El hotel se encuentra situado en una de las arterias longitudinales de Barcelona, en la zona alta de la ciudad. Edificio anticuado y de conservación mejorable.
Habitaciones pequeñas, en su mayoría, con camas que necesitan reposición de colchones, urgente, y de limpieza escasa, por no decir deficiente.
Personal de piso, de limpieza, que habla a gritos de forma continuada.
Aparcamiento, además de carísimo (28 euros por día), de acceso complicado y peor maniobra.
Personal de recepción, amable, sin estridencias.
Sub-dirección poco comprometida, distante, nada resolutiva, y priorizando a unos clientes frente a otros (estaba alojado un equipo de elite de baloncesto en el hotel, y el resto de clientes parecíamos transparentes). Capacidad de empatía, cero.
Limpieza de habitaciones, deficiente, y decoración de las mismas, anticuada, deteriorada y poco acogedora.
En definitiva, un hotel cuya categoría y prestaciones no se corresponde al precio que ofrece.
No recomendable.