PSICOLOG�A
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Jose Luis Carrasco, psiquiatra: "Salud mental y felicidad no son lo mismo, aunque mucha gente lo confunda"

Hablamos con uno de los mejores psiquiatras de nuestro pa�s: Jos� Luis Carrasco. Acaba de publicar: Mentalmente sano y feliz.

Hablamos con uno de los mejores psiquiatras de nuestro pa�s: Jos� Luis Carrasco. Acaba de publicar: Mentalmente sano y feliz.
Hablamos con uno de los mejores psiquiatras de nuestro pa�s: Jos� Luis Carrasco. Acaba de publicar: Mentalmente sano y feliz. Getty

Referente de la psiquiatr�a contempor�nea, el doctor Jos� Luis Carrasco es catedr�tico de Psiquiatr�a de la Universidad Complutense de Madrid y coordinador de investigaci�n del Instituto de Psiquiatr�a y Salud Mental del Hospital San Carlos. Acaba de publicar Mentalmente sano y feliz (Sinequanon) un libro que nos acerca, de manera divulgativa, a una de las grandes preocupaciones de la sociedad contempor�nea: los trastornos psiqui�tricos y la salud mental. Reflexionamos con �l sobre lo que nos hace da�o o nos enferma, sobre los retos a los que se enfrenta la psiquiatr�a actual y sobre la necesidad que tenemos de clarificar las ideas sobre lo que es la salud mental, el bienestar y la felicidad.

salud mental, bienestar y felicidad no son lo mismo

Su libro pone una bomba de relojer�a sobre esa idea que se est� sedimentando ya demasiado: que salud mental, bienestar y felicidad son lo mismo.
No lo son. El bienestar y la felicidad sin duda se parecen mucho, pero esta �ltima no es equivalente en exclusiva al bienestar material y emocional. Y todav�a resulta m�s discutible que bienestar, felicidad y salud mental sean la misma cosa. Hoy tendemos a pensar que si todo nos va bien es que tenemos salud mental y, si tenemos salud mental, somos felices. Y no. Este razonamiento es err�neo. Cient�ficamente, la salud mental no depende de las cosas externas. Influye, pero tambi�n son claves los mecanismos internos de regulaci�n del estr�s y las emociones que posea cada individuo. Piensa en James Bond, por ejemplo, parece un tipo con salud mental -tiene el control, afronta situaciones, maneja el estr�s-, pero no tiene la felicidad. Es decir, la salud mental nos puede ayudar a buscar la felicidad pero no supone la felicidad. La felicidad es un tipo de bienestar que va m�s all� de uno mismo y que tiene que ver con los valores de cada uno - hay quien es feliz ayudando a los dem�s en Calcuta y quien es feliz cultivando un jard�n- y con actitudes que a�n no podemos meter en el campo de la salud mental son el agradecimiento, la aceptaci�n, la contemplaci�n, la humildad, etc.
Sobre informados y abrumados ante tanto consejo para ser felices, manejar los pensamientos negativos, dejar de rumiar o de obsesionarnos... �Cualquiera puede aconsejar?
El papel de los profesionales de la salud mental es fundamental. Si ya es dif�cil definir cu�l es la manera sana de vivir en lo f�sico -cu�nto comer, cuanto ejercicio hacer o cuanto dormir, porque no todo est� cient�ficamente demostrado y hay mucha gente hablando de ello- m�s a�n en la salud mental. Es un �rea en la que influyen mucho ideolog�as, las culturas o las ideas propias. El problema es que gente escuchar todo tipo de consejos y acaba pensando que hay una forma sana de comportarse que es la mentalmente buena, y lo liga con la idea de que haciendo eso nunca va a tener trastornos mentales y se va a morir m�s tarde. Esta idea es peligros�sima porqu� pone a la gente en manos de supuestos expertos - entre los que cada vez hay m�s ide�logos y pol�ticos- que saben cu�l es la clave de la salud mental. Y no. Deben ser los profesionales con experiencia y conocimientos de las bases de las funciones cerebrales que est�n en la base de la salud mental, los que den las pautas.
Adem�s, no a todos nos sirven los mismos consejos. �Los consejos deber�an ser un traje a medida?
Siempre hay que hacer una aproximaci�n personalizada a cada persona y a cada personalidad. Hay quien ha tenido una infancia dif�cil y quien la ha tenido f�cil, qui�n ha tenido unos padres cari�osos o unos padres negligentes. Por eso, las cosas que pasan en la vida no tienen la misma buena soluci�n para todos. Por ejemplo, a una persona que tiende a culparse mucho y es muy perfeccionista, decirle que tiene que tener m�s fuerza de voluntad o hacer mejor las cosas, es letal. O decirle a alguien que intente no estresarse y cuidarse m�s de ella misma cuando estar pendiente de las personas que le rod�an es parte de su personalidad, es destruirla.
�Qu� ideas err�neas subyacen en la mayor�a de los problemas mentales que ve usted en su consulta?
La necesidad de control y la idea de que podemos con todo, el continuo nivel de comparaci�n y la sensaci�n de uno nunca es suficientemente bueno, el no saber escuchar y la idea de que uno tiene que demostrar siempre que sabe de todo como si la vida fuera un examen, el perfeccionismo insano o perverso que es no conformarse con hacer mejor las cosas sino querer ser perfecto... En general, hay una serie de cualidades que poseemos los humanos y que los animales no tienen -la autoconciencia, la comparaci�n, la protecci�n...- que hemos exagerado y se han pervertido y nos vemos atrapados en ellas. Por ejemplo, controlamos demasiado todo lo que puede pasar y eso lleva a la angustia, ansiedad y, finalmente, a la depresi�n. Tambi�n hemos ido cercenando nuestras emociones: parece que solo valen las que nos hacen parecer fuertes y listos. Estar triste, deprimido, pasar un mal momento ha estado mal visto durante mucho tiempo. Esto produce mucha patolog�a mental. Tambi�n los impulsos tambi�n hay que domesticarlos. Hablar de todo esto nos ayuda a hacer autocr�tica y a reflexionar. Y es discutible hasta lo que yo digo.
�Cu�les son los retos de la psicolog�a actual?
Vamos, como en todas las especialidades, en busca de las bases biol�gicas que influyen en la aparici�n de las enfermedades mentales para ayudar a mejorar los s�ntomas de la enfermedad mental, igual que buscamos antiinflamatorios o antibi�ticos. Tambi�n se est�n desarrollado nuevas psicoterapias m�s espec�ficas y atrevidas que, m�s all� de dar consejos, se metan en el interior del paciente, le hagan reflexionar, toque recuerdos o emociones muy guardadas, escondidas y defendidas, muy comunes en la patolog�a mental. Por �ltimo est� el desarrollo de estrategias preventivas intentando comunicar m�s con la poblaci�n para hablarle abiertamente de la salud mental con el fin de mostrar que es natural que nuestra mente chisporrotee de vez en cuando.
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