Cáritas advierte sobre la pobreza laboral: la mitad de personas que atendió en 2023 tenían empleo
La organización dio ayuda a 1,3 millones en España el año pasado, por debajo de la cifra prepandemia
El trabajo no garantiza tener una economía familiar estable. La Memoria Confederal de Cáritas, presentada este miércoles en Madrid, señala que un 50% de las personas que acudieron a esta organización el pasado año acudieron a Cáritas pese a tener un trabajo. Además, el informe advierte de que una de cada tres personas atendidas se encontraba en situación irregular. El trabajo es la principal vía para la inserción social, pero la temporalidad y los bajos sueldos hacen que las personas tengan más dificultades para conseguir una estabilidad económica.
“La mejora de la tasa de actividad y la disminución del paro a lo largo de 2023 no se ha traducido en un aumento de la calidad del empleo, sobre todo para las personas en situación de exclusión social. Con una tasa de casi el 12%, España continúa siendo uno de los países de la Unión Europea con mayor índice de pobreza laboral debido a la precariedad, bajos salarios y temporalidad”, ha señalado durante la presentación del informe, este miércoles en Madrid, la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro.
El informe revela que el número de personas atendidas en España volvió a estar en niveles prepandemia, con 1,33 millones de personas. En 2019 fueron 1,4 millones, mientras que con la llegada de covid esa cifra creció mucho en los tres ejercicios siguientes.
Pero, pese a la mejora, la pobreza en España continúa siendo un problema enquistado donde apenas se ven brotes verdes. Cáritas recuerda que un 26% de la ciudadanía, es decir, una de cada cuatro personas, se encuentran en situación de exclusión social. El documento concluye que la pérdida de la función protectora del trabajo, el encarecimiento del precio de la vivienda y la alta burocracia a la que se somete a las personas migrantes impide que la población pueda alcanzar unas condiciones de vida dignas. “Este informe es un reflejo de la memoria social y nos pone frente a una realidad que están viviendo muchísimas personas”, ha lamentado Peiro.
“Nuestro sistema socioeconómico, basado en la rentabilidad económica, la acumulación, el individualismo, la competencia y el consumo desmedido, nos sigue conduciendo a unos índices de desigualdad creciente, una precariedad laboral en aumento y un avance en la degradación del medio ambiente, incompatible con la justicia social y la igualdad en el acceso a derechos”, ha resumido la secretaria general de la organización.
El pasado año, Cáritas invirtió la cifra récord de 486,5 millones de euros para ayudar a más de 2,5 millones de personas dentro y fuera de España. Además, el informe apunta a que una de cada tres personas que fueron atendidas se encontraba en situación administrativa irregular. “Llevamos casi ocho décadas trabajando incansablemente para garantizar la dignidad de las personas. En Cáritas sabemos cómo la lucha contra la pobreza y el amor al prójimo son semillas del bien común para la sociedad”, ha señalado el presidente de la organización, Manuel Bretón.
En tiempos de polarización en los que cada vez más se intensifican los ataques entre los agentes sociales y políticos, Bretón ha reivindicado que Cáritas “tiene que ser una parte de ese extintor que tiene que acabar con el fuego de odio que esparcen ciertos sectores”. No obstante, ha recordado que la organización está disponible en cualquier circunstancia, y ha señalado que las instituciones y los partidos políticos tienen que contar con ellos.
Respecto a la erradicación de la pobreza, Bretón ha asegurado en su intervención que “es necesario acabar con ella y debe ser la preocupación de todas las Administraciones”. “Tenemos que dejar de pensar en la Eurocopa y centrarnos en los objetivos marcados por la Agenda 2030″, ha incidido.
Cooperación internacional
Los distintos proyectos de cooperación internacional que llevó a cabo Cáritas el año pasado sumaron una inversión total de 25,2 millones de euros y sirvieron para atender a 1,2 millones de personas. Dentro de la acción humanitaria destaca, principalmente, el trabajo realizado en Marruecos, Turquía y Siria a raíz de la emergencia producida por los terremotos que afectaron a esos tres países.
Socios, donantes y colaboradores privados aportaron a la organización más de 327 millones de euros en 2023, lo que representa un 6,9% más que durante el año anterior.
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