El hotel es una auténtica maravilla. Nos alojamos en la habitación Goya que da a la Ronda Sant Antoni. La insonorización es de otro nivel, no se escuchaba ni el más mínimo ruido. La domotica de la habitación es genial, dispone de persianas eléctricas que ocultan totalmente la luz. Puedes encender y apagar todo desde varios botones y dispone de distintos ambientes de luz.
El baño es precioso y muy bien equipado. La ducha es muy grande y muy cuidada.
Y por supuesto, la cama. Es increíblemente cómoda! Se adapta a todo tipo de gustos.
Todo en la habitación nos encanto.
En cuanto al desayuno, es muy completo. Tienes una zona de buffet y luego platos calientes que se piden y te los cocinan al instante. La atención es magnífica, no sientes que estás en el típico bufet de desayuno sino más bien en un restaurante en el que eres prioridad. Los camareros fueron muy amables y serviciales. Lo único que mejoraría es el zumo. No es zumo de naranja natural y creo que eso desmerece un poco el buen hacer de lo demás.
No obstante, volveremos sin dudarlo.