No te saltes esa 'happy hour': por qué perder las amistades en el trabajo es malo para todos

En la era prepandémica de la presencialidad total en las oficinas, Erin Mantz, de 54 años, solía tener en el trabajo a alguien en quien confiar, con quien compadecerse, con quien contar y con quien divertirse: su "cónyuge de trabajo".

"No era como una app de citas", dice Mantz. No me puse a pensar: "¿A quién puedo elegir?" Surgió de forma orgánica".

Pero ahora Mantz no tiene cónyuge de trabajo en Zeno Group, donde es vicepresidenta de implicación de los empleados. Aunque trabajar con un modelo híbrido puede ser una de las razones, Mantz especula con que también puede deberse a que forma parte de una generación mayor "en una empresa que probablemente sea más joven", o a que trabaja en una oficina más pequeña que muchos de sus compañeros, o a su nivel en la empresa.

Con el aumento del teletrabajo y el trabajo híbrido tras la pandemia, las relaciones laborales han cambiado para siempre. Los expertos explican a BI que, aunque los trabajadores tienden a valorar más la flexibilidad en el entorno laboral —que permiten el trabajo remoto y el híbrido—, los más jóvenes tienden a desempeñar roles en persona con la esperanza de que ello facilite las conexiones sociales y unas relaciones más profundas. De lo contrario, es más probable que experimenten la soledad.

La falta de amigos en el trabajo puede ser una mala noticia para los trabajadores y las empresas. Ben Wigert, director de investigación de gestión laboral de Gallup, señala por escrito que los mejores amigos del trabajo "crean un sentido de confianza, pertenencia y conexión".

"Los seres humanos se necesitan unos a otros y colaboran más eficazmente cuando tienen relaciones reales", afirma Wigert. "Si te preocupa que una amistad impida a la gente ser sincera y productiva, tienes problemas más graves de fondo en tu equipo. Los grandes equipos demuestran que las personas con las que trabajas marcan la diferencia".

Wigert señala "cambios disruptivos, desde dónde trabajamos hasta el ritmo de trabajo, pasando por cómo atendemos a nuestros clientes, una rotación de personal galopante y mucha reestructuración". Esto podría significar que tanto empleados como empresarios tienen que hacer un esfuerzo adicional para crear esa atmósfera de camaradería. Mantz cree que depende de cada uno tender la mano, charlar con la gente y hacer un esfuerzo por conocerla mejor.

"Porque en este mundo, este entorno híbrido —e incluso aunque no trabajes a distancia, pero quizá tu empresa tenga oficinas por todo el país o por todo el mundo—, no vas a estar sentado orgánicamente al lado de alguien con quien puedas charlar", afirma Mantz. "Así que creo que debes esforzarte un poco para ser un poco más extrovertido e interesarte por la gente".

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Cómo han cambiado las relaciones en el trabajo

Con el trabajo a distancia, el desarrollo de una relación trabajo-cónyuge es mucho más difícil debido a las limitadas interacciones en persona.

Vicki Salemi, experta en carreras del portal de búsqueda de empleo Monster, afirma en declaraciones por escrito que este tipo de conexión puede resultar menos estrecha al trabajar de forma remota a tiempo completo en comparación con cuando se trabaja con un modelo híbrido o se trabaja siempre desde una oficina.

"Además, parte de la relación cónyuge-trabajador implica tener a esa persona que te cubra las espaldas, sortear juntos la política de la oficina y otras cosas, y cuando se trabaja a distancia, hay menos oportunidades de interactuar en persona con la dinámica social de la oficina", subraya Salemii.

Julianna Pillemer, profesora ayudante de gestión y organización en la Universidad de Nueva York, explica a BI que el auge del teletrabajo significa que estamos perdiendo los lugares clave que a menudo facilitan unas relaciones más estrechas.

"Puede tratarse del dispensador de agua, la zona de la fotocopiadora, la sala de descanso, el pasillo donde se reúne la gente, cualquier espacio en el que la gente se encuentra por casualidad", explica. "Tradicionalmente, esto ha sido muy importante para fomentar las relaciones personales entre los empleados".

Sin embargo, según Pillemer, no todas las relaciones se pierden con el teletrabajo. Conectar a través de interfaces online como Zoom puede permitir a los compañeros de trabajo ver los espacios vitales y las mascotas de los demás, lo que a menudo puede ser más íntimo que una charla distendida. El problema suele surgir cuando los eventos sociales virtuales acaban siendo una carga obligatoria y demasiado planificada; no es lo mismo que decidir espontáneamente ir a tomar algo después del trabajo.

"Una de las razones por las que creo que las happy hours de Zoom han fracasado tan estrepitosamente es que la gente no quiere sentirse obligada", afirma Pillemer. "Es una diversión obligatoria".

Mientras que algunos pueden considerar las conversaciones informales en torno a la máquina de café como charlas superficiales, Pillemer también señala que pueden ayudar a impulsar el desarrollo profesional. Si una persona acude con frecuencia a la oficina y busca activamente relacionarse con los demás, puede que se le tenga en cuenta antes para un ascenso o un gran proyecto que a alguien que trabaje totalmente a distancia.

Wigert señala que los mejores amigos del trabajo, los cónyuges del trabajo y otras conexiones laborales igualmente fuertes pueden llevar a estar "más comprometidos, ser más productivos y estar más comprometidos con su empresa".

Cómo son las amistades en el trabajo y los cónyuges para los trabajadores jóvenes y mayores

Otro reto del mundo laboral moderno es que las exigencias difieren de una generación a otra. Joseph Fuller, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y codirector de la Iniciativa de Gestión del Futuro del Trabajo del centro, explica a BI que, mientras que los trabajadores de más edad tienden a ser "producto de la rutina" y se sienten más cómodos con el horario de trabajo totalmente presencial anterior a la pandemia, los más jóvenes están acostumbrados a la flexibilidad del puesto de trabajo y son menos propensos a renunciar a ella.

Sin embargo, según Fuller, "si se trabaja mucho en un entorno híbrido, no se hacen amistades, no se amplía la red de contactos personales, no se conoce a gente con la que socializar, tener citas o cualquier otra cosa. Por eso se aprecia en los veinteañeros, en muchos sectores, un deseo real de ir a la oficina".

Mantz considera que los pros de tener un cónyuge en el trabajo superan a los contras y dice que, aunque depende de la empresa y la cultura de trabajo, cree que la gente en las generaciones más jóvenes o mayores en relación con la generación X realmente no tienen esta conexión.

"Veo que muchos de las generaciones más jóvenes tienen un montón de relaciones de trabajo realmente grandes, positivas y amistosas con la gente en la oficina", dice Mantz. "A mucha gente con la que trabajan incluso la llamarían amigos, pero creo que la generación X sentía la necesidad de formar alianzas de verdad. Así que, aunque era importante ser amable con todo el mundo, creo que éramos un poco más cínicos".

Si eres nuevo en el mundo laboral y no quieres sentirte solo en el trabajo o simplemente esperas hacer algunos amigos en el trabajo, Mantz sugiere echar un vistazo a las ofertas de la empresa, como programas de mentores o incluso clubes de lectura en el trabajo. Mantz también aconseja a la gente que contacte con personas de otras generaciones.

"Creo que es muy importante hacerlo y no descartar que esa persona no se parece a mí, así que no voy a esforzarme, porque en realidad se trata de establecer relaciones y alianzas", afirma Mantz. "La amabilidad y el interés llegan muy lejos, y no creo que eso cambie a través de las generaciones".