Ante los riesgos del smartphone, padres brasileños dan a hijos teléfono antiguo

'Dumbphones' se vuelven opción para evitar daños relacionados con redes sociales

Ciento cincuenta reales. Ese fue el precio del celular que la abogada Fernanda Martins compró recientemente para su hijo, de 9 años. Ella forma parte de un grupo de padres que están rescatando los celulares antiguos para combatir los perjuicios de los smartphones al aprendizaje y a la salud física y mental de niños y adolescentes.

Esos viejos aparatos que ofrecen muy poco además de hacer y recibir llamadas ahora se llaman "dumbphones" o "teléfonos tontos". Y, resucitados del ostracismo, comienzan a ser vistos como armas contra los "teléfonos inteligentes", los smartphones.

Esta opción ha sido sugerida por movimientos de padres que, basados en investigaciones, defienden un acuerdo entre familias para que niños y adolescentes no reciban estos aparatos hasta los 14 años y que solo utilicen redes sociales después de los 16.

En Brasil, el Movimiento Desconecta, formado hace poco más de un mes por familias de escuelas particulares y ya con 20 mil seguidores en Instagram, enarbola estas banderas.

El mercado percibió la tendencia y ya la aprovecha. Hay startups siendo creadas para vender estos celulares básicos, y Nokia, gran fabricante de los viejos celulares, puso en su sitio web el eslogan "Dumb phone, smart choice".

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