Imperdible el tour en bicicleta por el eje monumental de Brasilia. Graco y su señora nos recibieron como si fuéramos de la familia. Salimos un día domingo, y teniamos el lugar casi para nosotros solos con muy poca gente. El lugar es increíble, lleno de monumentos, arquitectura y lugares para ver. Es super accesible (no hace falta tener gran estado físico) porque en general es todo bastante plano y hay muchas paradas. La dedicación de nuestro guía argentino fue muy generosa con el tiempo, con las explicaciones muy profundas, con las fotos. Volvimos encantados.