El volumen de agua tratada que Brasil pierde anualmente por fugas en la distribución sería suficiente para abastecer a 54 millones de personas.
Así lo señala un estudio realizado por el Instituto Trata Brasil basado en datos públicos disponibles en el SNIS (Sistema Nacional de Información sobre Saneamiento).
En 2022, se desperdiciaron más de 3,6 mil millones de metros cúbicos de agua potable solo por este tipo de pérdida (llamada "pérdidas físicas" en el sector).
Considerando otros problemas, como pérdidas comerciales, errores de medición y robos de agua, el valor es aún mayor. Fueron 7 mil millones de metros cúbicos de agua no facturada, equivalente a casi 7,636 piscinas olímpicas desperdiciadas diariamente.
Según la entidad, en el país, alrededor del 37.8% del agua se perdió durante la distribución en 2022 y no llegó a los hogares. El Trata Brasil afirma que el nivel está más de 20 puntos porcentuales por encima del promedio registrado en los países desarrollados, que es del 15%.