Nueva York planea prohibir los smartphones en los colegios y permitir solo móviles básicos

La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, está barajando la posibilidad de prohibir los smartphones en los colegios, en pos de la seguridad de los niños y la necesidad de que estos se centren en el aprendizaje que se imparte en las aulas. 

Esta iniciativa por parte de Hochul nace en medio de un clima en el que los políticos tratan de hallar formas de combatir la intersección entre la crisis educativa y la de salud mental entre los jóvenes.

Esta semana, la gobernadora ha declarado que los smartphones no deberían estar presentes durante la jornada escolar y ha explicado que ya está barajando opciones para regular su uso en las aulas el próximo año. Kathy Hochul y otros representantes políticos estatales y municipales de Estados Unidos han expresado su preocupación respecto a estos dispositivos y los daños directos y colaterales que tienen en los jóvenes, afirmando que las redes sociales están diseñadas para generar adicción, dañar la salud mental de los jóvenes y crear vías para el acoso escolar. 

Hochul ha explicado a The Guardian en una entrevista que los estudiantes solo podrán llevar a clase móviles más simples, es decir, dispositivos que permiten enviar mensajes de texto pero carecen de acceso internet.

Hochul cree que es perjudicial que los niños consulten las redes sociales, especialmente en horario escolar: "He visto cómo estos algoritmos adictivos atraen a los jóvenes, los capturan literalmente y los convierten en prisioneros en un espacio en el que están aislados de la conexión humana, la interacción social y la actividad normal en el aula", ha asegurado la gobernadora. 

La gobernadora del partido demócrata, planea presentar un proyecto de ley que prohíba a los estudiantes llevar smartphones en el recinto escolar. Pretende aprobarlo durante la sesión legislativa de 2025, que comienza en enero, lo que abrirá un acalorado debate entre educadores, legisladores y grandes empresas tecnológicas en los próximos meses.

"Viven en un lugar oscuro en el que solo existe el miedo a perderse algo: si dejan el dispositivo un segundo, alguien puede estar diciendo algo sobre ellos o podrían tener que responder a algo", ha declarado Hochul a la prensa este martes. "Así de adictivo es. Tenemos que liberarlos de esto. Tenemos que trazar una línea ahora y decir: 'No. Ya basta'".