16 Parques Nacionales y 16 planes para visitarlos
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España: naturaleza para todos los gustos
Nada menos que 16 Parques Nacionales pueblan el territorio de España, cada uno con sus peculiares características. Los hay de playas espectaculares, de volcanes asombrosos, de montañas altísimas; los hay selváticos, poblados de fauna, casi sumergidos.
Busques el tipo de naturaleza que busques, es difícil que no la encuentres en alguno de estos espacios protegidos que, por si fuera poco, guardan planes alucinantes en su interior. ¿Te imaginas comer un asado al calor de la propia tierra, dormir cerca de cráteres, hacer un safari dentro de la península u observar el mar nocturno brillando en azul? Todo eso, y más, es posible en nuestro país.
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Parque Nacional de los Picos de Europa (Asturias, Cantabria y León)
Valles verdes, caudalosos ríos, macizos imponentes. El Parque Nacional de los Picos de Europa, el primer área en alcanzar esta figura de protección en toda España, cuenta también con magníficos lagos, como los de Covadonga.
Otra característica también hace peculiar a este parque, que abarca territorio de Asturias, Cantabria y en León, y es que está habitado: cuenta con 20 poblaciones con alrededor de 1.200 habitantes en total, muchos de los cuales se dedican a la agricultura y la ganadería. En otras palabras: en el Parque encontrarás buen producto local y muchas vacas y ovejas pastando a sus anchas para terminar de dibujar ese tipo de paisajes bucólicos e imponentes que, a veces, parece que sólo existen en el extranjero.
- Javier Martínez Mansilla
Bulnes, una buena razón para visitar los Picos de Europa
Poco más de 30 habitantes viven en Bulnes, en la lista de los Pueblos más Bonitos de España. Está absolutamente inmerso en la naturaleza, tanto que a él solo se puede llegar en funicular o andando por un camino estrecho y empinado. Esa circunstancia le ha permitido mantener intacto su bello patrimonio de construcciones tradicionales hechas de piedra caliza y tejados rojos de arcilla. Otros caminos igualmente elevados permiten llegar desde el pueblo al Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes, la más mítica y renombrada cima de los Picos de Europa.
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Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (Madrid y Segovia)
Que a poca distancia del bullicioso centro de Madrid haya un Parque Nacional no deja de ser sorprendente. Pero así es: desde 2013, la Sierra de Guadarrama ostenta esta categoría gracias a sus diversos sistemas naturales, entre ellos, sus preciosos pinares, su excepcional relieve de montaña y alta montaña y un amplio ecosistema de matorrales, muchos de los cuales son endémicos de la zona.
La Sierra es además el marco paisajístico de edificios tan emblemáticos como los Monasterios de El Escorial y de Santa María de El Paular, del Palacio de La Granja o del Castillo de Manzanares. También ha sido el escenario de cientos de películas, desde superproducciones de Hollywood de los años 50, como Por un puñado de dólares o La muerte tenía un precio, a series televisivas más actuales, como Águila Roja o El secreto de Puente Viejo.
- La Torre Box Art
Un hotel de siete habitaciones para desconectar en la Sierra de Guadarrama
La Torre Box Art es un hotel de solo siete habitaciones que nos permite acceder a los placeres más refinados en plena sierra. Situado en un edificio del siglo XIX, su interior es moderno y está repleto de piezas de arte contemporáneo. Además, tiene spa, deliciosos rincones en los que descansar en el jardín y un restaurante de excepción, KOMA, de cocina tradicional con toques vanguardistas, bajo la batuta de Rubén Amro. Aire puro de día y relajación total de noche; ¿qué más le pedimos a la vida?
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Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca)
El segundo parque nacional más antiguo de España posee tres valles principales, formados por los ríos Ara, Arazas y Bellós. A ellos se asoman espectaculares montañas de roca caliza -entre las que destaca la de las Tres Sorores, el macizo calcáreo más alto de Europa-, creando dramáticos cañones, misteriosas cuevas y simas e impresionantes cascadas.
Todo ello aparece ante el viajero acompañado de grandes extensiones boscosas a distintas altitudes, vastas praderas, ríos y una flora y fauna rica, colorida y diversa. En otras palabras: se trata de uno de los paisajes naturales más potentes del país; ¡imposible no sacar la cámara en cada esquina! Además, en sus alrededores se hallan numerosos pueblecitos de postal llenos de vida, como Aínsa, uno de los más bellos de España.
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Cola de Caballo, la inolvidable ruta del valle de Ordesa
Para conocer el valle de Ordesa, Patrimonio Mundial de la Unesco, son muchos los que se apuntan a recorrer una de sus rutas más icónicas -y hermosas-: la que llega hasta la espectacular cascada de la Cola de Caballo.
En verano, la única forma de acceder (además de a pie) es coger el autobús lanzadera que sale desde Torla, el precioso pueblecito que hay en sus inmediaciones. Subiendo por la Senda de los Cazadores, superaremos más de 600 metros de desnivel para llegar al asombroso mirador de Calcilarruego (1.950 metros), que arroja una panorámica completa del valle.
A partir de aquí, todo serán vistazas hasta llegar a la Cola de Caballo (a 1.800 metros de altura), un gran premio en forma de salto de agua de 54 metros.
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Parque Nacional del Timanfaya (Lanzarote)
Si alguna vez has soñado con visitar Marte, el Parque Nacional del Timanfaya te quitará el capricho. La Tierra de Fuego cuenta con más de 20 volcanes en un paisaje rojo y negro, arisco y cortante, que te dejará sin aliento.
El Parque, en el que abundan los líquenes y en el que incluso encontrarás géiseres, abarca además el silencioso valle de la Tranquilidad y parte del litoral de la isla, con playas tan inolvidables como la de El Paso. La misma es refugio para la pardela, ave que llega en abril para anidar y cuyos polluelos son protegidos y vigilados por el personal del parque continuamente.
- CACT Lanzarote
Comer un asado volcánico en El Diablo de Timanfaya
También los humanos hemos dejado una huella imborrable en el Timanfaya: las magníficas instalaciones turísticas diseñadas por César Manrique, tan bien integradas en este paisaje de otro mundo. En ellas se enmarca el peculiar restaurante El Diablo, en el que se cocina a las brasas con el calor volcánico que emanan las profundidades de la tierra. El propio restaurante constituye un impresionante mirador en el que fundirse con el entorno lunar.
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Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres)
Atravesado por el Tajo y el Tiétar, el Parque Nacional de Monfragüe destaca por el vigor de sus enormes dehesas y por un bosque mediterráneo que se considera uno de los mejores conservados del mundo. Además, es el hogar elegido por muchos animales de especies protegidas, como el gato montés o la nutria.
También es conocido por su singular dedicación al avistamiento de aves. Desde el gigantesco buitre negro hasta la elegante águila imperial, las cigüeñas negras o el majestuoso búho real, todas las especies protegidas de Monfragüe pueden observarse en su hábitat natural desde el maravilloso paraje del Salto del Gitano (en la foto).
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Recorrer la EX-208, una excelente forma de sumergirse en el Parque Nacional de Monfragüe
Un paisaje de castillos de leyenda, aves espectaculares y bosques medievales esperan a quienes se internen en la EX-208, que atraviesa el Parque de Monfragüe de norte a sur. Trujillo es un buen punto de partida desde el que salir: allí está el castillo que sirvió para recrear la casa de los Lannister en Juego de Tronos, pero también muchos alojamientos interesantes, como el Parador, construido sobre un antiguo convento.
Al salir de la localidad, veremos otros asombrosos paisajes de la serie, como Los Barruecos de Malpartida de Cáceres. También cruzaremos dehesas infinitas y aldeas hasta llegar al castillo de Monfragüe y recalar más tarde en el famoso Salto del Gitano.
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Parque Nacional de Doñana (Sevilla, Cádiz y Huelva)
Doñana es escogida cada año por miles de aves que hacen parada durante sus procesos migratorios. ¿La más reseñable? El águila imperial ibérica, especie en peligro de extinción, de la que en el Parque Nacional de Doñana habitan doce parejas. Junto al Parque Natural del mismo nombre, este espacio protegido cubre más de 122.000 hectáreas, lo que lo convierte en la mayor reserva ecológica de Europa.
Pero no son las aves las únicas habitantes de Doñana: ciervos, gamos, jabalíes, nutrias, conejos, gatos monteses, meloncillos, ratones, ratas de campo, murciélagos, musarañas o vacas marismeñas son solo algunos de los mamíferos que abundan por la zona, con cuatro ecosistemas diferenciados -playa, sistema dunar, marismas y bosque mediterráneo-. Entre ellos, por supuesto, el rey del parque: el lince ibérico.
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Una ruta para conocer a fondo Doñana en un día
La Cooperativa Andaluza Marismas del Rocío lleva nada menos que 40 años ilustrando, en excursiones dirigidas por sus simpáticos guías y conductores, la versión más completa –ninguna otra empresa iguala su propuesta- de Doñana: aquella que recorre los cuatro ecosistemas del parque.
Las visitas arrancan en el Centro de Recepción El Acebuche, a solo tres kilómetros del núcleo costero de Matalascañas, en Huelva, de donde parten dos veces al día –una por la mañana, y otra por la tarde- los autobuses todoterreno preparados para recorrer la variada orografía de este Parque Nacional único, que conocerás a fondo en tan solo cuatro horas. ¡Con avistamiento de fauna incluido!
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Parque Nacional de la Caldera de Taburiente (La Palma)
Hay algo mágico en la Caldera de Taburiente de la isla de La Palma . La tierra volcánica se mezcla con sus pinares canarios formando un paisaje único en el que las nubes quedan debajo, mucho más admirable desde cumbres como las del Roque de los Muchachos, a 2.426 metros de altitud.
Uno de sus mayores atractivos son sus saltos de agua, arroyos y riachuelos, la mayoría de transparencia cristalina, como el del Salto de la Desfondada, que tiene una caída de unos 150 metros. Hay otros que toman un color amarillento debido a la mezcla del agua con materiales procedentes de los barrancos, como es el caso del Barranco de Almendro Amargo, o, incluso, multicolor, como la **Cascada de los Colores. **
- Corbis Texto: Inés Vitaller
Dormir bajo las estrellas en la Caldera de Taburiente
Hay muy pocos lugares en España en los que sea posible dormir en plena naturaleza sin nada más que la tienda de campaña sobre tu cabeza y ni un alma alrededor: la zona de acampada de la Caldera de Taburiente es uno de ellos. Con una extensión de nada menos que 15.000 metros cuadrados, entre el Roque de la Brevera Macha, el Roque Salvaje y el cauce del río Taburiente, se permite acampar, en verano y Semana Santa dos noches (tres días), mientras que en el resto del año se puede hacer noche hasta una semana. El número máximo de personas por grupo es de diez y no se pueden hacer reservas para el mismo día, sino que se requiere, como mínimo, 24 horas de antelación.
Es necesario llevar todo el equipo (tienda de campaña, saco de dormir, la autorización, el DNI, etc), pues allí sólo encontrarás vida salvaje. Hay que tener en cuenta, eso sí, que durante las fases de alerta 3 y 4 por Coronavirus, el espacio permanece cerrado a los visitantes.
- Corbis. Texto: José Luis Bravo
Parque Nacional de Cabañeros (Toledo y Ciudad Real)
La riqueza y diversidad medioambiental de su flora y fauna (con sus emblemáticos buitres negros y sus ejemplares de lince ibérico), diferenciadas en función de las zonas de raña (llanura) y monte y atravesadas en todo momento por multitud de ríos, hacen que este parque se conozca como el 'Serengueti' español.
En Cabañareos conviven también multitud de aves y zorros, jabalíes y venados, y ¡hasta plantas carnívoras! Las mismas viven en los trampales, una especie de pantanos originados en pequeños humedales, creando incluso zonas de arenas movedizas, al más puro estilo Indiana Jones.
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Visita privada al Parque Nacional de Cabañeros en 4x4
Avistamiento de aves, jornadas de fotografía o, simplemente, visitas guiadas por los ecosistemas que más te interesen. Con las visitas guiadas privadas en 4x4 podrás elegir tu parte favorita de Cabañeros y apreciar las panorámicas más increíbles de la zona de la raña, incluyendo parajes poco visitados. Un verdadero safari en exclusiva para ti y los tuyos, en vehículos de seis a ocho plazas. Los viajes pueden tener lugar al amanecer, a media mañana o al atardecer; ¡tú decides!
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Parque Nacional de Cabrera (Mallorca)
A menos de 40 minutos desde la Colonia de Sant Jordi, una de las zonas de veraneo por excelencia de la isla de Mallorca, se encuentra Cabrera, un pequeño archipiélago de 19 islotes cuyo paisaje litoral, según los expertos, está considerado uno de los mejores conservados de las costas españolas y de todo el Mediterráneo occidental. Alrededor de un 85 % de su superficie es mar; bajo sus aguas tienen su hábitat multitud de especies vegetales y algares que, gracias a la transparencia del Mediterráneo en esta zona, resultan fácilmente localizables. Lo más impresionante son las praderas de posidonia oceánica, considerada como una de las principales fuentes de vida del mar y, lamentablemente, en grave regresión en toda la costa. También son sobresalientes las miles de aves que usan el archipiélago como zona de descanso; se han contabilizado hasta 130 especies diferentes.
- Corbis
Pasar una noche a solas con la naturaleza en Cabrera
50 barcos son todos los que pueden atracar en Cabrera, y sólo hay un lugar donde dormir: el refugio de Cabrera, habilitado en las antiguas instalaciones del campamento militar de la isla de Cabrera Grande -se llega a pie, por un camino pedregoso-. El archipiélago se dibuja, así, como una de las zonas más solitarias a las que uno puede acceder en todo el país, por lo que pasar una noche en él, cuando las visitas diurnas han vuelto ya a casa y solo se siente la vida animal, es una experiencia única en la vida.
- Nacho Sánchez
Parque Nacional de la Sierra de las Nieves (Málaga)
La Sierra de las Nieves es el único lugar de la por lo demás luminosa Costa del Sol en el que nieva con asiduidad durante el invierno. Pero no es esa la única razón por la que el más joven de nuestros Parques Nacionales (se añadió este mismo año a la lista) merece una visita: también destacan sus 23.000 hectáreas de espacios naturales salpicados por coquetos pueblos que han sabido convivir durante siglos con este paisaje sin destruirlo; el pinsapo, un abeto endémico de estas sierras que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo, con origen en la última época glaciar y la presencia de especies protegidas como el buitre leonado, el águila real, el halcón peregrino, el azor, el gavilán, el ratonero común, el búho real... También destacan mamíferos como el corzo, el jabalí, el muflón, el gamo, la nutria, la garduña, la gineta o el meloncillo, y más especies protegidas, como **el gato montés. **
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Viaje en coche a través de una de las carreteras más bonitas de España: la A-366, que atraviesa la Sierra de las Nieves
Cascadas, miradores naturales y callecitas empedradas de las que roban el corazón. Eso es lo que promete la carretera A366, que comienza en Coín, un municipio de paisajes naturales excepcionales gracias a que en él confluyen nada menos que siete ríos. Después, haremos parada en Tolox, el corazón de la Sierra de las Nieves. Allí, el verde lo domina todo, y precisamente sumergido en él, a la orilla del río Caballo, sus aguas medicinales se aprovechan en el Balneario, fundado en 1867 -¡también puedes dormir en su hotel!-. El sinuoso recorrido continúa hacia Alozaina, de calles en calma y panorámicas extraordinarias. Quizá quieras hacer parada en el original Airstream 'Glamping para retomar fuerzas. El camino sigue a través de hermosos parajes, como el del Mirador de Jorox, con su pintoresco salto de agua en mitad del pueblo. ¿Quieres saber cómo termina? Aquí van las coordenadas de este viaje inolvidable.
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Parque Nacional de Sierra Nevada (Granada)
En invierno es un must , pero ¿sabes que, en cualquier otra estación, Sierra Nevada también es un lugar espectacular? Paisajes de película, una fauna y una flora únicas (80 endemismos exclusivos) y la presencia del Mulhacén, el pico más alto de la penísula, son razones más que válidas para coger los bártulos y plantarte allí en cualquier momento... y a cualquier altura. Por encima de los 2.100 metros, por ejemplo, apenas encontramos ya árboles, pero sí un ecosistema único en el planeta.
En total, en nuestro camino hacia la cima habremos descubierto una de las floras más valiosas de Europa, con más de 2.000 plantas catalogadas de las cerca de 8.000 que existen en la península.
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El Lodge, razón suficiente para viajar a Sierra Nevada
Por fuera, El Lodge parece una cabaña de lujo pero, en realidad, es un cinco estrellas de solo 20 habitaciones. Conocido como uno de los refugios más exclusivos de Europa, es perfecto para acurrucarse après-ski. O para darse un homenaje en su piscina exterior climatizada o su spa, después del madrugón y la paliza de una jornada entera inmerso en la naturaleza. Por dentro es extraordinariamente acogedor, y todas sus habitaciones tienen amplios ventanales con vistazas a la sierra. Ah, y cuenta con club infantil y restaurante exquisito.
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Parque Nacional del Teide (Tenerife)
Es la más completa muestra de vegetación de piso supramediterráneo que existe y constituye una de las manifestaciones más espectaculares de vulcanismo del mundo.
Con ese currículum, no es raro que el Parque Nacional del Teide sea el más visitado de España, con tres millones de turistas al año. Y eso que no es apto para miedosos: su altitud media es de 2.000 metros, y su cima representa el pico más alto del país, con 3.718 metros. Y aquí va otro récord: se trata del tercer volcán más alto del mundo, sólo por detrás de los hawaianos Mauna Kea y el Mauna Loa.
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Un viaje en teleférico para coronar el pico más alto de España, el Teide
"Vive la experiencia de volar sobre un tesoro geológico donde volcanes, cráteres y ríos de lava forman un impresionante conjunto de colores y forma** únicos en el mundo**", exhortan desde la página del Teleférico del Teide.
Gracias al funicular, podrás acceder a los senderos del Mirador de La Fortaleza y el Mirador de Pico Viejo, ambos de acceso libre, que ofrecen magníficas panorámicas de las islas vecinas, con el cráter de 800 metros de diámetro de Pico Viejo a los pies. El sendero Telesforo Bravo, por su parte, va directamente al cráter y es de acceso restringido mediante permiso especial gratuito del Parque Nacional del Teide, a tramitar con la suficiente antelación debido a la alta demanda. ¡La espera, sin duda, merecerá la pena!
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Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real)
El humedal de las Tablas de Daimiel es único en Europa, pues está formado por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüel en lo que se conoce como 'tabla fluvial'. Antes, este tipo de paraje era característico de la península, pero hoy se trata del único espacio de este tipo que queda en ella. Se trata, pues, de uno de los ecosistemas más valiosos del mundo, especialmente, para las aves que lo utilizan como área de invernada, mancada y nidificación.
Los simples humanos podemos recorrerlo a través de las muchas pasarelas de madera que lo atraviesan y nos permiten divisar tanto aves como galápagos, culebras, nutrias, zorros y tejones, entre otras muchas especies.
- Pago del Vicario
Enoturismo en las cercanías del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel
El viñedo del Pago del Vicario esté situado a** 600 metros de altitud**, a pocos kilómetros del Parque Nacional de Daimiel. Abarca una superficie de 130 hectáreas, con una orografía ondulada de pendientes decrecientes hacia el río. Su proximidad al curso de agua le proporciona un microclima excepcional que da carácter a sus uvas, y del que podrás disfrutar si te alojas en el hotel del complejo. También se ofrecen visitas a la bodega y catas, combinadas con menús degustación de su restaurante de cocina manchega actual con toques innovadores.
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Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (Lleida)
El Pirineo de Lleida es el escenario perfecto para aventureros de los que no temen las largas caminatas y los paisajes solitarios, pues el Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici tiene algunas de las cumbres más altas de Cataluña, con 3.000 metros de altura, ríos caudalosos, barrancos, cascadas, ciénagas y más de 200 estanques. Un paisaje que cambia según la temporada, que bien puedes encontrar nevado o resplandeciente en primavera.
Se puede visitar todo el año y en diferentes rutas. La entrada por Cavallers es la que muestra la naturaleza más salvaje, rocosa y abrupta pues se encuentra en la parte más alta del parque; sin embargo, la entrada por Aigüestortes es más apacible, recomendable para aquellos que buscan paseos sencillos y relajados. Por su parte, la ruta de Carros de Foc ofrece una vista más amplia de todo el parque, visitándolo de refugio en refugio, entre prados, bosques y alta montaña. Para realizar esta última se necesitan entre cinco y siete días.
- Kike Herrero (Celístia Pirineus)
Fundirnos con el cielo nocturno en Aigüestortes
El Parque Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici es una Reserva Starlight, lo que garantiza magníficas condiciones de observación del cielo nocturno gracias a la ausencia de contaminación lumínica. Por ello, expertos en astrofísica organizan salidas nocturnas para todos los públicos con telescopios portátiles. También hay un mirador destinado a facilitar la observación del cielo, situado a 2.000 metros de altitud, dentro de la estación hibernal –también con actividades en verano- de Espot Esquí.
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Parque Nacional de Garajonay (La Gomera)
Una jungla densa, apretada, casi impenetrable, ocupa el corazón de la orografía imposible de La Gomera. Por caprichos de la geología y el destino de las especies, esta isla pequeña y redondita esconde un paraíso que es una reliquia jurásica, la selva de laurisiva.
Para descubrirla, hay que subir los escarpados y desnudos barrancos: a los 700 metros empieza a abrirse esta inesperada jungla. Allí, los alisios arrancan jirones de niebla y condensan cortinas de vapor y la humedad cala casi tanto como la magia. La razón de esta bruma permanente hay que buscarla en un fenómeno conocido como lluvia horizontal: los árboles, como si sus ramas fueran esponjas, retienen el agua que transportan las nubes, empujadas a su vez por los vientos. Un espectáculo único.
- Turismo de La Gomera
Avistar delfines y ballenas en La Gomera
El Parque Nacional de Garajonay se encuentra en el centro de la tranquila isla de La Gomera, pero más abajo, en el mar, también hay mucho que ver. Por ejemplo, bancos de delfines que saltan (¿o saludan?) en el mar, mientras grupos de ballenas se asoman a la superficie.
Si son ochenta especies diferentes de cetáceos las que existen en el mundo, un tercio de ellas son las que se dejan caer por La Gomera, siendo la mayoría migratorias o estacionales, pero también residentes, como los calderones tropicales (¡hay 300 de ellos!) y los delfines mulares, esos mamíferos marinos saltarines que suelen nadar junto a los barcos durante horas, acompañándote incluso en el trayecto en ferry desde el puerto de Los Cristianos hasta la capital gomera. Para avistarlos, también puedes contratar una excursión en barco.
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Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia (Vigo)
Desde la ría de Arousa hasta la de Vigo se encadenan estas islas paradisíacas, que emergen del océano y embellecen el paisaje marino con sus altos acantilados. En sus entrañas, en el fondo del mar, se guardan las más preciadas riquezas ecológicas de este Parque Nacional, custodiadas por los cañones de antiguos buques piratas hundidos. Los acantilados, los matorrales, las dunas y las playas casi caribeñas, así como los distintos fondos marinos (de roca, de arena, de concha…) crean un gran mosaico de ecosistemas en estas islas y las aguas que los rodean, lo que genera hábitats para un gran número de especies, entre las que destacan aves marinas como la gaviota patiamarilla y el cormorán moñudo. Para acceder a las islas hay que pedir una autorización especial. También para bucear, fondear y acampar en ellas.
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Observar el mar refulgir en las Islas Atlánticas
Aunque hay muchos estudios científicos sobre el tema, nadie ha sido capaz de explicar totalmente la bioluminiscencia, un fenómeno que hace que algunos organismos produzcan y emitan luz fría por medio de una reacción química que transforma energía química en luminosa.
La riqueza de las costas gallegas permite que se acumulen millones de nutrientes en sus aguas y, entre toda esta diversidad, aparece la especie Noctiluca Scintillans, que etimológicamente, significa ‘que brilla en la noche’, más conocida como ‘chispa de mar’. Estos vegetales, que a veces afloran en las playas, se pueden ver a simple vista de día porque dejan manchas anaranjadas en el agua. Las Illas Cíes y la Illa de Ons, en el Parque Nacional, son dos lugares en los que es posible divisar este fenómeno, conocido como Mar de Ardora. ¿Tendrás suerte?