No es un hotel 4 estrellas pero es de lo mejorcito en relación calidad/precio. Conseguimos un buen precio directamente en su web, mejor que en Booking u otros. Eso sí, cuanto antes reservas mejor precio obtienes.
La ubicación es perfecta, da directamente a La Rambla de Barcelona con lo cual a cualquier hora puedes salir a comprar, pasear o comer/cenar. Y no tienes que andar por estrechas u oscuras calles. Cerca de la Plaza de Cataluña, La Boquería, la zona más comercial y hasta la zona más cercana al puerto. Tiene parada de taxis delante si vas hacia el oeste pero también cruzas la rambla y tienes taxis hacia el este/aeropuerto/puerto.
Nos alojamos en la habitación 210 una noche. Estaba bien, 2 camas de 90 y una cama de 135, perfecta combinación para 3 personas. Espacio suficiente para desplazarte alrededor de todas ellas, que es algo que se echa de menos cuando pides habitación para 3 a bajo precio, la cama amplia más difícil aún.
Hay que subir unas escaleras para llegar al nivel de esta habitación pero sin problemas.
La equipación de la habitación es baño con ducha amplia, lavabo y wc. Jabón y champú de cortesía tanto en dispensador líquido como en monodosis. Agua con presión sobrada y también temperatura, perfectos para cualquier tipo de preferencia.
Armario amplio, aire acondicionado/calefacción con su propio mando a distancia, TV con su mando a distancia, suficiente y con variedad de canales, aunque con demasiados canales en catalán al principio, pocos de otros idiomas, y desordenados.
Una mininevera encendida, vacía, perfecta para guardar tus medicamentos o bebidas para una emergencia.
Me llamó la atención el ladrillo que te dan de llave, no es la típica tarjeta, pero te indican que es para no sacar la llave del hotel sino que la entregues antes de salir y la pides al volver a entrar.
Wifi gratuita. Funciona.
El desayuno está bien, hay oferta de todo, pero lo más llamativo es que es la primera vez que en un hotel encuentro croisants de los de verdad, tamaño real, ricos, con masa, contundentes. Soy de buen comer y normalmente suele haber en los hoteles minicroisants llenos de aire que tienes que coger 4 o cinco. Aquí con uno ya vas servido. Es tipo buffet y tenían en caliente tortilla de patatas, salchichas, beicon y huevos revueltos. También un microondas aparte.
Lonchas de mortadela, jamón cocido, jamón serrano, salchichón y un par de quesos. Cereales de varios tipos, leches de varios tipos (sin lactosa, soja/vegetal, semidesnatada), confituras, mermeladas, miel, pan de molde y barra de pan normal e integral para que cortes al gusto. Horno/grill para calentar/tostar. Algo de bollería, magdalenas, pan tostado. Microondas.
Máquina de café/leche/chocolate y también otra máquina de zumos (no exprimidos).
Variedad de algunas frutas en almíbar y de temporada.
Lo mejor es su personal, son pocos (pero suficientes) pero muy dispuestos a echarte una mano en lo que haga falta y están pendientes de ti y de lo que puedas necesitar.
hay que volver.

Hotel señorial, centenario, muy bien ubicado sobre la Rambla, a 300 metros del monumento a Colon, y en el barrio gotico. Excelente atención de todos sus empleados. Habitaciones modernas y amplias. Muy buen baño. El desayuno muy variado. A 3 cuadras tiene la estación de subte Liceu.

Excelente ubicación. El personal del hotel es extremadamente amable. La habitación y el baño estaban muy limpios y las camas muy cómodas. Tiene el encanto de ser un hotel histórico pero con todas las comodidades de ahora.
El desayuno nos encantó, es un buffet muy completo y estás desayunando con vistas a La Rambla.
Para nosotros será nuestro Hotel cada vez que volvamos a Barcelona.