Nos encantó. La habitación era espectacular y la atención del personal exquisita. Nos pareció un privilegio el hecho de tener que atravesar la cocina para acceder a la habitación. En un hotel tan vinculado a la gastronomía es un lujo!!

La semana pasada hicimos un viaje de cuatro días a Barcelona mi marido, mi hijo (bebe de un año) y yo. Viajamos mucho a Barcelona porque toda la familia de mi marido es de ahí y por tanto lo conocemos bien.

No necesitábamos estar en el centro turístico porque no era el plan visitarlo, además de que la zona es perfecta para poder comunicarse y moverse con facilidad por Barcelona. Tenia bastantes expectativas en el hotel.

La ultima vez que me aloje en Barcelona fue en el Mandarín, pero esta vez queria algo mas "local" y autentico y había reservado en tres hoteles para esta visita: (1) Hotel Casa Fuster 5* GL, (2) ABaC Hotel y (3) Hotel Casa Sagnier. Finalmente nos decantamos por este ya que nos apetecía mucho ver el concepto y la localización nos atrajo mucho (nuestra familia vive por la zona). Además, dado que viajamos tanto a Barcelona, queríamos encontrar EL hotel al que recurrir siempre.
Tengo que decir que suelo viajar a hoteles muy buenos, y puede que mi criterio sea algo exigente.

Dejo aquí mi valoración a cerca de todo:

HOTEL
El hotel es precioso - la verdad es que el edificio es ideal, está muy bien pensado, muy cómodo, muy bien localizado. La recepción es muy bonita, la terraza es muy agradable, el parking es cómodo, y en sí todo está muy bien. Hay dos edificios, uno más antiguo que otro, aunque el antiguo es el más "auténtico". Nosotros nos alojamos en el antiguo, aunque creo que por eso había algún que otro fallo que después redactaré

HABITACIÓN
La verdad es que la habitación que escogimos fue la Deluxe (que es la sencilla). Nosotros casi no estamos en el hotel y la verdad es que no nos merecía la pena haber escogido otra más grande. La habitación en si era muy bonita, muy bien decorada, y el baño muy bonito y cómodo. La cama era perfecta. Super comoda y super limpia. Hemos dormido genial estos dias.
Sin embargo si que había fallos de detalles / fallos que pienso que en un hotel de categoría 5* GL no deberían tener:
1. La alfombra estaba manchada - normalmente no me suelo fijar, pero al ir con un bebe que siempre está por el suelo, no me gustaba ver ciertas manchas en la alfombra que te recuerden que otros huéspedes han estado ahí y han manchado con vete tú a saber qué. Me daba sensación de suciedad.
2. Las pareces estaban muy manchadas también de nuevo son cosas que requieren cuidados, y lógicamente con tanta gente yendo y viniendo las paredes se ensucian, pero tienes que mantenerlas limpias porque da sensación de poco cuidado - y de nuevo es un hotel 5*GL
3. Las puertas de la habitación - el peor sistema que he visto nunca. Puertas super super pesadas, muy complicadas de abrir, excesivo esfuerzo y nada cómodas

SERVICIOS

TODO EL PERSONAL DEL HOTEL FUE SUPER AMABLE CON NOSOTROS EN TODO MOMENTO Y LAS FACILIDADES QUE NOS DIRON FUERON INCREIBLES. No puedo sacar ninguna pega por nada, porque todo estaba fenomenal, simplemente dos fallos:

1. Nosotros no nos quedamos a comer o cenar en el ABaC porque ya habíamos estado anteriormente, sin embargo si que quisimos uno de los días aprovechar y desayunar ahí. El desayuno fueron 27€ por persona, y la verdad es que no mereció nada la pena. Además de muy lento el servicio, la variedad no es mucha. Les pedí unos crepes y como no tenían (ni nutella ni nata tampoco), muy muy amablemente me los hicieron pero tuvieron que buscar la receta... y la verdad es que salieron bastante regular (por no decir malos). Tengo que decir que fueron SUPER amables, pero sorprende que un sitio donde el corazón del negocio es la cocina, no sepan hacer una crepe en condiciones. Repito, agradezco muchísimo la amabilidad, pero me sorprendió mucho. Por lo demás el desayuno estuvo muy muy bueno, y las tortillas y huevos espectaculares.

2. Servicio de habitaciones - hubo una de las noches que no nos hicieron la habitación por la noche, y esto si que es algo que me enfadó bastante porque al ir con un bebe, que la habitación estuviera hecha y perfecta era un gran must. Cuando llegamos no solo no estaba hecha sino que por casualidad pasaba un hombre que nos preguntó si necesitábamos toallas - lo cual también me sorprendió porque nunca había tenido que recoger las toallas en la puerta... Además avisamos de ello pero ni si quiera tuvieron un detalle con nosotros... lo cuál sorprende también, porque cuando pagas 255€ por noche, esperas que todos los servicios se lleven a cabo, y si no los estás cumpliendo al menos tener un detalle con nosotros... porque el servicio de habitaciones es muy importante cuando pagas tanto dinero por una habitación.

LOCALIZACIÓN
Esta en la mejor zona de Barcelona, pero solo la apreciarás si eres local o conoces mucho la ciudad. No está en el centro turístico aunque tiene muy buen acceso a todos lados. Si se viene por la experiencia y la cena y todo, la verdad es que es zoma prime y es perfecto.

PERSONAL
Creo que es de las cosas más importantes a destacar aquí. Porque fueron tremendamente encantadores y amables y siempre queriendo hacer sentir comodo al huesped. A mi personalmente me ayudaron en todo momento, y además fueron encantadores con el bebé, que también salió encantado.

Dicho todo esto, estos son los únicos fallos que encontré al hotel, siendo el ultimo el que más me molesto. Pero por lo demás tengo que hacer una valoración muy buena porque el hotel es muy muy bonito, el ambiente super agradable, el parking muy cómodo, la zona preciosa, el personal ENCANTADOR.

Sin duda, repetiré y puede que se convierta en mi hotel de referencia de Barcelona cuando tenga que ir.

Hemos hecho una escapada mi marido y yo, después de mucho tiempo, esperando encontrar un buen sitio dónde descansar y disfrutar de una nueva experiencia culinaria. Pocas veces hacemos reseñas de los sitios a los que vamos, pero en esta ocasión no podíamos dejar de hacerlo puesto que tanto la estancia en el hotel como la desgustacion del menú superó nuestras expectativas. Espacio y enclave fantástico, y el menú toda una obra de arte para los cinco sentidos.
Calidad, familiaridad y profesionalidad hacen que todo resulte perfecto.