aún más esa escapada que facilitan las nuevas infraestructuras ferroviarias.

Cultura sidrera.

Turismo Asturias

Cocina urbana y rural

Oviedo/Uviéu será capital de otra forma, más cotidiana y placentera aún si cabe. La gastronomía ovetense muestra un claro perfil identatario, cargado de valores y productos de calidad, como quesos, carnes, pescados y dulces, y lo exhibe acompañado de un atractivo programa patrimonial, cultural y de ocio, uno que ha convertido a la ciudad asturiana en un destino turístico de éxito.

No obstante, si algo sorprende del Paraíso Natural, es la forma en que la comida, ya sea tradicional o creativa, resulta excepcional tanto en los núcleos urbanos como en las aldeas más recónditas. No en vano, muchos de los mejores restaurantes y espacios gastronómicos se encuentran precisamente emplazados en pueblos, con los que mantienen una raigambre especial, una militancia con su entorno. Dado que mencionar a unos pocos sería una injustica para el resto, te instamos a elegir destino por ti mismo para constatar hasta qué punto llega la densidad de hosteleros de calidad en Asturias. Casi puedes dejar caer el dedo sobre el mapa de la comunidad y fijo que encontrarás a uno o varios, en distintos formatos.

Porque detrás de cada uno de ellos está el mismo paisaje. Es decir, el agricultor que provee respetando las temporadas de cada verdura, hortaliza y fruta. La ganadera que cuida sus animales casi como parte de su familia. El quesero que pastorea y que madura en cuevas. La repostera veterana que, en cada festividad, ofrece los dulces tradicionales, mientras inventa nuevas delicias.

Recuerda que estás tan solo a un vuelo directo o un viaje en AVE de tu mejor momento para sentarte a la mesa en Asturias.

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