El sitio tiene cuenta con una muy buena ubicación y es limpio, pero ahí acaban las ventajas.
La habitación necesitaba una buebna reforma, con muebles viejos y descascarillados, una ropa de cama vieja y servicios básicos inexistentes. Detalles como la total falta de enchufes junto a la cama hacen que te plantees cómo llegaron a obtener 3 estrellas.
El personal es amable, pero cuando te encuentras con una cama vieja, un aire acondicionado que no sirve para nada, y que te obliga a abrir las ventanas en una zona muy concurrida, eso pierde su valor.
El desayuno era bastante bueno, aunque justito. Pan, algo de embutido y queso, cereales y algo de fruta. Curiosamente, en ningún momento vi a nadie reponiendo. Yo solía ser de los primeros en bajar, ya que estaba en Barcelona por trabajo. Cuando llegaba, el buffet estaba biebn surtido, pero cuando me iba, unso 20 minutos más tarde, ya empezaba a escasear, y aún quedaban más de dos horas del turno de desayuno.
Yo no lo recomendaría, y para que volviera tendría que ser el único hotel disponible.