Midsommar no es solo una película de terror

Es, de hecho, una de las celebraciones más importantes (y alegres) de Suecia.
Midsommar.
Getty

En 2019 el cineasta Ari Aster consagraba el Folk Horror con su perturbadora Midsommar y ese viaje de cuatro estudiantes estadounidenses a la Suecia campestre que termina en todo menos en el inocente supuesto festival de verano que iban a disfrutar. Quien en su momento rastrease internet buscando las referencias del lugar y de la historia ya sabrá qué hay un Midsommar muy muy real y que, aunque la película tenga reminiscencias al evento en cuestión, lo que pasa aquí es mucho más divertido y menos sangriento. Sí, hay coronas de flores, bailes y trajes regionales, también arenque y cerveza, pero dejemos el terror para el maestro Aster. Aquí lo que se celebra es que el verano –y la luz– ya está aquí.

Ver fotos: 12 películas con las que viajaremos en 2024

Simbolismo, pero ni runas ni rituales

El solsticio de verano es una de las celebraciones más compartidas en el mundo desde tiempos ancestrales. Fielmente relacionado con el mundo agrícola, el ser humano lleva siglos festejando la llegada del verano, que en nomenclatura rural no tiene que ver nada con la llegada de las vacaciones ni del horario intensivo, sino con la cosecha. Midsommar, como su nombre indica, es la celebración del cambio de estación, y no podía acontecer en otro día que cuando uno de los polos de la Tierra se inclina al máximo hacia el sol, lo que causa el día más largo del año.

Nosotros tenemos nuestra noche de San Juan en el salto del 23 al 24 de junio, pero no todo el mundo decide saludar la llegada del verano con hogueras en la noche. En Suecia, que es lo que aquí acontece, lo hacen con el Midsommar, que en su caso suele celebrarse en la víspera de San Juan. Así, cuando llega el cuarto sábado de junio, los suecos miran al cielo sabiendo que ha llegado el buen tiempo.

Corona de flores para el Midsommar.Turismo de Suecia

Cómo se celebra el Midsommar

Esta fiesta –que es una de las más importantes del país nórdico junto con la Navidad– es pura reconexión con la naturaleza. Por eso todo comienza con una recolecta de flores el día antes de la gran celebración, que serán las que se utilicen para hacer las coronas, llamadas midsommarkransar, que lucirán las mujeres en el pelo durante toda la jornada. De hecho, tal es la importancia de este complemento festivo que en Estocolmo hay un barrio y una parada de metro con este nombre (Midsommarkransen).

Confeccionadas al menos con 7 tipos de flores, estas coronas de flores y hojas se pueden combinar (o no) con trajes regionales y buena parte del material va destinado también al maypol (una cruz ornamentada con plantas).

Vale, seguro que ahora mismo quien haya visto el filme de terror estará evocando en su cabeza ese incómodo baile comunal en torno al mayo. Efectivamente, en la película Aster recupera uno de los momentos más castizos del Midsommar, pues lo de bailar y cantar canciones tradicionales alrededor de esta cruz –en su momento tuvo carácter religioso– sigue siendo uno de los momentos más importantes de la fiesta. Aunque en la vida real –no creo que haga falta decirlo, pero por si acaso– el simbolismo no va más allá de celebrar la vida.

Escena de la película "Midsommar".A24

Y es que el Midsommar no es solo una excusa para juntarse con quién más se quiere, es también un momento para recordar que sin naturaleza no somos nada y en Suecia otra cosa no, pero parajes dignos de un Stendhalazo tienen. Por eso, la fiesta ha de ocurrir al aire libre y tras la izada conjunta del palo de mayo.

Faltaba el festín, por supuesto

Junto a las coronas de flores y la cruz ornamentada hay una tercera pata que no puede faltar en la fiesta: la comida. Es por eso que los suecos se juntan alrededor de una mesa para disfrutar de un guateque en el que el arenque es el rey de la fiesta.

Anders Carlsson ACP / Alamy Stock Photo

La comida suele servirse como el típico julbord bufé de Navidad– y en ella no pueden faltar los arenques en salmuera y las patatas nuevas hervidas, aunque suelen añadirse otras carnes y pescados dependiendo de la región en que se esté celebrando el Midsommar. Ah, de postre no puede faltar la tarta de fresas o las fresas con nata.

El arenque no falta en el Midsommar.Getty
Tarta con fresas: un clásico sueco.Alamy

De beber, cerveza, o para los valientes akvavit, una especie de aguardiente sueco del que es mejor no abusar pues la fiesta se puede alargar hasta cuando uno quiera, que para estamos en una noche en la que casi no se pone el sol.

Otras curiosidades

La tradición dice que se deben colocar esos 7 tipos de flores que se recogieron en el día previo a la celebración del Midsommar debajo de la almohada para soñar con la persona que se va a enamorar. Además, según la tradición, estas coronas cuentan con propiedades protectoras por lo que se pueden guardar en casa hasta que se sequen.

Para el Midsommar se deben recolectar 7 tipos de flores.Getty

Para vivir la auténtica experiencia de Midsommar en Suecia un sitio que no falla es el archipiélago de Estocolmo. En la Isla Grinda, situada en medio del archipiélago, a unos 75 minutos en barco del centro de la capital, se celebra con ganas y de forma muy tradicional.

Otras buenas opciones son Sandhamn o Vaxholm. Y, por supuesto, en la propia ciudad de Estocolmo, donde hay lugares con encanto para celebrarlo como el parque Skansen, donde desde su fundación en 1886 se ha celebrado esta festividad, se puede participar en juegos, degustar platos típicos o visitar a los animales, mientras se disfruta del solsticio de verano.

Más ideas para celebrar el Midsommar en Suecia se encuentran en la página oficial de turismo de Suecia.

Ver más artículos

SUSCRÍBETE AQUÍ a nuestra newsletter y recibe todas las novedades de Condé Nast Traveler #YoSoyTraveler