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Los datos que arroja el Instituto Nacional de Estad�stica muestran la proporcionalidad en aumento de las personas mayores, no s�lo en Espa�a, sino en todo el mundo. "En 2020, el 21 % de la poblaci�n ten�a 65 a�os o m�s, frente al 16 % en 2001, lo que supone un aumento de 5 puntos porcentuales (p.p.). Si nos fijamos m�s concretamente en el grupo de 80 a�os o m�s, su cuota era de casi el 6 % en 2020, mientras que en 2001 era del 3,4 %, lo que significa que se ha pr�cticamente duplicado durante este periodo", se�alan las estad�sticas.
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A la luz de estos datos, la Organizaci�n Mundial de la Salud inaugur� en 2020 la d�cada del envejecimiento saludable. Durante la Asamblea de las Naciones Unidas se establecieron unos principios b�sicos para promover ese envejecimiento saludable conforme a caracter�sticas b�sicas que debemos preservar a partir de la madurez: independencia, cuidado, dignidad, autorrealizaci�n y participaci�n. En base a ello, se reconocen 4 pilares b�sicos del envejecimiento activo:
- Salud
- Participaci�n social
- Seguridad
- Econom�a (independencia)
C�mo vivir m�s y mejor
Desde Cl�nica Palasiet, Lourdes Ram�n, healthy trainer en psiconeuroinmunoendocrinolog�a (PNIE), e Irene Dom�nguez, tecn�loga de alimentos y responsable de nutrici�n, subrayan los datos recogidos en los �ltimos estudios cient�ficos: "Sabemos que para vivir m�s y mejor necesitamos sustentar nuestra salud en movimiento, nutrici�n, descanso, tiempos de parada, gesti�n del estr�s, capacidad de disfrute y de agradecimiento, interacciones sociales con las llamadas 'personas vitamina', que nos hacen sentir bien, reconocidas, aceptadas, respetadas y amadas. Porque con todo ello no solo se consigue vivir mas a�os, sino vivir con mayor bienestar f�sico, mental y espiritual, tal como suger�a el doctor Joaqu�n Farn�s Gauch�a, fundador de Cl�nica Palasiet".
Se trata de tomar consciencia sobre la necesidad de instaurar un cambio de h�bitos para virar hacia un estilo de vida saludable que nos permita mejorar nuestra calidad de vida hoy y en el futuro, porque lo que hagamos hoy por nuestra salud lo agradeceremos ma�ana. Y es cierto que el cuidado integral es la clave, pero intentar abordar cambios en todas las parcelas a la vez puede desembocar en un intento frustrante de abordaje de nuestra salud. Es mucho m�s aconsejable empezar paso a paso, con preferencia por aquello que tengamos m�s al alcance, como la alimentaci�n. Dado que necesitamos comer comer a diario, no resulta nada descabellado hacerlo de la manera m�s saludable posible. �Significa eso que debemos ponernos a dieta? No. "La alimentaci�n se tiene que ver como algo positivo, que nos nutre, que nos aporta salud y energ�a. No se trata de restringir y eliminar o demonizar grupos de alimentos", se�ala Lourdes Ram�n.
La alimentaci�n seg�n el envejecimiento activo
"Una alimentaci�n saludable puede ir cogida de la mano de una alimentaci�n sensorial y atractiva y que tambi�n sea un placer para el paladar", insiste la orientadora de Cl�nica Palasiet haciendo especial hincapi� en el bienestar emocional que repercute directamente sobre nuestra salud. Y es que cuando hablamos de salud en el envejecimiento activo es tan importante lo que hacemos como lo que sentimos. "El equilibrio emocional es esencial. Tenemos que darnos cuenta c�mo nos vinculamos con nosotros mismos y con el entorno. C�mo nos hablamos, c�mo nos relacionamos con la comida, qu� tipo de creencia tengo respecto a si soy capaz o no de realizar cierta actividad... Hay que tener muy en cuenta la toma de consciencia al respecto, porque nuestros pensamientos, creencias y el lenguaje que utilizamos con nosotros mismos, es lo que va a hacer que tengamos una actitud u otra acerca de c�mo gestionar esta nueva etapa de la vida".
En este sentido, Irene Dom�nguez, tecn�loga de alimentos, se�ala la vinculaci�n de una alimentaci�n saludable a la dieta mediterr�nea (la de nuestro abuelos o bisabuelos). "Es el prototipo de dieta antiinflamatoria y est� demostrado que mejora la longevidad. Hay que promover en nuestro men� una mayor ingesta de verduras, legumbres, pescado, carne de ave, granos integrales, semillas, frutos secos, frutas y aceite de oliva virgen extra" comenta antes de a�adir: "Tan importante es no eliminar ning�n grupo de alimentos, como realizar la ingesta en las proporciones adecuadas y con una materia prima fresca, bien escogida".
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comiendo para la longevidad
Las expertas de Cl�nica Palasiet se�alan 8 puntos que deber�amos cumplir para hacer de nuestra nutrici�n saludable una herramienta que mejore la longevidad:
- Priorizar alimentos no procesados.
- Ajustar las porciones siguiendo las recomendaciones del plato de Harvard.
- Escoger bien y ampliar la gama de alimentos a introducir. Al ampliar los productos en nuestra lista de la compra, cuidamos y favoreceremos la diversidad de nuestra flora intestinal.
- Seleccionar las t�cnicas culinarias adecuadas para preservar las propiedades de los alimentos lo m�ximo posible (evitando los fritos y rebozados).
- Utilizar aceite de oliva virgen extra como principal grasa de la alimentaci�n en la dieta. Pero se puede complementar con otras grasas saludables provenientes de frutos secos, aguacate, semillas...
- Comer en horarios adecuados siguiendo un biorritmo saludable (y cenando pronto de forma ligera).
- Realizar un m�nimo de 12 horas de ayuno nocturno.
- Hidratarse bien (m�nimo 2litros de agua diaria, que se puede completar con infusiones, caldos vegetales...).
El ejercicio b�sico para un envejecimiento activo
Aunque el ejercicio supone un esfuerzo extra cuando se trata de un perfil sedentario, lo cierto es que es una pilar b�sico de nuestra salud para promover un envejecimiento activo. "La actividad f�sica mejorar el proceso de envejecimiento a partir de los 50 (y antes). Por ello, debemos realizar entrenamientos dirigidos a la mejora del metabolismo basal, el equilibrio, la coordinaci�n, la flexibilidad, la resistencia, la rapidez y la fuerza", se�alan desde Cl�nica Palasiet. Entre todas las capacidades que se�alan, hay que hacer especial hincapi� en los ejercicios de fuerza, porque este tipo de entrenamiento es esencial cuando estamos en la franja de edad de m�s de 50 a�os. "Nos va a permitir una mejora considerable de nuestro estado f�sico y va a contribuir generosamente a que nos sintamos m�s vitales, adem�s de minimizar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y degenerativas".