E. Aegler/The End Fund
People affected by onchocerciasis (river blindness) develop eye lesions which can lead to visual impairment and permanent blindness.
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Oncocercosis

11 de enero de 2022

Datos y cifras

  • La oncocercosis o «ceguera de los ríos» es una infestación producida por la filaria Onchocerca volvulus.
  • La transmisión al ser humano se hace por exposición repetida a picaduras de moscas negras (género Simulium) infectadas.
  • Entre sus síntomas se encuentran prurito intenso, afecciones cutáneas desfigurantes y discapacidad visual, que puede llegar a la ceguera permanente.
  • Más del 99% de las personas infestadas vive en 31 países del África subsahariana. También existen algunos focos de la enfermedad en dos países latinoamericanos (el territorio yanomami en el Brasil y la República Bolivariana de Venezuela) y en el Yemen.
  • El Estudio sobre la Carga Mundial de Morbilidad estimó en 2017 que hay al menos 220 millones de personas que necesitaban quimioprevención de la oncocercosis, 14,6 millones de las personas infestadas que tenían afectación cutánea y 1,15 millones que habían sufrido pérdida de visión.
  • La principal estrategia que se está aplicando es administrar masivamente ivermectina, con una cobertura terapéutica mínima del 80%. En las zonas de hiperendemia y mesoendemia se necesitan como mínimo de 12 a 15 años de tratamiento para eliminar la transmisión, lo que corresponde a la vida de los ejemplares adultos de O. volvulus. El laboratorio Merck dona la ivermectina bajo la marca Mectizan®.
  • La OMS ha podido verificar que ya no hay oncocercosis en cuatro países, después de decenios de aplicación exitosa de actividades de eliminación de la enfermedad: Colombia (2013), Ecuador (2014), México (2015) y Guatemala (2016).
  • 1,8 millones de personas viven en zonas en las que ya no se requiere la administración masiva de medicamentos contra la oncocercosis.

La oncocercosis o «ceguera de los ríos» es una enfermedad parasitaria producida por el nemátodo filárico Onchocerca volvulus. Se transmite por la picadura de moscas negras infestadas (Simulium spp.) que se crían en ríos rápidos y arroyos, cerca de aldeas remotas situadas cerca de tierras fértiles donde la población depende de la agricultura.

En el cuerpo humano, las filarias adultas producen larvas embrionarias (microfilarias) que migran a la piel, los ojos y otros órganos. Cuando una mosca negra hembra pica a una persona infestada, junto con la sangre ingiere microfilarias, que continúan desarrollándose en el insecto para luego transmitirse al siguiente huésped humano durante picaduras posteriores.

Signos y síntomas clínicos

La oncocercosis es una enfermedad de la piel y los ojos. Los síntomas están provocados por las microfilarias, que se desplazan por el cuerpo humano en el tejido subcutáneo y desencadenan respuestas inflamatorias intensas cuando mueren. Las personas infestadas pueden presentar diversos síntomas, como prurito intenso y diversas afecciones cutáneas desfigurantes, así como lesiones oculares que pueden producir discapacidad visual y ceguera permanente. En la mayoría de los casos se forman nódulos subcutáneos alrededor de las filarias adultas.

Distribución geográfica

Mapa 1. Países donde la oncocercosis es endémica y situación de la administración masiva de medicamentos (AMM) en esos países, 2019.

La oncocercosis afecta principalmente a zonas tropicales. Más del 99% de las personas infestadas viven en 31 países del África subsahariana: Angola, Benin, Burkina Faso, Burundi, Camerún, Chad, Côte d’Ivoire, Etiopía, Gabón, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Kenya, Liberia, Malawi, Malí, Mozambique, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, República Unida de Tanzania, Rwanda, Senegal, Sierra Leona, Sudán, Sudán del Sur, Togo y Uganda.

La oncocercosis se transmite también en el territorio yanomami del Brasil, la República Bolivariana de Venezuela y el Yemen.

Programas de prevención, control y eliminación

Entre 1974 y 2002 se logró controlar la oncocercosis en África Occidental gracias al Programa de Lucha contra la Oncocercosis (OCP), principalmente mediante la fumigación de insecticidas contra las larvas de la mosca negra (lucha antivectorial) desde helicópteros y aviones. Esta acción se complementó con la distribución a gran escala de ivermectina a partir de 1989.

El OCP evitó la infestación de 40 millones de personas, previno la ceguera en 600 000 y logró que 18 millones de niños nacieran libres de la amenaza de la enfermedad y la ceguera. Además, se recuperaron 25 millones de hectáreas de tierras de cultivo abandonadas para el asentamiento y la producción agrícola, con capacidad para alimentar a 17 millones de personas anualmente.

El Programa Africano de Lucha contra la Oncocercosis (APOC) se puso en marcha en 1995 con el objetivo de controlar la oncocercosis en los países de África en los que seguía siendo endémica, y se cerró a finales de 2015, tras el inicio de la transición a la eliminación de la enfermedad. Su principal estrategia fue el tratamiento sostenible con ivermectina dirigido por la comunidad, y, en caso necesario, la lucha antivectorial con métodos ambientalmente inocuos. En el último año del APOC se trató con ivermectina a más de 119 millones de personas y muchos países lograron una gran reducción de la morbilidad asociada a la oncocercosis. Al cierre del APOC, más de 800 000 personas en Uganda y 120 000 en Sudán ya no necesitaban ivermectina.

En 2016 se estableció el Proyecto Especial Ampliado de Eliminación de Enfermedades Tropicales Desatendidas en África (ESPEN) para dar cobertura a las cinco enfermedades tropicales desatendidas contra las que se utiliza la quimioterapia preventiva, con cuatro objetivos fundamentales:

1. Extender la administración de tratamientos hasta lograr una cobertura geográfica del 100%.

2. Reducción gradual: suspender los tratamientos una vez que se interrumpe la transmisión o se logra poner bajo control.

3. Fortalecer los sistemas de información para adoptar medidas basadas en pruebas científicas.

4. Mejorar la eficacia en el uso de medicamentos procedentes de donaciones mediante la mejora de la gestión de la cadena de suministro. El ESPEN se coordina desde la Oficina Regional de la OMS para África.

Con ayuda del ESPEN se siguió ampliando el acceso al tratamiento con ivermectina, llegando a 152,9 millones de personas en 2019, pero el número de personas tratadas se redujo en un 26,9% en 2020 debido a la interrupción causada por la COVID-19.

Endemicidad de la oncocercosis en la Región de África de la OMS (2020)

El Programa para la Eliminación de la Oncocercosis en las Américas (OEPA) se puso en marcha en 1992 con el objetivo de eliminar, para 2015, la morbilidad ocular y la transmisión en todo el continente mediante el tratamiento semestral a gran escala con ivermectina. En 2006 se logró una cobertura de más del 85% y la transmisión se interrumpió en 11 de los 13 focos. Los esfuerzos para eliminar la enfermedad se centran ahora en el pueblo yanomami, que vive en Brasil y la República Bolivariana de Venezuela y abarca una población de riesgo de solo 35 228 personas. 

El 5 de abril de 2013, la Directora General de la OMS envió una carta oficial en la que confirmaba que Colombia había conseguido eliminar la oncocercosis. Colombia fue el primer país del mundo en el que se hace dicha verificación y que la OMS declara libre de la enfermedad. Posteriormente, la OMS declaró el fin de la enfermedad en el Ecuador (en septiembre de 2014), México (en julio de 2015) y Guatemala (en julio de 2016). Más de 500 000 personas ya no necesitan ivermectina en las Américas.

Tratamiento

La OMS recomienda tratar la oncocercosis con ivermectina al menos una vez al año durante un periodo de entre 10 y 15 años. Cuando O. volvulus coexiste con Loa loa, otro nematodo filárico, hay que adaptar las estrategias terapéuticas. Loa loa es endémico en Angola, el Camerún, Chad, Guinea Ecuatorial, Gabón, Nigeria, la República Centroafricana, la República del Congo, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Ocasionalmente, el tratamiento puede causar efectos adversos graves en las personas con altos niveles de Loa loa en sangre. Para tratar estos efectos, los países afectados deben seguir las recomendaciones del Comité de Expertos sobre Mectizan® (MEC) y el APOC.

Respuesta de la OMS

La OMS brinda apoyo administrativo, técnico y en materia de investigación operativa a las tres regiones en las que hay transmisión de la oncocercosis.

La OMS creó en 2017 el Subgrupo de Asesoramiento Técnico para la Oncocercosis, que proporciona orientación y supervisión para la investigación operativa con el fin de determinar cuáles son las zonas endémicas en las que se necesita administrar masivamente medicamentos. En las zonas donde la oncocercosis y la filariasis linfática son endémicas, la investigación se centra en definir estrategias para evaluar conjuntamente ambas enfermedades, con el fin de facilitar la toma de decisiones acertadas para poner fin a la administración masiva de medicamentos.

El diagnóstico de la oncocercosis sigue siendo un reto para los programas. El Grupo Asesor Técnico sobre Diagnóstico de las ETD considera prioritaria la obtención de nuevas herramientas de diagnóstico para esta enfermedad. Se convocó un subgrupo para definir dos perfiles de producto de nuevas pruebas diagnósticas con las que cartografiar la enfermedad y confirmar el diagnóstico a fin de plantearse la interrupción de la administración masiva de medicamentos. Ambos perfiles están disponibles en el sitio web de la OMS.

La Oficina Regional de la OMS para África, que tuvo supervisó el OCP entre 1975 y 2002 y el APOC entre 1995 y 2015, supervisa en la actualidad el ESPEN, que coordina las estrategias de control y eliminación en esa región.

En la Región de las Américas, la OMS colabora con los países endémicos y los asociados internacionales a través del OEPA. En cuanto a la Región del Mediterráneo Oriental, no hay ningún programa oficial para coordinar las actividades, pero los dos países afectados de la región colaboran en las actividades de eliminación de la oncocercosis y reciben ayuda del ESPEN para lograrlo.

Con la transición del control a la eliminación, es preciso cartografiar grandes zonas de África para saber si todavía hay transmisión y si es necesario administrar tratamientos. Se ha elaborado una estrategia de muestreo para cartografiar la eliminación de la oncocercosis con el fin de ayudar a los países a realizar estas evaluaciones e iniciar los tratamientos, si fueran necesarios.

Prioridades de la investigación

Para eliminar la oncocercosis es preciso aplicar un ambicioso programa de investigación que impulse los programas. Se deben satisfacer estas necesidades:

  • Optimizar las estrategias para atender a las poblaciones marginadas y migrantes.
  • Validar estrategias de cartografía e intervención seguras en las zonas donde tanto la oncocercosis como la loasis sean endémicas.
  • Definir los umbrales para iniciar y detener la administración masiva de medicamentos.
  • Obtener medios de diagnóstico fiables para ayudar a tomar decisiones dentro de los programas.
  • Demostrar la utilidad de las medidas de lucha antivectorial para los programas.
  • Probar nuevas pautas terapéuticas.
  • Optimizar el diseño de los estudios mediante nuevas herramientas geoestadísticas.
  • Elaborar estrategias para el periodo posterior a la verificación.
  • Estudiar formas de integrar la vigilancia.