Después de viajar a más de 40 países, no me planteo volver a estos 4 lugares

Cuando viajo, siempre intento acercarme a cada destino con la mente abierta y el anhelo de experimentar la cultura, conocer a los lugareños, ver las recomendaciones de las guías turísticas y salirme de los caminos trillados siempre que sea posible.

He tenido la suerte de visitar más de 40 países y he viajado a seis de los siete continentes. Aunque me encantaría volver a visitar algunos de mis lugares favoritos que me han causado un impacto inolvidable, algunos destinos no me han dejado con tantas ganas de volver.

He viajado sola a más de 80 países: estas son las 8 cosas que hago para estar segura

De los lugares que he visitado hasta ahora, estos son a los que probablemente no vuelva.

Me encantó Los Ángeles, pero una visita fue suficiente

De niña en Australia, soñaba con visitar Hollywood, el lugar donde se hacen tantas películas. Cuando tenía 14 años, mi madre me aseguró que me llevaría a Los Ángeles, y pensé que era la niña más afortunada del planeta.

Antes, pasamos unas semanas viajando por México, visitando las ruinas mayas, comiendo comida local y yendo a verbenas en la playa. Cuando llegamos a Los Ángeles, ya no me atraía tanto como México.

Nos lo pasamos muy bien visitando los estudios de cine, recorriendo el Paseo de la Fama de Hollywood y viendo las casas de los famosos. Pero una vez que conocí Los Ángeles, no sentí la necesidad de volver.

De hecho, acabé volviendo con mi marido cuando éramos veinteañeros, ya que él también tenía ganas de vivir esas experiencias. Pero él pensó lo mismo que yo: hay otros lugares que preferiríamos volver a visitar.

Mónaco es ostentoso y glamuroso, pero no es mi tipo de lugar

Cuando estábamos en el sur de Francia, decidimos hacer una excursión de un día a Montecarlo, Mónaco. Mi marido estaba ansioso por ver el Gran Premio de Mónaco, así que pasé el día explorando la ciudad con su madre mientras él y su padre disfrutaban de la carrera de Fórmula 1.

Caminando por Montecarlo, nos quedamos impresionados por la opulencia, lo cual no es sorprendente, teniendo en cuenta que está considerada como una de las principales ciudades del mundo en términos de riqueza per cápita. Creo que nunca había visto tantos yates de lujo ni coches tan llamativos.

Los jardines estaban perfectamente cuidados y las calles impecablemente limpias. Sin embargo, no era mi tipo de destino.

Estábamos constantemente rodeados de riqueza, pero yo prefiero visitar lugares donde pueda relacionarme con gente de distintos estratos socioeconómicos.

Nos hemos gastado casi 20.000 euros para ver la Fórmula 1: la fiesta en el yate y las vistas ni siquiera han sido la mejor parte

Me alegro de haber visto Venecia, pero fue una experiencia que solo necesito tener una vez en la vida

Venecia es uno de esos lugares que hay que ver para creer. Construida sobre un grupo de islas en una laguna del Adriático, no hay otro lugar igual en el mundo. La ausencia de coches le confiere un encanto especial, y casi parece que los edificios floten sobre el agua.

Viajé a Venecia de vacaciones por Europa con mi ahora marido cuando tenía 23 años. Nos gastamos un dineral en un paseo en góndola por los canales y nos maravillamos con la arquitectura renacentista y gótica. En la plaza de San Marcos compramos un helado carísimo y visitamos la basílica.

Sin duda, merece la pena incluir Venecia en la lista de lugares que visitar, sobre todo si se tiene en cuenta que se prevé que se hunda en 2100. Sin embargo, no es el tipo de lugar que visitaría varias veces porque me pareció abarrotado y caro.

Si vuelvo a Italia, hay otros lugares que me gustaría ver, como el Lago Como.

Phuket es preciosa, pero preferiría explorar otras zonas de Tailandia

Phuket alberga algunas de las playas, resorts de playa, restaurantes y bares más populares de Tailandia, lo que la convierte en una zona de gran afluencia turística.

Cuando tenía 17 años, mis padres me llevaron allí una semana de vacaciones y nos alojamos en un complejo turístico de Patong. Aunque fue divertido nadar en la piscina del complejo y dar vueltas en parapente por la bahía, no me quedé con ganas de volver.

En mis otros viajes a Tailandia, he encontrado otros lugares que me han gustado más. Por ejemplo, me encantó Krabi, una provincia del sur de Tailandia conocida por sus acantilados de piedra caliza y sus playas de arena. Estaba menos masificada que Phuket y, en mi opinión, era mucho más bonita.