Así le hemos contado la manifestación del Orgullo LGTBI+ 2024

Activistas LGTBI+ y representantes del Gobierno protagonizarán la pancarta de cabecera del Orgullo 2024

Activistas LGTBI+ y representantes del Gobierno protagonizarán la pancarta de cabecera del Orgullo 2024 bajo el lema “Educación, Derechos y Paz: Orgullo que transforma”. Además, habrá una segunda pancarta de cabecera, portada por decenas de representantes de organizaciones de la sociedad civil, que, junto a la Federación Estatal LGTBI+ y COGAM, han sido las impulsoras del Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia los grupos vulnerables que ya cuenta con una subcomisión en el Congreso de los Diputados. Así, el lema de esta segunda pancarta será “Por un pacto de estado contra los discursos de odio”.

En la manifestación participarán 92 pancartas y 51 carrozas. Se espera una afluencia de más de un millón de personas en la que es, desde hace años, la marcha LGTBI+ más grande de Europa.

Las entidades convocantes han invitado a la pancarta de cabecera a representantes del Gobierno como la ministra de igualdad, Ana Redondo y la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En representación del mundo de la cultura portarán la pancarta de cabecera la actriz Alma Gormedino; el actor Michel Arhin; el periodista Antonio Nuño; y las cantantes Rocío Sainz, La negri y Blanca Paloma. La activista por los derechos de las personas LGTBI+ con discapacidad, Ángeles Blanco, también estará presente. 

Samthony Abián, 29 años: “La Comunidad de Madrid deroga los derechos LGTBIQ+, pero le interesa sumarse al Orgullo porque da dinero”

Samthony Abián tiene 29 años, nació en Madrid, aunque actualmente reside en Granollers (Barcelona) y trabaja en el sector de la programación. Este sábado está en la capital de España, pero no acudirá al desfile del Orgullo, “al igual que todos los compañeres de la asociación No Binaries España”. Su identidad de género no se asocia ni a un hombre ni a una mujer: “No me expreso ni como una persona masculina, ni como una femenina. Un amigo me dijo hace años que si yo fuera una pegatina, él no sabría donde pegarme porque no entendía donde encajaba”.  

Ya ha contado a su círculo más cercano cómo se siente, pero no lo ha hecho en el trabajo: “Ahí no hablo de mi identidad, me da miedo que me juzguen y yo tengo que seguir pagando el alquiler”.

El motivo de su ausencia en el acto es por la aprobación definitiva, en febrero de 2023, de la ley trans, que permite el cambio de sexo en el registro sin necesidad de informes médicos ni tratamientos. Esta normativa dejó fuera a las personas no binarias que reclamaban una tercera casilla en los documentos oficiales: “Para la ministra de Igualdad, Ana Redondo, no somos una prioridad”.

Por otra parte, no quiere participar en un acto organizado por la Comunidad de Madrid. “Derogan los derechos LGTBIQ+ y ahora les interesa sumarse a este evento porque da dinero y atrae turismo. Si nos apoyan, que sea en todo y no solo en lo que les compensa”, reprocha. Además, Abián no está conforme con la participación de numerosas marcas en el desfile: “Es pinkwashing, no están comprometidos con ningún tipo de igualdad y mañana se habrán olvidado de nosotres”.

Asmi Ananda Molina, 64 años: “He necesitado 50 años para poder estar orgullosa de mi cuerpo y de mi ser” 

Asmi Ananda Molina es agricultora, tiene 64 años y cuando nació en 1960 el doctor le dijo a sus padres que era un niño, aunque los animó a registrarle como mujer “para que no hiciera la mili”. Nació con un micropene sin testículos externos, tampoco tenía vulva. Pero por sus caracteres sexuales secundarios en la adolescencia sus mamas se desarrollaron. Sin embargo, no tenía la menstruación. “Con 16 años me castraron las gónadas y empezaron a hormonarme con estrógenos. Me rompieron los esquemas”, relata. Confundida solicitó una vaginoplastia de la que ahora se arrepiente: “Todo el mundo decía que era una chica, aunque yo no lo sintiera”. 

Vive en Burgos y ha venido este sábado a Madrid para visibilizar a la comunidad intersexual de la que forma parte: “Somos personas olvidadas y no visibles porque tenemos cuerpos insumisos y rompemos la norma”. Calcula, según organismos internacionales, que entre el 0,5% y el 1,7% de la población mundial presenta esta condición con “corporalidades distintas por variaciones biológicas durante la formación fetal”. 

Se define como activista y está en contra de toda “mutilación genital”. Por ello, ha acudido al Orgullo en Madrid: “He necesitado 50 años para poder estar orgullosa de mi cuerpo y de mi ser. Nos recetan silencio para evitar el rechazo, pero nadie es quién para marcar nuestros límites y decidir lo que somos”.

Eduardo Ventura: “Hoy es un día para agradecer a las personas que lucharon antes”

Eduardo Ventura no consigue estar más de un minuto sin que le pidan una foto. Su traje de flores rosas deslumbra entre los primeros asistentes de la manifestación del Orgullo que acuden a la calle Atocha, que empieza a llenarse. Hasta el personal de seguridad se acerca para sacar su instantánea.

De origen brasileño y de adopción italiano, Ventura vino por primera vez al Orgullo de Madrid en 2011. Tiene 42 años, vive en Madrid y se dedica a la hostelería, aunque fue Drag Queen en su día. Para él, esta manifestación es una manera de “reivindicar derechos” y de agradecer la lucha de las generaciones anteriores. “Las personas que lucharon antes, décadas atrás, nos abrieron el camino para poder expresarnos con libertad”, cuenta. Además, también lo considera una manera de “conocer a gente nueva” y de “hacer amigos”.

Conocedor de la política de Italia, país en el que pasó su infancia, reconoce sentir “un poco de miedo” por el auge de la extrema derecha en Europa. “Nosotros tenemos a Giorgia Meloni, pero confío en la solidez de la Unión Europea para que no nos quiten los derechos conseguidos”, argumenta, mientras atiende a los siguientes viandantes que le piden otra foto.

Colombia: el primer país invitado en la historia del Orgullo

Este año, por primera vez en la historia de Orgullo de Madrid, hay un país invitado. Se trata de Colombia y como visitante tiene una carroza en el desfile que sigue a la manifestación. Además, el país sudamericano ha recibido el premio MADO 2024, por el esfuerzo por convertirse en un destino inclusivo para los turistas LGTBI+.  

El premio lo recibió, durante el pregón inaugural del Orgullo, Carmen Caballero, presidenta de ProColombia, la empresa encargada de posicionar la marca país. El año pasado, la cifra de visitantes rozó los seis millones, lo que supuso más de 9.000 millones de dólares, según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Caballero, que también es parte del colectivo —se define como lesbiana—, defiende que es “un derecho humano elegir cómo vivir, a quién quiere amar y cómo quieres hacerlo”.

Este año, Colombia acogerá el Interpride, un evento que reúne a los organizadores de las marchas del orgullo de todo el mundo y que por primera vez se desarrollará en Latinoamérica; será en Medellín. Además, Colombia, que legalizó el matrimonio igualitario en 2013, ha recibido el premio al mejor destino turístico internacional inclusivo durante Fitur 2024, un reconocimiento que se suma al otorgado en 2018 por los World Travel Awards 2018, como el mejor destino turístico en Sudamérica para los viajeros LGBTI+.

El actual Gobierno de Gustavo Petro ha incluido en su discurso constantes referencias a la equidad en diferentes ámbitos de la sociedad. En enero de 2023, creó el Ministerio de la Igualdad, al frente del que se sitúa la vicepresidenta, Francia Marquéz. Aún queda trabajo por hacer para garantizar la normalización LGTBI+, como lo demuestran los 42 asesinatos y 840 casos de violencia registrados en 2022 contra personas LGTBI+, según datos oficiales; o la brecha laboral (del 12,5%) entre el colectivo y la población heterosexual.

Juan Giraldo, 25 años: “Tuve que emigrar por ser gay”

Juan Giraldo tiene 25 años y es community manager. Vive en Madrid desde el año 2022, pero creció en Santiago de Cali (Colombia). Cuenta que se mudó de su país tras sufrir violencia por parte de un familiar y una cruel homofobia con un acoso constante. “Poder salir a la calle tranquilo era muy difícil”, relata.  

Cuando empezó a explorar su sexualidad, asegura que en el colegio le hicieron “la vida imposible” entre alumnos y profesores. Incluso, su madre llegó a recibir una denuncia porque varios progenitores de sus compañeros consideraron que la orientación sexual de Giraldo perjudicaría a los pequeños.  

Tras verse amenazado también por los padres de su expareja, huyó a España desesperado. “Tuve que emigrar por ser gay”. A los pocos meses encontró en Madrid la Fundación Eddy G, una organización sin ánimo de lucro que brinda hogar a jóvenes de la comunidad LGTBI+ en riesgo de exclusión social. “Me dieron estancia gratuita durante un año, apoyo psicológico e inserción social”, explica. 

Confiesa que en la capital se siente muy protegido y aceptado, “sobre todo, muy tranquilo”, una sensación que nunca antes había experimentado. “Colombia no es un buen sitio para ser homosexual, los asesinatos contra el colectivo son frecuentes”, advierte. Teme el auge de la extrema derecha en Europa. “Para mí el Orgullo es la conmemoración de los que murieron por ser homosexuales y nos abrieron el camino para que hoy lo tuviésemos más fácil”, concluye.

Colombia presenta su carroza del orgullo con la que busca atraer a miles de turistas

La carroza número 33, entre las que participan del Orgullo, pertenece a Colombia, al país invitado de MADO 2024, que por primera vez en la historia ha incluido esta figura en la celebración.
Se reconoce por el vallenato y la cumbia que truenan por sus altavoces y por la guacamaya (ave tropical) que resalta en el colorido vinilo con el que han forrado el autobús.

Entre los 70 invitados a esta carroza figuran empresarios, activistas de la comunidad LGTBI+, una delegación del carnaval de Barranquilla  y autoridades de las sedes diplomáticas y entidades como ProColombia o la cámara de diversidad. El encargado de amenizar el ambiente es Dj Bastian, un colombiano residente en Barcelona que ha viajado a la capital para pinchar en esta carroza del Orgullo.

Felipe Cárdenas, de 40 años, es presidente de la Cámara de la Diversidad de Colombia, una entidad que trabaja con mas de 400 empresas que se han comprometido con el turismo de inclusión. Él ha viajado desde Colombia hasta Madrid para “ratificar este compromiso”.

Cárdenas explica que hay tres factores claves para hacer de un país un destino atractivo para la comunidad LGTBI+. Primero: la seguridad —“Colombia tiene el segundo marco de derechos LGTBI más robusto de América Latina”; segundo: una oferta que “abrace la diversidad” tanto en términos gastronómicos como biodiversos; y tercero: “un destino que sea barato para los turistas”. Y dice: “Hoy Colombia es un país muy competitivo por el precio de su moneda”.

En la carroza colombiana también viajará Camilo Guerrero, colombiano de 39 años residente en Madrid, a quien la asistencia a este evento le ayuda a “reforzar el ejercicio de ciudadanía como diáspora diversa”. Viene a celebrar, pero también a alzar la voz: “No podemos negar lo evidente: estamos en un contexto global que ha entrado a poner en jaque las conquistas jurídicas del colectivo. Así que también es hora de reivindicar nuestros derechos”.
 

Federación Estatal LGTBI+: “Queremos conseguir un pacto de Estado contra los discursos de odio”

Asociaciones y figuras políticas han incidido sobre las dos reivindicaciones clave de esta edición del Orgullo: educación en diversidad y un pacto de Estado contra los discursos de odio.

Ronny de la Cruz, presidente de COGAM, ha pedido que los centros educativos sean espacios seguros para la diversidad. "Estamos celebrando quiénes somos, ese recurso de inconstitucionalidad contra las leyes de Madrid que pretenden cercenar derechos. Estamos reivindicando el fin de los discursos de odio, que haya diversidad en las aulas. Necesitamos escuelas libres de homofobia, bifobia y transfobia", ha asegurado De la Cruz.

El presidente de COGAM se ha referido, precisamente, a los retrocesos en la educación en la Comunidad de Madrid por cuenta de las modificaciones de las leyes trans y contra la LGTBIfobia regionales que hizo el PP de Isabel Díaz Ayuso el pasado diciembre. Entre los artículos modificados de la Asamblea de Madrid hay, según ha explicado COGAM, retrocesos en la formación sobre diversidad en las aulas.

También ha intervenido Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, que ha resaltado otro de los compromisos que exigen al Estado. "Queremos conseguir un pacto de estado contra los discursos de odio en las instituciones, que ya está en el Congreso de los Diputados", ha recordado Sangil. En junio, la Comisión de Igualdad aprobó una subcomisión contra los discursos de odio y ahora se espera que el pacto avance en la Cámara.

Este es el último Orgullo de Uge Sangil como presidenta de FELGTBI+, la federación estatal que agrupa 55 organizaciones LGTBI+ en toda España. Sangil fue elegida por primera vez como líder de FELGTBI+ en 2018 y fue reelegida en 2021.

Yolanda Díaz: “Cuando las personas LGTBI+ ganan derechos, todas, todos y ‘todes’ ganamos derechos”

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha acusado en la manifestación del Orgullo a los gobiernos del Partido Popular y Vox de “atacar a las personas LGTBI+” en las comunidades donde gobiernan. “No van a ganar”, ha repetido hasta tres veces.

Díaz, ataviada con las pulseras de la bandera LGTBI+ y trans y un abanico con el arcoíris, también se ha referido a las modificaciones de las leyes de protección contra la LGTBfobia y la trans en la Comunidad de Madrid. “Las personas del colectivo que viven en Madrid tienen que tener los mismos derechos que las del resto del país”, ha expresado. “Cuando las personas LGTBI+ ganan derechos, todas, todos y ‘todes’ ganamos derechos”. El Gobierno presentó hace unos días un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional para impedir la aplicación de las modificaciones. Y se ha comprometido a seguir avanzando en el Pacto de Estado por los derechos LGTBI+ que reclaman las asociaciones.

Además, ha hecho un llamamiento a “defender la democracia”, en referencia al auge de la extrema derecha en las últimas elecciones europeas. “Estos derechos que estamos defendiendo hoy están siendo cuestionados en demasiadas partes del mundo. Hay estados de la Unión Europea con vulneraciones de derechos”, ha mencionado.

Por último, ha ensalzado la posición de España respecto a los derechos y libertades del colectivo. “No vamos a parar hasta conseguir una sociedad más diversa, más inclusiva y con más esperanza”, ha sentenciado.

Álex Robles, 30 años: “Me han dicho mil veces que era una etapa vital y que estaba confundido” 

Álex Robles tiene 30 años, es salmantino y vive por primera vez el desfile estatal del Orgullo. Quiere reivindicar mejoras porque detecta “un retroceso en el apoyo al colectivo y una apropiación excluyente del movimiento que deriva en pinkwashing”. Por otra parte, considera que las instituciones madrileñas deben preguntar “qué necesitan las personas LGTBIQ+ y no decidir por ellas”. 

Considera que él ha tenido suerte de poder salir del armario a los 16 años. Asegura que la media en las personas bisexuales que conoce se sitúa en los 30. “La bifobia se sufre dentro y fuera del movimiento, siempre toca dar explicaciones que no se exigen a las demás personas”, explica. Piensa que se cuestiona mucho más su orientación sexual: “Me han dicho mil veces que era una etapa vital, que estaba confundido y que era gay, pero que no lo tenía muy claro”. 

Asegura que en su ciudad natal se respira odio contra el colectivo. “Es una sociedad bastante conservadora, igual que la del resto de Castilla y León. Se refleja en nuestro Gobierno autonómico”, expresa. Cree que las agresiones físicas y verbales han aumentado y lamenta “vivir en la única autonomía sin una ley LGTBIQ+ específica”.

García, en la primera carroza de Sanidad en la historia del Orgullo: “Esto es una demostración de cómo se lucha por la libertad”

Pasadas las 19:00 horas, la música electrónica ruge estridente por el altavoz de la carroza número 10, que espera en la calle de Méndez Álvaro el pistoletazo de salida. Una multitud de personas baila, brinda y agita banderas de arcoíris, mientras intercambian risas y palabras. Desde esta carroza vivirá el Orgullo la ministra de Sanidad, Mónica García, quien a su llegada ha definido este evento como “una fiesta de reivindicación, lucha y alegría, frente a una derecha amargada que quiere cercenar los derechos y las libertades”.

Es la primera vez que un ministerio del Gobierno se une a la fiesta de la comunidad LGTBI+ con un vehículo. “Aquí hay una demostración de cómo se lucha por la libertad, mientras en el mundo de la derecha solo caben las Melonis, los Orban, los Milei y las Ayuso”, ha dicho a EL PAÍS en medio de una marea de abrazos.

García ha atacado la reforma autonómica a la ley trans impulsada por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, al considerarla “un retroceso y una patologizacion de las personas LGTBI+”. Pero insiste: “Frente a sus ‘te voy a hacer hetero a hostias’ o te voy a cercenar tus derechos a través de leyes completamente anacrónicas, aquí estamos celebrando el orgullo y ampliando derechos y libertades”.

En la carroza del ministerio de Sanidad también participa Cesida, la coordinadora estatal de VIH y sida que, desde su fundación en 2002, ha abierto 76 entidades en las 17 comunidades autónomas para visibilizar y combatir esta enfermedad.

El Gobierno se compromete a impulsar un pacto de Estado contra los discursos de odio

El lema de la segunda pancarta de la cabecera de la manifestación, sostenida por algunos de los principales colectivos LGTBI+ y por los líderes de los dos sindicatos mayoritarios del país, Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, reza: “Por un pacto de Estado contra los discursos de odio”. Esta es una de las principales demandas que vienen realizando las asociaciones en los últimos meses ante el aumento de los delitos de odio contra el colectivo.

Tanto la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, como la ministra de Igualdad, Ana Redondo, se han comprometido este sábado a seguir trabajando en el pacto para conseguir que se unan todas las fuerzas políticas.

Sobre el acuerdo entre el Ministerio de Trabajo, los sindicatos y la patronal, cosechado a principios de junio para garantizar la igualdad del colectivo LGTBI+ en las empresas, el líder de UGT, Pepe Álvarez, ha esgrimido su satisfacción. “Es fundamental. Todos los derechos del colectivo se habían quedado a las puertas de las empresas, y ahora las hemos abierto”, ha explicado con la pancarta entre las manos y al ritmo de Dancing Queen, de ABBA. Aunque también ha matizado que los resultados no van a ser “de hoy para mañana”.

Irene Montero: “Es el primer Orgullo que celebramos con un retroceso institucional en Madrid” 

La exministra de Igualdad Irene Montero no está en la cabecera del Orgullo LGTBI+ de Madrid, que está a la altura del Museo del Prado. Por el contrario, ha dado sus declaraciones desde un kilómetro atrás, en la zona de carrozas junto a la estación de Atocha. Montero, ahora eurodiputada por Podemos, ha asegurado que esta jornada no es enteramente de celebración. “Todavía tenemos que pelear por el cupo laboral trans, por los derechos de las personas LGTBI mayores. Las instituciones aún tienen demasiado por hacer. Lejos de lo que nos han dicho, esto no ha hecho más que empezar”, ha afirmado Montero. 

La exministra ha criticado que esta edición del Orgullo en Madrid se da justo unos meses después de que el PP de Isabel Díaz Ayuso haya modificado las leyes regionales trans y contra la LGTBIfobia cuya nueva redacción, según han denunciado asociaciones LGTBI, ha supuesto un retroceso en derechos. “Es el primer Orgullo que celebramos con un retroceso institucional en Madrid. Ojalá la señora Ayuso y el señor Almeida viniesen a esta fiesta para saber lo que es la libertad: esto es la libertad”, ha dicho Montero. Ni el alcalde de Madrid ni la presidenta de la Comunidad de Madrid asisten a los actos de este 6 de julio.

La secretaria política de Podemos ha hecho referencia también al conflicto en Palestina. “Mientras haya una sola persona sufriendo la violencia del estado genocida de Israel, no podemos celebrar el Orgullo en plenitud”, ha sostenido Montero, tras acusar a Israel de hacer pinkwashing durante el mes del Orgullo.

Las canciones del Orgullo: del ‘A quién le importa’ de Alaska al ‘Ay mamá’ de Rigoberta Bandini

Ninguna de las canciones que suenan en la cabecera de la manifestación del Orgullo está elegida al azar. Desde el A quién le importa de Alaska, con la que ha comenzado la marcha, pasando por el Ay mamá de Rigoberta Bandini o Nochentera, de Vicco. Temas reivindicativos que abogan por la libertad sexual e interpretadas por artistas que se han posicionado a favor del colectivo.

Por los altavoces que encabezan la marcha también ha sonado el Saturday Night, de Wighfield, con la que los asistentes a la manifestación se han animado a marcarse el mítico baile, o el Caliente, caliente, de Raffaella Carrà.

Entre canción y canción ha habido pequeñas pausas para reivindicar. En protesta por los carteles del Orgullo colgados por el Ayuntamiento de Madrid (PP), en los que no se hacía ninguna mención a la bandera ni a las siglas LGTBI+, se ha gritado: “No somos condones ni copas ni tacones”.

Boris Shiniaev, 49 años: “Vivir tu sexualidad en Rusia de forma abierta es muy duro”

Boris Shiniaev tiene 49 años y es ruso. Se mudó a España en octubre de 2022 con su novio y otro joven. Los tres huían “de la guerra y la violencia homofóbica del país”. Shiniaev, que se dedica al diseño gráfico, no podía tolerar estar en un sitio donde existen leyes que penalizan al colectivo: “Vivir tu sexualidad en Rusia de forma abierta es muy duro”. 

Junto a seis amigos rusos sale este Orgullo en Madrid tras “ser obligado a abandonar el país y dejar atrás todo por las crueles persecuciones y represiones”. Juntos invitan a no olvidar a los compañeros que no consiguen emigrar por la falta de vías legales y viven “ocultando su identidad”. 

En Rusia la comunidad LGTBI+ está oficialmente reconocida como extremista, según apunta Shiniaev. “Se puede ir a la cárcel por la identidad. Puedes ser arrestado por trabajar en un bar gay. Incluso en casa las personas del colectivo no están seguras. Las bandas, respaldadas por el Gobierno, organizan citas falsas para luego golpear y humillar a las personas. En la República de Chechenia se practican secuestros violentos, torturas y ejecuciones extrajudiciales de personas por su supuesta orientación sexual”, recogen en su manifiesto. 

A Shiniaev le preocupan las políticas del partido político de Vox porque considera que tachan a los movimientos LGTBIQ+ de propaganda. “Así empezó el Gobierno ruso, ese fue su primer paso”, advierte tras contar que no le ha gustado que en el cartel del Orgullo de Madrid no apareciese la bandera ni las siglas del colectivo.

Leticia Rey, 37 años: “No me atrae nadie sexualmente, pero me puedo enamorar”

Leticia Rey tiene 37 años, es profesora de Lengua y Literatura y vive en Toledo. A los 15 años supo que era asexual. “No me atrae nadie sexualmente, pero no soy arromántica, es decir, me puedo enamorar”.

En su adolescencia se sintió muy confundida y empezó a pensar que tenía algún problema. “Vas a una consulta médica, pero realmente no tienes nada malo”, expresa. Además confiesa que se inventaba que tenía novio para que sus amigas le dejasen tranquila.

Durante años vivió “en una disociación” hasta que encontró personas que estaban en su misma situación: “Volví a mi cuerpo y fui feliz”. Ha salido del armario hace muy poco, pero tiene una pareja desde hace mucho tiempo, ya lleva cuatro años casada con su marido, que sí siente deseo sexual: “Llegamos a un trato para estar los dos a gusto, siempre con consentimiento y sin forzar nada ni por un lado ni por el otro”.

Siente que es importante estar en el Orgullo de Madrid porque ella y muchas de sus compañeras se han sentido juzgadas muchas veces. “Antes de expresar lo que sentimos nos llaman frígidas o asexuadas, después nos comentan que si somos así es porque no nos quiere nadie y que no deberíamos de vestir con ropa provocativa“.

Encarni Bonilla, presidenta de Chrysallis: “Hay que celebrar que seguimos visibilizando las infancias trans”

Las infancias trans también participan del Orgullo de Madrid. En la cabecera, Encarni Bonilla, la presidenta de Chrysallis, la Asociación de Familias de Infancia y Juventud Trans, ha recalcado: “Hay que celebrar que seguimos visibilizando las infancias trans y que por mucho que quieran recortar nuestros derechos, no van a recortar nuestras vidas”.

Bonilla ha llevado la pancarta que abre la manifestación del Orgullo. Más atrás, varias familias y niñas y niños que forman parte de la asociación marchan con la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ (ADI). “Estamos en el bloque con ADI, porque para nosotres la inclusión de la juventud en el deporte es muy importante. Vienen las familias con sus niñes para visibilizarles y reivindicar nuestros derechos”, ha asegurado Bonilla.

Chrysallis es una organización creada en 2013 para orientar a las familias con hijas e hijos LGTBI+ que necesiten una guía para su integración en los centros educativos o para sus procesos de transición, entre otras necesidades. Esta ha sido, además, una de las organizaciones que ha liderado en Madrid la oposición a la reforma de las leyes regionales trans y contra la LGTBIfobia. “Creo que se impondrá el sentido común y el Tribunal Constitucional anulará esas reformas”, ha opinado Bonilla sobre los dos recursos de inconstitucionalidad que presentó en junio el Gobierno contra las modificaciones normativas aprobadas por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. 

Las 51 carrozas comienzan a subir por el Paseo del Prado

Dos horas después de que la manifestación del Orgullo comenzara a ascender por el Paseo del Prado, ha llegado el turno de las carrozas. Son 51, gestionadas por los colectivos LGTBI+ más relevantes, partidos políticos y empresas privadas del sector tecnológico, hostelero y de productos de belleza.

Lidera el desfile la carroza de COGAM con un lema estampado en uno de los laterales sobre un fondo arcoíris en el que se lee: “Aprendiendo con diversidad, viviendo con orgullo”, seguido de la carroza de FELGTBI+, la asociación nacional del colectivo.

La música en vivo marca la personalidad de cada carroza. La electrónica y el reguetón son los géneros que predominan. Los integrantes de las carrozas interactúan con el público que flanquea el Paseo del Prado, ya sea bailando a distancia, arrojándose agua con pistolas de juguete o posando para infinidad de cámaras que registran el paso de los camiones y autobuses temáticos. “Viva la igualdad, no a la discriminación”, azuzaba el animador de la carroza de la cadena pública de medios de comunicación.

Como novedad en el desfile están la carroza 10, que se ha convertido en la primera gestionada por el Ministerio de Sanidad en la historia del Orgullo y la 33, en la que se moviliza la delegación de Colombia, el primer país invitado en más de cuatro décadas de celebración.

La educación, eje central del manifiesto del Orgullo

La educación ha sido el eje central del manifiesto del Orgullo LGTBI+. "El propósito es claro: promover la educación en diversidad como herramienta fundamental para combatir el odio contra la diversidad", ha expresado Ana Silva, de la asociación COGAM, alrededor de las 21:50 en la Plaza de Colón de Madrid, acompañada de decenas de miembros de las asociaciones y ante la escucha de miles de manifestantes que se han agolpado en la plaza.

El lema de este año, 'Educación, Derechos y paz: Orgullo que transforma', ya avanzaba por dónde irían  los tiros. Jurgi Erquicia, también de COGAM, ha querido resaltar la contradicción de que, mientras cada vez hay más visibilidad entre el alumnado y se normalizan las distintas orientaciones e identidades sexuales, aumenta también "la violencia lgtbifóbica".

"Porque el alumnado que reconoce tener prejuicios en las aulas se ha duplicado pasando del 14,70% en 2019 al 35% en 2022. Porque un 22,80% de las personas LGTBI+ reconoce haber sufrido acoso escolar. Porque 8 de cada 10 centros no abordan la prevención del odio. Y porque ante el acoso, en dos de cada tres situaciones, no se hace nada" ha enumerado Erquicia.

Por todo esto, han reclamado "la eliminación de los discursos de odio y del pin parental", "una formación en diversidad obligatoria" y "la inclusión en el currículo de asignaturas optativas de contenidos relacionados con la diversidad afectivo-sexual".

El Orgullo exige la implementación completa de la ley trans y la ley de Igualdad de Trato

El manifiesto del Orgullo leído por varios líderes de organizaciones también ha exigido la defensa y garantía de derechos de las personas LGTBI+. Aunque ha destacado avances como la aprobación de la Ley de Igualdad de Trato en 2022 y la Ley Trans en 2023, ha recordado que aún faltan elementos por implementar. "Exigimos que se nombre ya la Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y la No discriminación, herramienta fundamental para garantizar la igualdad en nuestro país", ha leído Iñaki Paredero, activista LGTBI+.

Y ha agregado: "Reclamamos que se pongan en funcionamiento los Planes de diversidad LGTBI+ en las empresas, garantizando así la igualdad en el ámbito laboral".

El manifiesto, finalmente, ha pedido que España reconozca registralmente a las personas no binarias y que regule el cambio registral a las personas trans migrantes. "Pedimos a las instituciones que tumben la vergonzosa ley de Ayuso que ha mutilado las leyes trans y LGTBI+ de la Comunidad de Madrid, la primera involución en derechos desde la democracia", ha agregado Paredero durante la lectura.

Encarni Bonilla, madre de un niño trans: “Ayuso tiene que escuchar a la infancia trans y a las familias o las consecuencias serán irreparables”

Encarni Bonilla, tiene 50 años es madre de un niño transexual y pertenece a la Asociación Chrysallis, de Infancia y Juventud trans: “Estoy aquí para defender los derechos de nuestros niños y que puedan vivir en libertad”.

Su hijo verbalizó quién era a los 10 años, ahora tiene 13. Ya ha realizado su “tránsito interno”, siendo él mismo con la familia y con el resto del entorno. Ya ha cambiado su nombre en el DNI, pero fue, según su madre, un proceso desagradable. Toma bloqueadores para evitar la pronunciación de sus caracteres secundarios, como las mamas. Bonilla se siente agradecida por el equipo médico que les acompaña, ya que conoce casos que se han topado con “profesionales tránsfobos”.

“Hay leyes que no se ajustan a estos menores y en Madrid la situación es mucho peor. Ayuso tiene que escuchar a la infancia y a las familias o las consecuencias serán irreparables”, denuncia Bonilla. Siente que en la Comunidad de Madrid su hijo no está protegido. Además, reclama más formación al profesorado y al alumnado para que estas personas puedan recibir un trato correcto.

Cristina García: “Me siento utilizada porque esto es lo que vende ahora” 

Cristina García, 33 años, de Madrid, tuvo que esperar a los 21 años para darse cuenta de que era lesbiana. “Me gustó una chica en la universidad y después, cuando empecé a salir de fiesta, vi que de repente empezaba a fijarme en chicas. Yo tenía novio y lo que hice fue dejarle y empezar a salir con la chica”.

A sus amigos se lo contó según le iba pasando y luego llegó el turno de su familia. “Cuando mi madre regresó del extranjero donde vivía, me fui a tomar algo con ella y se lo conté”, recuerda. “Y ella fue la que se lo contó a mi padre, porque yo no me atreví. Tenía 23 años cuando salí del armario”.

Rehúye de los políticos, en especial los de la Comunidad de Madrid: “Este colectivo solo les importa cuando da dinero. Me siento utilizada, porque es lo que vende ahora, todos con las banderas, pero en las leyes es donde se tiene que ver y las que hay son antiguas. A nivel estatal me siento más amparada, porque la izquierda siempre ha hecho mucho más por el movimiento”.

Marquesa Manresa: “Ser trans no es estar operado o feminizado”

Marquesa Manresa, de 26 años, vive en Madrid, donde trabaja en una agencia de publicidad, pero es de Priego (Córdoba). Desde “pequeñito” sabía que era una mujer, pero no se atrevía a compartirlo con nadie. Hasta que la cabeza le hizo “clic” y decidió entonces “luchar” por sus derechos, por ser ella misma, por ser “real”.  Confiesa que este sábado ha salido por fin del armario: “Hoy es cuando he salido al mundo, para mi familia y para mi entorno”. Marquesa quiere dejar claro que “ser trans no es estar operado o feminizado, son valores que tenemos dentro, que van más allá de un bigote o unas tetas”.

Se siente una persona “con suerte”, pues disfrutó de una infancia “preciosa” en la que se sintió “muy arropada” por su familia y goza de un buen clima de trabajo. “De pequeño me podía poner falda, el pelo rubio... Mucha gente no ha podido tener ese entorno libre y seguro”, se emociona. No ha tenido muchas parejas y cree que es complicado por su identidad. “No todo el mundo se fija en ti, ni te quiere. Nos quieren más como objeto sexual que como personas de las que enamorarse”.