En su papel de agitador Petro ha demostrado su habilidad apropiándose de la agenda nacional de forma que temas de gran calado terminan relegados y objeto de preocupación solo de algunos pocos. La opinión pública termina inmersa en discusiones sin sentido: el ‘golpe blando’, Poder Constituyente o Referendo etc. En fin, en eso se nos van a ir meses y, mientras tanto, se aviva una campaña presidencial impulsada por los medios que entran en el juego de las encuestas. Se paraliza el gobierno y se consumen las energías en este baile. Mientras tanto, quedan a un lado el ver cómo nos preparamos, o cómo enfrentamos lo que viene ocurriendo en tantos frentes.
Por solo mencionar un par de ejemplos, ¿hay conciencia sobre la forma en que estamos desperdiciando nuestra privilegiada posición geográfica para aprovechar lo que se ha llamado el nearshoring? Ese proceso de relocalización de plantas estratégicas en las cadenas de suministro que, con el covid, mostraron la vulnerabilidad y dependencia que se había construido durante el auge globalizador. Frente al mercado americano, México está siendo el gran ganador y, con seguridad, países centroamericanos y del Caribe aprovecharán también esta oportunidad.
Desde otro ángulo, la irrupción de la Inteligencia Artificial en todos los campos está teniendo y va a tener unos efectos que todavía no dimensionamos y que nos pueden atropellar. En todos los niveles deberíamos estar estudiando y aprendiendo a utilizarla y el gobierno debería estar liderando un sinnúmero de iniciativas en esa dirección. Sobra decir que de eso no hay nada. Las implicaciones que tiene este tema en el campo de la educación, por ejemplo, son de todo tipo y el reto inmenso. Lo que se oye son anuncios de Petro por construir sedes físicas de universidades y por tomarse el gobierno universitario. La educación escolar no está en su discurso y apenas 25 % de los bachilleres que produce el sistema, con una muy mala calidad de la enseñanza, entran a las universidades y allí también la deserción es muy importante. Al Gobierno solo le preocupa tener contento a Fecode.
El tema da para mucho. Las implicaciones de la IA y su incorporación a la educación -hoy todos los estudiantes tienen acceso a su teléfono- es una realidad y no se hace nada por prepararlos. Tanto en colegios como en universidad hay que ajustar los currículos, la capacitación de los profesores y, en fin, el modelo de enseñanza y, de eso, nada.
En suma, el mundo está en una transformación profunda en todos los frentes y un país como Colombia no debería seguir distraído con las agendas de un agitador que mira al mundo con la perspectiva de los años setenta, sino que debe poner la mira en el mundo que tenemos por delante, que es muy diferente al que pretende Petro.
Ricardo Villaveces P.
Consultor privado
