Radiografía del perfecto chiringuito: ruta por la Costa Brava

El placer de comer con los pies en la arena

De ruta chiringuitera por la Costa Brava

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Que los chiringuitos son para el verano es una frase tan manida como real. Y es que estos locales aposentados sobre la arena y con unas privilegiadas vistas al mar se convierten, durante la época estival, en auténticas mecas de peregrinación donde el comer y el beber (y comer y beber bien) está más que asegurado. Sobre todo, si hablamos de la Costa Brava, donde un paisaje de mar y montaña dota de una extraordinaria diversidad de sabores y de productos a su ya de por sí soberbia oferta gastronómica.

En la gran mayoría de comarcas de Girona, el encuentro entre la cocina tradicional y su espíritu innovador ha originado una auténtica constelación de restaurantes extraordinarios y hoy la carta de presentación gastronómica de esta región puede presumir de haber dado cobijo a primeras espadas de nuestra gastronomía, desde Ferran Adrià a los hermanos Roca con su El Celler de Can Roca , actualmente posicionado como tercer mejor restaurante del mundo. La Costa Brava está en su punto. Y para muestra, un chiringuito, o varios, como estos que recorremos hoy.

Mecas de peregrinación donde el buen comer está asegurado

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TOC AL MAR

Su nombre (en catalán) es un claro indicativo de su privilegiada ubicación, junto al mar. Cobijado en una de las calas más bonitas de la Costa Brava, Aiguablava (Begur) , en Toc al Mar hay que reservar con mucha antelación, pero sobre todo hay que disfrutar de su cocina.

Su carta está repleta de deliciosos pescados salvajes procedentes de las barcas de la zona y hechos a la brasa de encina, de arroces como su rossejat de fideos, sepia y gambas de Palamós o de platos como la sabrosísima langosta roja del Cap de Begur (de la barca de Ramón) .

Producto local que disfrutar durante la mañana para tomar un aperitivo, al mediodía para comer, por la noche para cenar o, simplemente, tomando una copa con las olas del mar de fondo o la música de alguno de los conciertos de verano que resuenan por la costa. La lista de espera de este chiringuito es importante, pero su cocina y sus vistas lo compensan todo.

¿Su especialidad? Los pescados salvajes

Toc Al Mar (Facebook)

CHIRINGUITO EL GAMBO

En plena playa de Portitxol (l'Escala) , el Hostal Spa Empúries estrena este año una de sus apuestas más esperadas de la temporada: su chiringuito. Una propuesta informal y variada donde ofrecen productos que se han cultivado en campos y huertos propios, desde los ingredientes que forman sus bocadillos fríos hasta las ensaladas y los refrescos ecológicos.

Este nuevo chiringuito se une a la interesante oferta gastronómica con la que cuenta el hostal desde que en 2011 el chef Rafa Peña se pusiera al mando de los fogones del Bistró del Mar y del restaurante Villa Teresita .

Tierra de grandes materias primas, el producto es precisamente lo que más le importa a Peña, quien predica con el ejemplo y cumple a rajatabla con su filosofía de cocina mediterránea. Y para muestra, su carta, donde encontramos platos imprescindibles como las croquetas de gambas o la caballa teriyaki, toda una explosión de sabor. Con una base centrada fundamentalmente en el pescado, en ambos restaurantes se puede disfrutar de lo mejor que se subasta cada mañana en la lonja de L'Escala, muy cerca del hotel, aunque el plato estrella de la casa –si el mar lo permite- es el cap roig, que se come con las manos haciendo una especie de rollito con lechuga y diversas salsas que recuerda a la cocina callejera asiática. Y todo, sin dejar de mirar al mar.

Chiringuito El Gambo, a estrenar

Hostal Spa Empuries (Facebook)

EL XIRINGUITO CALA BONA

Ubicado en Tossa y completamente ajeno a modas y tendencias, el Xiringuito Cala Bona es el lugar ideal para disfrutar de una buena paella o un buen pescado fresco sin estridencias y completamente apartados del mundo.

Es la vuelta a los orígenes, a lo tradicional, a lo auténtico, a las cosas sencillas de la vida. Para empezar, llegar hasta Cala Bona no es fácil y tampoco hay demasiado espacio para hincar la sombrilla, pero a quién le importa esto cuando, una vez con la vista al frente, sus aguas color turquesa y el aroma del suquet del arroz compensan el esfuerzo. Ya estamos en el paraíso, ahora solo nos queda conseguir mesa. Suerte.

Una buena paella sin estridencias

Xiringuito Cala Bona (Facebook)

MIRAMAR

La nota de sofisticación a este recorrido la pone un restaurante con habitaciones o “la plasmación de un sueño”. Así es Miramar, el proyecto vital y profesional, elaborado a fuego lento y en familia, del reputado chef Paco Pérez, dos estrellas Michelin y el respeto de crítica y público.

Un chiringuito en origen que ha dado lugar a un hotel gastronómico cuya historia y presente confluyen en Llançà, un pueblo marinero donde el mar y la montaña se funden en un paisaje único.

Esencia mediterránea para una cocina con alma representada en unos fogones cuya historia se remonta a 1939. Mucho ha llovido desde entonces y hoy este local brinda por un sueño cumplido, el de reformar las modestas habitaciones del hostal que en su día abrió la familia para convertirlas en cinco suites, encima mismo del restaurante y con iguales vistas que las que goza el restaurante.

Desayunar, comer, cenar y dormir en uno de los mejores restaurantes –sí, sí, restaurantes- de Cataluña y hacerlo además a la vera de clásicos como el Tartar de ostras y caviar con matiz de manzana, un clásico de la casa.

El chiringuito que dio lugar a un hotel gastronómico

Miramar (Facebook)

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