Australia en 50 experiencias inolvidables
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Australia en 50 experiencias inolvidables
Aquí aprenderás a surfear en la efervescente Bondi Beach y podrás abrazar un koala en Queensland. Pero no te quedes ahí. ** Australia es grande** -y no lo decimos solo porque ocupe lo mismo que de Andalucía a Rusia-, sino porque es uno de los últimos rincones del mundo en el que la naturaleza todavía se impone al ser humano. El aislamiento geográfico y su estatus de joven país aguardan maravillas que creías posible solo en las películas. ¡Te dejamos con 50 razones para que vengas!
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Ver el amanacer en Bondi Beach (Sídney)
Levantarte a las 5.30 am tiene su recompensa -algo, por cierto, habitual aquí- cuando tienes toda la playa de Bondi Beach (a veces sobrecogedoramente bulliciosa) prácticamente para ti. Ninguna foto hará jamás justicia a los colores del amanecer.
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Caminar entre los bosques azules de las Blue Mountains
Kilómetros y kilómetros de eucaliptos liberan cada día sus aceites esenciales que, con el calor del sol, dan ese aspecto azulado a los bosques de las Blue Mountains. Rutas de senderismo para todos los niveles, cascadas, fauna y cientos de aves coloridas.
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Come gambas en el Sydney Fish Market (Sídney)
Es el tercer mercado de pescado más grande del mundo y durante los días de navidad organiza la “maratón del marisco” durante 36 horas non-stop. Fuera de la época navideña organizan visitas a las 6 am para ver de primera mano cómo llega la captura del día y cómo se subasta.
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Chill en Byron Bay (o no...) (New South Wales)
Byron Bay , donde viven Elsa Pataky y Chris Hemsworth, fue en su día una comunidad perdida en medio de la naturaleza, habitada por hippies y entusiastas del surf. Hoy en día es una parada obligatoria para todos los turistas y un nido de viajeros errantes. Aunque sigue teniendo buenas olas, espectaculares playas y un entorno precioso, mejor huir hacia el norte para estar más tranquilos, hacia Cabarita Beach o Kingscliff.
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Tirarte por una cascada en Josephine Falls (Queensland)
Si siempre has soñado con tirarte por una cascada, ahora puedes. A media hora en coche de Cairns se encuentran las Josephine Falls, con cascadas preciosas y sin apenas gente. Una de ellas está abierta al baño y, debido a la erosión, su superfície lisa se convierte en un tobogán natural.
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Viajar en un tren como los de antes (Queensland)
Kuranda es un pintoresco pueblecito en medio del bosque húmedo. Una de las mejores maneras de visitar sus puestecitos de artesanía, su Koala Gardens o su ** santuario de aves **, es hacerlo en tren. Casi dos horas de viaje escénico hasta Cairns en el que se atraviesan montañas y bosques, 37 puentes y 15 túneles hechos a mano entre 1882 y 1891, todo un desafío de ingeniería y un viaje al pasado auspiciado por el traqueteo de su vieja madera.
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Y volver en uno de los teleféricos más largos del mundo (Queensland)
El Skyrail Rainforest Cableway es la mejor manera para ir o volver de Kuranda, combinada con el punto anterior. Este teleférico te llevará durante siete kilómetros de viaje por el bosque tropical más antiguo del mundo. Además de las majestuosas vistas, podrás bajarte en dos estaciones para visitar la flora y fauna local, acompañado por guías especializados. Y quién sabe, ¡incluso podrás ver un cassowary!
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Una barbacoa en cualquier parque o playa
No hace falta ningún lugar concreto para disfrutar de la quintaesencia australiana: una “barbie” (barbacoa) en la playa o en el “bush” (campo) . Buena parte de los espacios públicos australianos cuentan con barbacoas gratuitas que funcionan apretando un botón. Coge una cerveza, extiende tu toalla y disfruta de la vida outdoors.
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Surfea con los canguros de Emerald Beach (New South Wales)
No hay nada más bonito que ver la naturaleza en su estado salvaje, por eso no puedes perderte los centenares de canguros de Emerald Beach. Familias enteras con sus “joeys” (bebés) en la bolsa, flanquean el camino del aparcamiento hasta la playa. Podrás verlos saltar, jugar, comer y levantar su musculado cuerpo con curiosidad al verte. Píllalos a primera y última hora, sus momentos de mayor actividad.
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¿Nadar con cocodrilos? Pero en la distancia (Queensland)
Palm Cove es una pequeña playa paradisíaca situada en la bonita ruta que une Cairns y Daintree Forest. Sus coloridas palmeras se alinean junto a aguas cristalinas que invitan al baño todo el año, pero ¡ojo! Mejor nadar dentro de la malla de seguridad que evitará darnos algún que otro susto con los cocodrilos que habitan en la zona o las peligrosas cubomedusas de 1cm.
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Visitar el Pink Lake (Western Australia)
Lo habrás visto alguna vez en una de esas listas de curiosidades naturales y es que es casi imposible pasar por alto un ¡lago salado rosa! Situado en Western Australia, su vibrante color se debe a una combinación de algas y la concentración de camarones; cuando la salinidad del lago supera la del mar, las algas se ponen manos a la obra acumulando un color rojizo que brinda este espectáculo único.
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Piérdete en el MONA (Tasmania)
El **MONA (Museum of Old and New Art) ** , situado en la isla de Tasmania, es el museo privado más grande de Australia y contiene una de las colecciones artísticas más controvertidas del mundo. Aunque su fundación es algo turbia -se dice que David Walsh lo creó para evadir impuestos, el museo tiene su encanto: es como un laberinto gigante con piezas que van desde grabados antiguos hasta personas tatuadas sentadas sobre una silla durante 12 horas. Bizarro y fascinante.
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Buscando a Nemo en la Gran Barrera de Coral (Queensland)
Uno de esos must mundiales. La Great Barrier Reef se extiende a lo largo de la costa de Queensland y tienes muchísimas opciones para visitarla: desde una excursión de día con tres inmersiones con salida en Cairns, hasta expediciones privadas a bordo de kayaks, veleros o yates. Verás todo tipo de coral, con colores fluorescentes y cautivadores y, por supuesto, al pez payaso, mantarrayas, tortugas, pepinos marinos y tiburones de coral.
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Pasear por el Chinese Garden of Friendship (New South Wales)
En medio de todo el bullicio de Sídney, entre los rascacielos y el tráfico infernal, hay un reducto de paz lleno de nenúfares, tejas rojas y carpas. Se trata del Chinese Garden of Friendship , un jardín -más bien un oasis-, que por unos dólares la entrada, te transportará a otra época y lugar. El destino perfecto para coger aire en medio del estrés de una gran ciudad.
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Deambular por Chinatown y Haymarket (New South Wales)
Ya que estamos en la zona, no muy lejos del Chinese Garden of Friendship se encuentra el barrio de Haymarket , donde podrás encontrar desde todo tipo de alimentos orientales y productos de belleza con un aire kawaii, hasta espectáculos de danza tradicionales en el majestuoso Capitol Theatre. ¿Lo mejor? Los mercadillos nocturnos con sus paradas foodies: noodles, dumplings, dim sum, deliciosos helados de matcha…¿Alguien más está salivando?
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¿El mejor fish and chips de Australia? (New South Wales)
Los australianos no tienen una gastronomía propia como tal, más allá quizá de su arte para las barbacoas. Sin embargo, la herencia británica les ha convertido en expertos en fish and chips y después de varios años podemos asegurar que el ** Boathouse en Palm Beach ** -a las afueras de Sídney- es uno de los mejores que hemos probado. Con vistas al mar, es casi imposible no rendirte a los simples encantos de la vida.
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Y después de un fish and chips, subir al faro de Palm Beach (New South Wales)
O quizá prefieras hacerlo al revés para abrir apetito. Sea como sea, la caminata hasta el faro de Barrenjoey vale la pena. Construido en 1881, el faro está situado a 91m sobre el nivel del mar y ofrece unas vistas de las Northern Beaches preciosas. Solo necesitas 30 minutos para subir y el tiempo que quieras para caminar por sus alrededores. Por cierto, quizá te suene porque aparece a menudo en la popular y veterana serie australiana, Home & Away.
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Comerte una empanada de cocodrilo
En un pequeño pueblo de la costa de Nueva Gales del Sur, en Shoalhaven , hacen los mejores pies de la zona y, uno de los más populares, es el de cocodrilo. Aunque para los menos atrevidos hay opciones más convencionales, como el steak and mushroom y el de queso feta, champiñones y boniato. Hayden’s Pies es un alto en el camino que se convierte en un placer para el paladar y para tu cartera.
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Observa a los demonios de Tasmania (Tasmania)
A pesar de la preocupante situación de los demonios de Tasmania a causa de un tumor que ha reducido su población a un tercio, todavía hay esperanza. En algunas partes de Tasmania puedes verlos en libertad, aunque para asegurarte, s**iempre puedes visitar Devils @ Cradle **, un santuario situado en el glaciar de Cradle Mountain, donde observarlos en su hábitat, correteando y mordiendo con esos afilados colmillos. Las visitas guiadas son muy completas y educativas, siempre en grupos reducidos y sin perturbar la existencia de los demonios. Hay toda una zona sin acceso donde se crían ejemplares sanos que luego serán puestos en libertad con la intención de repoblar la isla.
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Salta con los canguros de Morisset Park (New South Wales)
Y ya que estamos con el tema, ¿hay algo mejor que ver a los animales en libertad? Si quieres ver aún más canguros -y de más cerca- solo tienes que acercarte hasta Morisset Park , en los alrededores de Newcastle. En el parque de este antiguo hospital psiquiátrico encontrarás infinidad de canguros salvajes, solo recuerda no alimentarles y no hacer movimientos bruscos y podrás conseguir la foto perfecta para Instagram.
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Es la hora de la #quokkaselfie (Western Australia)
Seguimos con los bichines, pero esta vez con el primo pequeño de los canguros: los quokkas. Estos simpáticos y super fotogénicos animales habitan Rottnest Island -entre otros lugares- cerca de Perth, en Western Australia. Una zona protegida por ley en la que disfrutarás de la interacción con los denominados “animales más felices del mundo”.
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Acampar en Trial Harbour (Tasmania)
El nordeste de Tasmania retiene buena parte de su ADN salvaje, intocable, protegido por un clima duro y que no perdona. Es también uno de los rincones en el que el paso del hombre queda en un segundo plano y la naturaleza cobra importancia. En Trial Harbour solo 17 personas viven durante todo el año, no hay cobertura telefónica y el pueblo más cercano está a 45 minutos en coche. Pero es también el lugar donde acampar bajo las estrellas, oyendo las olas romper a escasos metros, mientras el fuego se apaga lentamente y los animales empiezan a desesperazarse. Ualabíes, wombats, zarigüeyas y por supuesto, algún que otro demonio de Tasmania.
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Vistas de pájaro de la Opera House sin dejarte los ahorros (New South Wales)
Si quieres tener unas vistas magníficas de la Ópera House puedes subir al famoso puente de la bahía; una excursión de tres horas y que varían desde los 150$ hasta 400$. Pero si pasas de cables y experiencias vertiginosas -o no tienes esa ingente cantidad de dinero-, puedes ver la bahía, la Ópera House y buena parte del CBD desde el Pylon Lookout situada en el mismo puente. Por menos de 15$ obtendrás unas vistas de pájaro además de conocer la fascinante historia de su creación.
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Una ola gigante de roca (Western Australia)
La Wave Rock situada en el sur de Western Australia es un acantilado de granito de 15 metros de altura y 110 metros de largo, cuyos sedimentos y cristales datan de 2700 millones de años de antiguedad. Y, por supuesto, tiene forma de ola, además de pigmentaciones diversas que le dan esa sensación de movimiento. Si lo visitas en primavera, las orquídeas florecen y crean un entorno único.
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La experiencia definitiva para los amantes del vino (Southern Australia)
Australia tiene más de 2400 bodegas en 65 regiones vinícolas por todo el país. Aunque segurament South Australia se lleva la palma. Sea como sea, no te puedes perder el festival Aussie Wine Month , en mayo, que incluye desde degustaciones, talleres, maridajes, charlas, cenas… Aparca el coche y sumérgete entre las más de 100 variedades de vino que las bodegas de Adelaide ofrecen.
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Surfea las dunas de Port Stephens (New South Wales)
Kilómetros y kilómetros de dunas se extienden flanqueadas por el mar a un lado y el bosque al otro. En este paradisíaco lugar, podrás practicar sandboarding , o lo que es lo mismo, tirarte por las dunas con una tabla ideada para ello. Adrenalina y paisajes increíbles se entremezclan para darte una sensación única. Y para terminar la sesión, nada mejor que un chapuzón en el mar.
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Entre dos aguas: The Neck (Tasmania)
The Neck es una lengua de arena que separa el sur del norte de Bruny Island, una pequeña isla de Tasmania. Además de la curiosa vista -y su inseparable foto-, la pasarela de madera te permite caminar por las dunas y observar los pingüinos más pequeños del mundo (también conocidos como fairy penguins) y verlos regresar a sus nidos cuando cae la noche. Podrás leer también la historia de la heroina local, Truganini, la última aborigen de Tasmania.
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Los mil colores de Uluru (Uluru Kata Tjuta National Park)
Ayer s Rock , conocido como Uluru en lengua aborigen, es un lugar sagrado para la tribu Anangu. Este monolito que parece surgido de la nada, tiene más de 348 metros de altura; ¡eso sin contar los más de 2 km enterrados bajo tierra! A pesar de que parece lisa, cuenta con cuevas -y sus respectivas pinturas rupestres- y amplitud de texturas. Las distintas horas de luz le dan su aspecto cambiante: desde naranja a violeta, pasando por un rojo encendido. Eso sí, el gobierno australiano ha decidido que desde el 29 de octubre de 2019 , se cerrará el acceso a la roca, para su preservación y por respeto a la tribu Anangu.
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Recorrer el Valle de los Vientos en Kata Tjuta (Northern Territory)
A pocos kilómetros de Uluru se encuentra Kata Tjuta ; una colección de monolitos que ascienden casi 600 metros de altura y que se extienden por más de 20 km. Su nombre significa “muchas cabezas” y aún hoy en día es lugar de rituales para los aborígenes Anangu. Hay varias excursiones y caminos que recorrer, pero el del Valle de los Vientos sin duda es commovedor, a medida que te adentras en la immensidad de sus rocas.
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Una burger de kangaroo, ¡por favor!
La primera vez que probé la hamburguesa de canguro fue precisamente en Uluru. Se trata de una carne gustosa, parecida a la ternera, muy sana -99% libre de grasa- y alta en hierro y zinc . Puedes encontrar la carne en cualquier supermecado o carnicería y buena parte de los restaurantes australianos. A causa del crecimiento desbordante de la población de canguro, desde el gobierno y ONGs ecologistas, se incita al consumo de esta carne saludable y sostenible, ya que no requiere de granjas para su explotación.
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Nadar con los tiburones ballena en Ningaloo Reef (Western Australia)
Hacer esnórquel o sumergirte en las cristalinas aguas de Ningaloo ya es de por sí suficiente regalo, pero si a ello le añades la posibilidad de nadar con un tiburón ballena, la experiencia se multiplica. Sin jaulas, sin abusar de los animales, sin interferir en su hábitat, tan solo flota al lado de estas majestuosas criaturas.
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Conocer las Whitsundays en kayak (Queensland)
O si lo prefieres, en barco. Pero la cuestión es visitar varias de las islas más afortunadas del planeta y hacerlo huyendo de las hordas de turistas y mochileros. Una buena opción es vivirlo en kayak y alquilar todo el equipo de acampada necesario para poder recorrer las playas cristalinas y dormir bajo las estrellas. Nadarás entre tortugas, mantas y peces de colores o, si lo prefieres, podrás tumbarte en la arena más blanca que hayas visto jamás.
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La carretera más bonita del mundo: The Great Ocean Road (Victoria)
Y si no es la más bonita, al menos estará bien alto en el ranking. Esta sinuosa carretera fue construida por los soldados que regresaban a Australia después de combatir junto a los ingleses en la guerra. Sin trabajo y sin dinero, se organizaron entre ellos para construir una carretera que conectara los pueblos aislados de la costa. Así fue como nació la ** Great Ocean Road **, cuyos 243 kilómetros recorren algunas de las playas más bonitas de Australia -y casi siempre desiertas-, así como preciosas montañas pobladas por esbeltos eucaliptos. ¡Una ruta obligada!
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Visitar Los Doce Apóstoles (Victoria)
Aunque ya de por sí recorrer la Great Ocean Road tiene atractivo suficiente, saber que a lo largo del camino te encontrarás con estas imponentes formaciones rocosas es la guinda al pastel. Doce rocas de calizas de más de 40 metros que se alzan majestuosas sobre un mar a menudo embravecido. No os perdáis este vídeo sobre cómo han cambiado en los últimos años. Sobran las palabras.
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Asistir a Falls Festival (Victoria)
Entre Melbourne y Los Doce Apóstoles se encuentra Lorne, una pequeña localidad bañada por el mar y bendecida con un bosque de película en el que cada fin de año se celebra el festival de música Falls Festival . En los últimos años, el festival se ha expandido hasta Byron Bay, Fremantle, Tasmania y demás, pero la edición de Lorne sigue teniendo ese je-ne-sais-quoi en el que música y naturaleza se alían en perfecta armonía.
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Surfear en Noosa mientras ves a los koalas (Queensland)
Hace unos años, antes del boom turístico, Noosa debía ser lo más parecido al Paraíso pero en la Tierra. Aguas cristalinas con olas infinitas que cruzan la bahía de Tea Tree, bosques frondosos de los que emana la fresca olor del eucalipto, koalas en libertad, mascando hojas tranquilamente en las ramas, playas kilométricas… Sí, todo esto -y además bastante gente- es lo que puedes encontrar en Noosa. Mejor evitar los meses de verano, ya que la temperatura es buena todo el año.
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Darte un baño en las Figure Eight Pools (New South Wales)
Cuesta creer que estas piscinas y sus caprichosas formas sean naturales. Como perfectos ochos excavados sobre la roca, podrás darte un chapuzón en estos agujeros que se llenan con la marea. ¿La gracia? Además de su peculiar forma, el camino para llegar a ellas es una bonita excursión por el Sydney Royal National Park . Para darle más emoción, debes saber que no siempre se pueden ver las piscinas ¡tienes que pillar la marea correcta!
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Un paseo entre cocodrilos (Northern Territory)
Darwin , es el lugar al que acudir si se quieren ver cocodrilos en libertad. Para verlos de cerca la mejor opción es reservar una excursión con guías locales que te llevan en barco por el río mientras te explican millones de curiosidades sobre estos parientes jurásicos. Los verás de cerca, MUY cerca, mientras saltan para alimentarse o nadan cerca del barco, acompañados por grullas, peces y centenares de pájaros. Tardarás días en bajar los niveles de adrenalina.
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Capturar la belleza del Karijini National Park (Western Australia)
Podrías pasarte un mes conociendo únicamente las preciosas cataratas que forman parte del Karijini National Park. Imágenes que parecen un espejismo, aguas calmadas y cataratas que brotan de manera abrumadora. Verdes, tonos rojizos, azules... como un catálogo de Pantone hecho realidad.
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Aprender más sobre las pinturas rupestres en Kakadu (Northern Territory)
Lo que nosotros llamamos pinturas rupestres, en Australia se denomina rock art , una manera de transmitir conocimiento de una generación a otra, alertar sobre peligros, migraciones, presas… Algunos de los dibujos del Parque Nacional de Kakadu tienen más de 20.000 años pero se conservan magníficamente. Podrás encontrar leyendas (como la del hombre cocodrilo) , advertencias, o el tipo de peces que había en la zona. Piel de gallina.
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Recorrer Cable Beach en camello (Western Australia)
No, no. No estamos hablando de la típica atracción turística. Y es que aunque parezca mentira, Australia cuenta con la población de camellos salvajes más grande del mundo . De hecho, exportan ejemplares a países árabes. Los primeros camellos fueron importados por los ingleses desde las Islas Canarias para explorar los grandes desiertos del continente, algo para lo que los caballos no estaban preparados.
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Y los bosques más antiguos del mundo (Queensland)
Si en algún lugar del mundo una especie de Jurassic Park fuera posible, sería en el Daintree Rainforest . Su bosque tropical es precisamente jurásico y se remonta a cuando toda Australia estaba cubierta por bosques húmedos. Cuenta con 12 de las 19 familias de plantas primigenias u originarias desde que la Tierra existe, así como animales que comparten características con sus ancestros de más de 110 millones de años de antiguedad. Por no hablar de que podrás ver a los impresionantes y coloridos casuarius.
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Duerme bajo tierra en Coober Pedy (South Australia)
Los australianos son gente curiosa, pero dotada de recursos. Y si no, que se lo digan a los habitantes de Coober Pedy , un pueblecito dedicado a la extracción de ópalo situado en el sur de Australia, donde para huir de las temperaturas infernales se construyeron su hogar bajo tierra. ¡Gente dura, sin duda!
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Asiste a la regata de latas (Northern Territory)
Sí, gente curiosa, sin duda. Cada año **Darwin tiene el honor de organizar la Beer Can Regatta **, que une dos pasiones muy arraigadas en el continente: el mar y la cerveza. Centenares de embarcaciones (¿o sería “enlataciones”?) compiten en esta peculiar tradición.
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Conoce la historia de las colonias en Port Arthur (Tasmania)
Pese a la juventud del país, Australia cuenta con algunos sitios históricos, obviamente vinculados a su pasado como colonia británica -y sin lugar a dudas, a su pasado presidiario-. Por eso vale la pena visitar Port Arthur, una de las cárceles más duras durante la época colonial, llena de historias y personajes que hoy forman parte de la historia contemporánea del país.
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Pasa una noche en Maria Island (Tasmania)
Pero antes de Port Arthur estuvo Maria Island, una estación para presidiarios con fama tan dura que en 1832 se traslado a Port Arthur. Hoy en día, quien lo desee podrá dormir en las celdas y vivir casi casi con las misma (in) comodidades como lo hacían los presos británicos de la época. Cuando escapes de tu celda, no dejes de visitar los acantilados de Painted Cliffs y Fossil Cliffs .
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Tómate algo en Melbourne (Victoria)
Melbourne o The Second City, se convierte en la first cuando hablamos de propuestas de ocio - en todas sus formas en general . Teatro, música en directo, bares, restaurantes… La mermada vida social de Sídney continúa ahogada entre leyes de cierre apabullantes, mientras Melbourne florece con sus paredes llenas de graffitis, los bares más trendy, los pubs más auténticos y los callejones desde donde la música no para de sonar.
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Tómate un cóctel con las tortugas (Queensland)
Estás tranquilamente saboreando un daiquiri y a tu lado una tortuga verde pone sus huevos en la arena mientras tú lo contemplas con incredulidad. Eso es lo que pasa si te quedas en ** Wilson Island ** entre noviembre y marzo.
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Viaja al centro de la Tierra (Western Australia)
Ya que estás en la otra punta del mundo, también puedes ir un poco más allá si lo deseas. Solo tienes que descender por Hancock Gorge , una caminata descrita como “el viaje al centro de la Tierra” y que te acompañará con sus rojizas tonalidades y aguas cristalinas hasta que llegues al final, ¿o era al inicio de todo?
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Escucha un concierto en la Opera house (Sídney)
Nunca te cansarás de ver sus blanquecinas cúpulas emulando las velas de un barco imponentes sobre su pedestal. **La Opera House de Sídney ** no solo se ha convertido por méritos propios en todo un reto -y un logro- de la arquitectura contemporánea, sino que también es uno de los lugares con una acústica más especial del mundo. Escuchar un concierto o asistir a una obra, es una sensación envolvente, cálida y estremecedora que te recoge y te arropa hasta el último final.