El hotel en sí, es bueno, o muy bueno. Algo lento el servicio de recepción durante el check in, aunque es cierto que éramos varias personas a la vez. Con la mala suerte de que se les cayó el sistema informático, y no se podían crear las llaves de las habitaciones.
El hotel está impecablemente renovado. Tanto las zonas comunes, como las habitaciones y los baños.
Muy limpios, y con muchas comodidades, como por ejemplo botellas de agua (bueno, latas) gratis en el minibar, así como los zumos.
El baño, estupendo.
El desayuno, muy bueno. Al nivel de Meliá y de un hotel de 4*.
Lo regular es la zona. Se encuentra en la avenida Paralelo, al lado del Raval. Se ven muchos indigentes en la calle, y la sensación de inseguridad existe.