Vuelvo una y otra vez, no me canso del helado de Massimo. Cremoso, dulce pero no empalaga, suave.... en fin, maravilloso. Me cuesta probar toda la carta porque siempre caigo en el pistaccio y dulce de leche aunque los higos o el coco son una delicia.

Sin duda la mejor heladería de Barcelona. El helado de mojito o el de albahaca son espectaculares. Pero cualquiera de los que pidas son increíbles.

El helado de albaricoque que comí allí hoy fue, con mucho, el peor helado que he comido en mi vida. Sí, estaba frío pero absolutamente nada más, sabor cero, terrible. ¡Estoy totalmente frustrada y pagué una cantidad desproporcionada de dinero! ¡¡¡Nunca más!!!

Soy cliente habitual desde hace casi tres años y lo soy porqué en esta heladería hay los MEJORES HELADOS DE TODA BARCELONA, pues cada semana tienen sabores únicos, diferentes y alucinantes que en ninguna otra heladería encontrarías, a la vez que son artesanales, un punto a tener muy en cuenta.

Asimismo, todo el personal es muy simpático y atento, pues te aconsejan y dejan probar todos los sabores que quieras para poder decidir con cuales haces tu helado, lo cual no sucede muy a menudo en otras heladerías sin que te pongan malas caras, teniendo en cuenta además que siempre siempre, aunque sea invierno, hay cola para tomarse un helado, lo cual no es un impedimento para que te atiendan genial y cómo si fueses el único cliente.

Calidad precio; UN 10.

Lo tenía en mi lista para cuando viniera a Barcelona. Deliciosos helados artesanales. Los 4 sabores que probamos deliciosos, limón y albahaca, yogur de la garrotxa, queso de cabra con pera y nueces y tiramisu. Volveremos! Súper recomendable. Hay que hacer un poco de fila pero va rápido. Pocas mesas dentro. Nosotros nos lo comimos por la calle