Solo tengo palabras buenas para este hotel: no solo es muy asequible económicamente si compartes gastos, sino que además se encuentra en una zona perfecta de Barcelona, perfecta para moverte sin problemas por lugares cercanos como la Sagrada Familia, a menos de treinta minutos andado desde el hotel.
Las prestaciones de la habitación son básicas y perfectas, lo que si, esperábamos una televisión algo más grande. Nuestro armario estaba un poquito roto y la puerta no se abría con mucha facilidad, pero nada de lo que preocuparnos. Eso si, la única pega es que las paredes eran muy finas, tanto que podía escuchar a las personas que estaban en habitaciones contiguas o encima de la nuestra. Eso era un poco... raro, por que sentíamos que no había privacidad real alguna.