Este hotel fue la mejor sorpresa de este viaje. El personal absolutamente encantador. Las vistas desde la terraza superior son únicas en todo Barcelona y te ofrecen unas vistas del palacio Güell que solo puedes tener desde este hotel. Habitaciones muy limpias con aire acondicionado y una buena red wifi. Ubicado en todo el centro de barcelona con el metro a 300 metros y un supermercado a 50. Solo tengo palabras buenas para este hotel al que sin duda volveré