Verificado por Autismo en la edad adulta
En las últimas décadas, la sociedad se ha vuelto mucho más consciente y acepta el autismo. Los médicos ahora a menudo identifican el autismo en la infancia, pero aquellos que alcanzaron la mayoría de edad antes de este cambio pueden haber sido pasados por alto. La investigación sugiere que el autismo es igualmente frecuente en las generaciones anteriores, pero menos diagnosticado. Por lo tanto, muchas personas hoy en día experimentan un diagnóstico más adelante en la vida.
Esa experiencia puede provocar una serie de respuestas, y puede ser transformadora para aquellos que siempre se han sentido diferentes pero nunca tuvieron un marco con el que comprender su identidad. Con ese entendimiento, sin embargo, pueden surgir cuestiones de divulgación, servicios, académicos y empleo.
En esta página
- ¿Cómo me hacen las pruebas de autismo como adulto?
- Me acaban de diagnosticar autismo. ¿Qué debo hacer?
- ¿Cómo es ser diagnosticado con autismo en la edad adulta?
- ¿Debo camuflar mi autismo en entornos sociales?
- ¿Cuáles son las opciones de alojamiento para adultos autistas?
- ¿Cómo deberían las personas con autismo elegir una universidad?
- ¿Cómo pueden los profesores apoyar a los estudiantes con autismo?
Los adultos deben buscar una evaluación de un profesional de salud mental capacitado. Por muchas razones, es difícil para los adultos ser diagnosticados con autismo. El diagnóstico, el tratamiento y la experiencia actualmente se centran en los niños, por lo que los adultos pueden buscar un pediatra o psiquiatra infantil que se especialice en autismo. Si ese médico no se siente cómodo proporcionando una evaluación, es posible que tenga una referencia para alguien que trabaja con adultos. Los adultos también pueden considerar buscar recomendaciones de un grupo de apoyo local u organización.
Algunos adultos que sospechan que tienen autismo pueden decidir que en última instancia no necesitan un diagnóstico, porque funcionan bien en el trabajo y en la vida. Pero para aquellos que batallan profesionalmente, socialmente o románticamente, un diagnóstico puede proporcionar una base valiosa para comprender esos desafíos y encontrar apoyo.
Date tiempo para procesar este cambio. Un diagnóstico tardío de autismo puede cambiar tu autoconcepto, a menudo para mejor, pero reconoce que puede llevar tiempo comprenderlo o abrazarlo completamente.
Tus próximos pasos pueden ser aprender más sobre el autismo, leer sobre las experiencias de otras personas o buscar adultos con autismo en la comunidad. Si tu diagnóstico fue provocado por dificultades en la escuela o el trabajo, debes explorar qué adaptaciones están disponibles para ayudarte a funcionar de manera más efectiva.
Las personas pueden tener una variedad de reacciones a un diagnóstico de autismo en la edad adulta. Algunos sienten alivio de que hay una razón para las formas en que piensan y se comportan. Algunos se sienten asustados, ya que reconocen plenamente la condición y lo que podría significar para el futuro. Algunos sienten vergüenza, tal vez debido a representaciones negativas o mal informadas del autismo. Algunos sienten arrepentimiento por no buscar apoyo antes, y otros sienten aceptación hacia el diagnóstico y las diferencias que los hacen únicos.
Para muchos adultos, un diagnóstico de autismo puede cambiar la vida. Proporciona un marco con el que entenderse a sí mismos, libera creencias fundamentales dañinas que tenían y les permite abrazar su auténtico yo autista. Como describen dos mujeres con autismo, la experiencia fue como “finalmente resolver un enigma de toda la vida".
La investigación ha demostrado que la autenticidad es una parte integral de la salud mental y el bienestar. Sin embargo, a muchas personas con autismo se les enseña, o se enseñan a sí mismas, a modificar su comportamiento para ajustarse a las normas y expectativas sociales.
Identificar y desentrañar hábitos profundamente arraigados es difícil: requiere coraje y asertividad. Pero hacerlo, y tal vez encontrar una comunidad neurodiversa de apoyo, puede eliminar la vergüenza y el estrés y ayudar a cultivar la dignidad, la conexión y la autoaceptación.
Las personas con autismo viven de forma independiente, con miembros de la familia, en comunidades autistas u hogares grupales. Las opciones de vivienda dependen en gran medida de la gravedad de la condición de la persona.
Existe un debate sobre quién debe determinar dónde vive una persona autista: el individuo, un tutor o el gobierno. Los defensores autistas a menudo creen que el individuo debe tener derecho a elegir y recibir todas las herramientas posibles para comunicar sus preferencias. Los padres de personas con autismo severo pueden afirmar que su hijo no tiene la capacidad de pensar o tomar decisiones complejas y que los padres deben trabajar para encontrar el mejor arreglo de vivienda.
Las personas con autismo tienen diferentes caminos educativos. Algunos pueden no sentirse listos para mudarse a la universidad a los 18 años. Una buena solución, en ese caso, es asistir a una universidad con un programa práctico y orientado al trabajo, lo que las personas con autismo pueden apreciar. La parte más importante de la decisión es embarcarse en un camino académico que están seguros de que pueden completar.
Los profesores pueden apoyar a los estudiantes en el espectro desarrollando una relación con el estudiante y aprendiendo sobre sus intereses. Los maestros pueden preguntar al estudiante cómo hacer que la experiencia en el aula sea más accesible y agradable. Pueden aprender las fortalezas del estudiante en lugar de centrarse únicamente en sus déficits. También puede ser valioso proporcionar opciones para proyectos de clase, para que los estudiantes puedan elegir trabajar de forma independiente si se sienten incómodos en entornos grupales.
