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Masiva manifestación del Orgullo en Madrid: “Quieren devolvernos al armario: no lo vamos a consentir”

Cientos de miles de personas se concentran en la capital para defender los derechos conseguidos, reivindicar la educación como un antídoto contra el odio y reclamar más avances

Manifestacion  Orgullo 2024
Un momento de la manifestación del Orgullo en Madrid, este sábado, donde se han congregado cientos de miles de personas.Andrea Comas

Las personas LGTBI+ han mandado este sábado un mensaje claro desde Madrid: “Salimos valientes a decir a quienes nos amenazan que somos muchas más”, ha afirmado la presidenta de la FELGTBI+, Uge Sangil, poco antes de ponerse al frente de la manifestación estatal del Orgullo en Madrid. Como ella, miles de personas han acudido al centro de la capital ―300.000 según delegación de Gobierno y más de un millón, según la organización― para seguir la marcha reivindicativa, con el lema Educación, Derechos y Paz: Orgullo que transforma.

“La educación en diversidad es una herramienta fundamental para combatir el odio”, han remarcado las organizaciones en su manifiesto, leído desde la plaza de Colón en torno a las 22.00. Poco antes, había llegado la cabecera de la manifestación, que arrancó a las 19.00 desde Atocha, y en la que estaban presentes, entre otros: el presidente de Cogam, Ronny de la Cruz; la activista por los derechos de las personas LGTBI+ con discapacidad, Ángeles Blanco; la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la ministra de Igualdad, Ana Redondo; o los ministros de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y Cultura, Ernest Urtasun.

“Hay una ola de ultraderecha y represión que quiere devolvernos al armario y está generalizando una ofensiva peligrosa que pretende recortar la libertad, la igualdad y la democracia. No vamos a consentirlo. Este Gobierno es un dique de contención”, ha dicho la ministra Redondo. Los delitos de odio se han incrementado un 33,1% en España el año pasado, según los últimos datos de la Fiscalía, que en su informe anual al respecto constataba que más del 80% de los mismos no se denuncian. Unos delitos que, según la institución judicial, “contribuye a estigmatizar y generar un imaginario de prejuicios que muchas veces llevan a la comisión de delitos físicos”.

“Queremos un pacto de Estado contra los discursos de odio”, ha insistido desde la marcha la presidenta de la FELGBTI+, cuyo mandato acaba este año. Justamente, el lema de la segunda reivindicación de la concentración ―la comitiva sumaba 92 pancartas― reclamaba ese acuerdo.

Actualmente, España destaca en el ranking de países ―ocupa el cuarto puesto― que elabora anualmente la ILGA (la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales) basándose en criterios de seguridad y garantías para el colectivo. El país del sur de Europa se convirtió en un referente LGTBI+ en 2005, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) aprobó el matrimonio igualitario; y dos años después, la Ley de Identidad de Género. La última normativa a favor del colectivo data de 2023, tramitada por el Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos: la llamada ley trans (Ley 4/2023 para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI+).

Los derechos del colectivo “están siendo cuestionados en demasiadas partes del mundo”, ha denunciado Yolanda Díaz. “Hay estados de la Unión Europea con vulneración de derechos”, ha ahondado en referencia al auge de la extrema derecha en algunos países del continente. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE confirma “signos de progreso” en la región. “Sin embargo, la intimidación, el acoso y la violencia continúan siendo amenazas constantes”, avisan desde el organismo, que insta a los países a “actuar con decisión y reforzar los avances logrados”, además de elaborar políticas robustas que contrarresten la discriminación y protejan los derechos conseguidos.

Cervezas frías y abanicos arcoíris

Mientras, en los aledaños del paseo del Prado, y conscientes de los más de 30 grados que azotaron Madrid durante la tarde, un grupo de jóvenes se repartía unas cervezas frías. “Va a ser un día largo; hay que venir bien preparadas”, comentaba Andrea Martínez, madrileña de 28 años. Los vendedores ambulantes también aprovechan la oportunidad: Entre los objetos más demandados, aparte de las banderas del colectivo, estaban los abanicos arcoíris. “Si saco 100 euros me doy por satisfecho”, resumía uno de ellos. De fondo resonaba el himno LGTBI+ A quién le importa (de Alaska y Dinarama).

Un poco más atrás, la música rugía en la carroza del Ministerio de Sanidad a la espera de iniciar su recorrido. Es la primera vez que un ministerio del Gobierno se unía con un vehículo al evento, “una fiesta de reivindicación, lucha y alegría, frente a una derecha amargada que quiere cercenar los derechos y las libertades”, ha dicho la ministra Mónica García. “Aquí hay una demostración de cómo se lucha por la libertad; en el mundo de la derecha solo caben las Melonis, los Orban, los Milei y las Ayuso”, ha continuado. García también ha atacado la reforma a la ley trans autonómica, impulsada por el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso (PP); ha descrito la reforma como “un retroceso y una patologizacion de las personas LGTBI+”.

Una de las organizaciones madrileñas que más se ha opuesto a las modificaciones de Ayuso es Chrysallis, dedicada a las familias y la infancia y juventud trans. “El Tribunal Constitucional anulará esas reformas”, ha vaticinado Encarni Bonilla, presidenta de la asociación, en referencia a los recursos de inconstitucionalidad presentados en junio por el Gobierno de España contra las modificaciones de la Comunidad de Madrid. “Hay que celebrar que seguimos visibilizando a las infancias trans y que por mucho que quieran recortar nuestros derechos, no van a recortar nuestras vidas”, ha agregado Bonilla.

“Es el primer Orgullo que celebramos con un retroceso institucional en Madrid”, ha incidido Irene Montero. La eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad no ha estado en la cabecera de la manifestación, sino un poco más atras. “Ojalá la señora Ayuso y el señor Almeida viniesen para saber lo que es la libertad”, ha agregado.

Una de las pancartas de la marcha reivindicativa del Orgullo en Madrid.
Una de las pancartas de la marcha reivindicativa del Orgullo en Madrid. Andrea Comas

A pesar de que el Orgullo de Madrid es uno de los más relevantes de Europa y del mundo, ni la presidenta regional ni el alcalde han asistido a ninguno de los actos. Tampoco han instalado la bandera del colectivo en las sedes institucionales y los carteles municipales del evento han sido criticados por estereotipar a las personas LGTBI+. “No somos condones ni copas ni tacones”, criticaron los manifestantes los anuncios de Almeida.

Un colectivo que se ausentó de este Orgullo fue el de las personas no binarias, pues consideran que la última normativa los ha dejado fuera. Así, reclamaban una tercera casilla en los documentos oficiales que no ha sido recogida en la norma. “Para la ministra de Igualdad no somos una prioridad”, criticaba Samthony Abián, persona no binaria de 29 años, antes de la marcha a la que no acudió.

Este año, por primera vez en la historia del Orgullo de Madrid, había un país invitado: Colombia. Su carroza (una de las 51 que surcaron Madrid hasta la medianoche) era reconocible por el ritmo de vallenato y cumbia que resonaban por sus altavoces. “Vine a celebrar, pero también a alzar la voz”, avisaba Camilo Guerrero, colombiano de 39 años, residente en Madrid, e invitado a la comitiva. Colombia recibió el premio MADO 2024 por sus esfuerzos para convertirse en un destino LGTBI+. Aunque el país es un referente en Latinoamérica, la LGTBifobia perdura: en 2022 hubo 42 asesinatos y 840 casos de violencia, según los últimos datos oficiales. Para Guerrero, “es hora de reivindicar nuestros derechos; estamos en un contexto global que pone en jaque las conquistas del colectivo”.

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