Hotel situado en la zona alta de la ciudad, habitaciones correctas para un 3 estrellas, atención de personal bien, da a un patio interior y a una calle poco transitada, los colchones un poco blandos, el desayuno no muy variado pero lo necesario.
Si bien la habitación y baño estaban limpios, nos pareció muy pequeño todo.
Para el primer dia pedimos que no nos limpien la habitación y no lo hicieron, pero para el segundo día volví a colgar el cartel y entraron de todas formas, cambiando toallas y ordenando.
La habitación que me tocó tenía bañera, y ya con eso ganaba todas las apuestas. La cama era comodísima y la habitación, en general, muy amplia. Así que todo perfecto. Tenía nevera, caja fuerte y en el baño, más allá del champú y jabón de manos habitual, ponían crema de manos y acondicionador para el pelo.
La habitación doble de uso individual, justita de tamaño. Cama y almohadas muy comodas. Muy limpio. Neverita. Baño también pequeño, con numerosos amenities, aunque la bañera es demasiado alta, sobre todo pensando en las personas mayores.
El desayuno completísimo, caro si se paga aparte (11 euros), pero en mi caso siempre lo he conseguido incluido en el precio de la habitación al reservar en su página web.
Las habitaciones triples de la quinta planta tienen terraza con mesa y sillas.
Personal amable.
Es difícil aparcar en la zona, pero está muy bien comunicado por metro, a 10 minutos de Plaza de Cataluña.
Buen precio y calidad en instalaciones.
En recepción nos encontramos a un chico sin uniforme hablando con una chica (que luego descubrimos que era la camarera de piso)el chico bastante seco y tuvimos que sacarle la información a tirones, ni si quiera nos informó del horario del desayuno.Subimos a la habitación y nos encontramos en el pasillo son útiles de la camarera de piso, entramos en las habitaciones (llevaba reservadas dos habitaciones) y grifo sucio, algún que otro papel en el suelo, paredes y puerta por detrás manchadas de suciedad, lápiz y barra de labios rosa... El hotel se ve antiguo, aunque eso no importaría si estuviese limpio. Cuando entras en una habitación debería parecer que la estas "estrenando" y con paredes sucias, grifos manchados...es díficil estar cómodos ¿por qué motivo la camarera de piso estaba charlando con el chico de recepción si su trabajo no estaba acabado?
Pero no todo fue negativo, el desayuno estaba estupendo, señora que lo atendía genial, pendiente de todo. Yo, al menos no repetiría, y eso que precisamente no soy muy exigente con los hoteles.
Otra recomendación que habría agradecido es que muy cerca de la puerta del hotel hay un parking que pertenece a la red del ayuntamiento que tiene múltiples ofertas para aparcar. Nosotros solo íbamos a estar 24 horas y compramos una tarjeta por 25 Euros que te permite en 24 horas aparcar en todos estos aparcamientos. Hay aparcamientos de estos por toda la ciudad repartidos, en el camp nou, el parque guell, la sagrada familia...
