Terrazas de París: siempre nos quedarán ellas
Por Anabel Vázquez y Clara Valles
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Las terrazas de París se pegan a los edificios. Las de Madrid, a los coches. Este detalle (no pequeño, porque ningún detalle lo es) marca la diferencia. Jamás hablaríamos mal de Madrid, con lo que la queremos, pero hay que reconocer a París su superioridad moral a la hora de inventar la terraza civilizada. Es solo uno de los varios tipos de terrazas que encontramos en una ciudad cuyo clima no invita a estar al aire libre. Eso no parece importar a París que, si quiere hacer algo, lo hace. Con ustedes, las mejores terrazas de París donde tomar un café, un vino o un buen bocado de gastronomía francesa. Y ahora, que suene Gainsbourg, s'il vous plaît.
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Les Deux Magots, una terraza de lo más civilizada
Es, justo, la que tenemos en mente cuando pensamos en una terraza parisina. Es esa de mesas minúsculas y sillas pegadas entre sí en la que las personas se sientan codo con codo y no de frente. En ella los perros encuentran su sitio entre las piernas de los humanos, se come pan civilizado, quesos civilizados y se bebe vino civilizado. Las personas se sientan y charlan dejando un pasillo entre la terraza y la carretera, ese detalle tan civilizado.
Algunas tienen más leyenda que otras, como la de Les Deux Magots que este año, 2024, cumple 140 años de servicio a los parisinos más eruditos del barrio de Saint-Germain-des-Prés en el distrito 6.
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Otras terrazas civilizadas
Este tipo de cafeterías se encuentran por todo París y se parecen muchísimo entre sí. Otras muy conocidas son la Brasserie Lipp, muy cerca de Les Deux Magots y que es, además, cervecería y un lugar donde probar la mejor gastronomía francesa, o el Café de Flore, fundado a finales del siglo XIX y por donde han pasado personajes como Simone de Beauvoir y Sartre, además de Hemingway, Truman Capote y Marguerite Duras.
De la rue de Buci a la rue de Sèvres, en la orilla izquierda, hay numerosas cafeterías y restaurante s donde nos sirven si lo que queremos es un poco de cogollito parisino. Estas terrazas tienen más encanto que las de los Campos Elíseos, que son más parapetadas y enconsertadas.
- Les Enfants Perdus
Les Enfants Perdus, una terraza sencilla y magnética
Una terraza estupenda es la del restaurante Les Enfants Perdus. No tiene nada de especial: es una terraza civilizada más, pequeña, incluso, pero la comida que sirve este lugar y el ambiente merece que se la incluya aquí donde muchos son los llamados y pocos los elegidos. Las gentes de la moda se reúnen en la de L'Avenue. En este café – restaurante de Avenue Montaigne es imposible pillar sitio durante las semana de la moda, pero hay que intentarlo. Curioso paisaje y paisanaje urbano el de esta terraza.
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París a ras de suelo
Dentro de esta modalidad de terraza civilizada está una submodalidad: la terraza civilizada en torno a una plaza. Hay muchas en los alrededores del Marché St – Honoré y junto a Le Carreau du Temple. Allí hay desde terrazas de cafés a terrazas de restaurante asiáticos pasando por cevicherías o restaurantes con guiños españoles. Si la terraza civilizada parisina hubiera sido cómoda, no habrían salido de allí tantas revoluciones. En cambio, es estimulante.
En terrazas como estas Cartier Bresson fotografiaba las primeras minifaldas, se fraguó la Nouvelle Vague, se reunían los americanos fascinados por la vieja Europa y algunos decidieron que bajo los adoquines estaba la playa.
- Hotel Particulier Montmartre
El Hotel Particulier Montmartre y la belleza interior, lejos de miradas indiscretas
Cuando hablamos de la terraza de interior, es aquella que se localiza en el patio interior de un inmueble, normalmente un hotel y/o restaurante y, en la mayoría de ocasiones, perteneciente a eso llamado lujo. Es decir, estamos ante una terraza a la que todo el mundo quiere ir (nosotros somos todo el mundo). Es privada, cómoda y suele ser codiciada. Los grandes hoteles intentan tener su propia terraza. Los días de sol no son muchos, pero en ocasiones los hay y es importante no olvidar que en París hace calor en verano.
Comencemos por el Hotel Particulier Montmartre y su maravillosa terraza interior de ensueño. La curiosa característica de este hotel es que solo cuenta con cinco suites, decoradas de forma única y diferente cada una de ellas (directas desde una fantasía, palabrita). Este idílico spot pertenece al restaurante del hotel, Le Grand Salon.
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Le Bristol, todo un ejemplo de sofisticación y estilo
Otra terraza interior memorable es la del Hotel Le Bristol. Se llama Le Jardin Francais y es amplia, elegantísima y con aroma a rosas. Este cinco estrellas acostumbra a alojar entre sus paredes a celebrities y eternos buscadores de lo mejor de lo mejor. Le Bristol ofrece a sus huéspedes cuatro restaurantes y tres bares, pero solo uno con terraza.
Además, para mentenerse a la orden del día en el mundo del arte, en ocasiones el hotel participa de iniciativas artísticas. Durante el verano de 2017, el patio interior fue protagonista de la obra del artista Daniel Buren, una instalación entre la que se podrá caminar. Recibió el nombre de “Une Pause Coloree” ("un descanso colorido").
- Terrass Hotel
Terrass Hotel y su terraza, nos alejamos del suelo
Si preferimos una vista desde Montmatre recurriremos al rooftop del Terrass Hotel en la zona de Montmartre; está en una séptima planta y tiene unas vistas envidiables, suficiente para decir “oh la la” y hacer unas fotos. No hace falta reserva y abre sus puertas de tres y media de la tarde a doce y media (de jueves a viernes), y once y media (de domingo a miércoles).
La especialidad son los cócteles, pero también se pueden degustar las eleboraciones más dulces del patissier Vincent Larigaudie. Además, por la temporada de primavera verano, la terraza se transforma en un espacio XXL repleto de flores y un menú especial de cocteles y tapas de temporada. Parece que es la terraza de hotel perfecta, sea cuando sea.
- Mandarin Oriental
Entre árboles en el Mandarin Oriental
En esta terraza, los platos son los del restaurante Camelia, que pertenece al Hotel Mandarin Oriental, que también ofrece la opción de comer en La Table du Jardin, una mesa con capacidad entre 6 y 8 personas que parece la jaula de un pájaro, dicho de forma rápida. Los ingredientes son de cercanía y los platos inspirados en los que se pueden encontrar en los mercados parisinos.
Y, por si fuera poco, unas vistas al precioso jardín interior. Lo tiene todo esta terraza. Si preferimos la noche, podemos tomar The New Bloody Mary o alguno de los nuevos cocktails de su carta. Hagamos lo que hagamos, acertaremos. No hay respuestas equivocadas.
- Hotel Costes
La terraza del Hôtel Costes, donde dejarte llevar por el ritmo
El Hôtel Costes tiene un patio interior muy conocido entre los que frecuentan la calle Saint Honoré. No es el sitio más tranquilo del planeta, pero para relajarnos ya tenemos nuestros sofás. Eso sí, la terraza es espectacular y, por la noche, bastante bonita.
Cada noche recibe a un dj diferente o, por lo menos, es raro que repitan. La música es de gran importancia para este hotel, que cuenta con un estudio propio en el que producen sonidos lounge tanto para la web del hotel, como para las distintas estancias comunes. Cuentan con 15 compilaciones. Solo así podemos imaginar lo imprescindible que es la escena sonora en este lugar, perfecto para disfrutar de buenas bebidas y buena música.
- Hotel Westin Vendome
Una parada refrescante y discreta en The Westin – Vendôme
Este hotel tiene una gran terraza que cumple los requisitos de este capítulo. Está en un patio interior, al abrigo de miradas no deseadas. Es un lugar donde, como en los otros hoteles, se cultiva el power lunch y donde se para a comer tras comprar. De nombre Terrasse des Roses, abre a mediados de mayo, para cerrar en octubre, para todo aquel que quiera disfrutar de su ambiente apacible. No te preocupes, tienes tiempo más que de sobra.
En lo que antes era el espacio donde se recibían los carruajes hoy se encuentra un salón al aire libre cuya inspiración para decorarlo es el verano en el Mediterráneo. Si quieres huir de la sofocante ciudad, sin salir de ella, The Westin – Vendôme es el lugar perfecto.
- Les Jardins du Marais
El brunch en Les Jardins du Marais
No solo los hoteles potentes tienen su terraza. Hay algunos pequeños que encuentran unos metros para ella. En el Marais, por ejemplo, descubrimos lugares como Les Jardins du Marais cuya terraza sirve brunch los domingos. Cerca de allí también se encuentra el Hotel Saint–Paul Le Marais, un tres estrellas con una bonita terraza, oculta e inesperada, donde se sirven desayunos y en la que pasar completamente desapercibido.
- Cafe Marly
El Café Marly, o la terraza de museo
El nivel de las terrazas de los museos parisinos está a la altura de sus museos. El Café Marly está en las arcadas del Museo del Louvre, frente a la Pirámide de Ming Pei. Estar sentado al final del día en este lugar, tras una visita al museo, es uno de esos planes que deberíamos llevar anotados en la agenda; es una forma de decir: “sí que estoy en París, sí”.
Los platos estrellas son, en resumen, todos, con una selección de carnes y pescados magnífica, verduras de temporada y algún que otro clásico, como el plato surtido de frutos rojos (perfecto para el postre). Por cierto, es necesario reservar con antelación para poder sentarte en una de sus mesas.
- Musée de la Vie Romantique
El café del Musée de la Vie Romantique
Otro museo que cuenta con terraza escondida es el Jacquemart – André. Este lugar, nacido en los años 80 pero con una historia de siglos (su primer dueño fue el pintor holandés Ary Scheffer, en 1811), es un extracto muy concentrado de París. Pero, además de pintura y material gráfico, el Musée de la Vie Romantique también cuenta con un café encantador. Es muy parecido al Café del Jardín del Museo del Romanticismo de Madrid. Aquí cuando nos ponemos románticos también nos sale bien, tanto que incluso podremos sentirnos como una pieza de museo más metiéndonos del todo en el papel.
- BHV MARAIS L'Homme
La terraza boba del BHV MARAIS L'Homme
No la insultamos, faltaría más. Es esa terraza diseñada por y para los bohemios burgueses. El término de “terraza boba” lo acuñaron los franceses hace ya casi diez años y son ellos los que mejor lo declinan. Es una terraza muy parisina. Hablamos de esa terraza que reúne al menos tres de los siguientes elementos: comida eco, DJ, wifi gratis, mucha quinoa, mesas de madera, hamacas, sensación de montaje efímero.
Así es la terraza del BHV MARAIS L'Homme, un gran almacén del Marais dedicado al hombre. Su terraza dispone desde puestos con verdura orgánica a espacio para bicicletas. De manual. La zona del Canal de Saint – Martin está plagada de terrazas bobas.
- The Peninsula
La terraza a pie de calle del Hotel The Peninsula
La terraza a pie de calle es un híbrido entre varias terrazas y suele ser pequeña, a veces solo unas mesas, pero deben estar aquí. Hotel Peninsula cuenta con la más grande de París. Es atípica en dimensión y oferta. Aquí se puede comer durante todo el día un menú de temporada por Laurent Poitevin. También se sirve brunch los domingos con platos asiáticos. En la misma terraza se puede pedir comida cantonesa del restaurante Lili. O quizás solo un té, si vamos con prisas.
- Les Ombres
Les Ombres, una azotea de ensueño
No hay muchas pero, ay, cuando nos subimos a una de ellas. Cómo apabullan las vistas de las terrazas de las azoteas de París. Una terraza que mira la ciudad por encima del hombro es la del Musée du quai Branly. Su restaurante se llama Les Ombres y la visión desde sus mesas De la Torre Eiffel es, simplemente, fabulosa.
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