Festivales de música clásica para este verano

Desde Salzburgo pasando por Aix-en-Provence, Granada y San Sebastián.
Festivales de música clsica para este verano.
Quincena Musical de San Sebastián

Pensamos en festivales y automáticamente nos viene a la cabeza el Sónar o el Primavera Sound. Pero, más allá de estas multitudinarias celebraciones de lo actual, los amantes de la música clásica acudimos con entusiasmo a nuestras convocatorias veraniegas. Porque la música clásica siempre ha estado ahí.

Festivales de música clásica en Europa para este verano:

En lo más alto está el padre, o la madre, de todos los festivales de música clásica: Salzburgo. La ciudad de los Von Trapp se transforma en agosto bajo las estrellas del firmamento orquestal. Este año el hit del festival será la ópera Don Giovanni (Mozart, salzburgués, es protagonista), dirigida en lo artístico por el vanguardista Romeo Castellucci y en lo musical por el ruso Teodor Currentzis.

También en agosto y en territorio germánico se celebra el festival de Bayreuth. Fue fundado por el propio Richard Wagner en honor a sí mismo en 1876. Luis II financió la construcción de un teatro que cumpliese las exigencias del compositor y, desde entonces, la familia Wagner ha llevado la batuta. La demanda se dispara. Las entradas para revivir la Tetralogía, Parsifal o El holandés errante son reservadas por los entusiastas wagnerianos con 10 años de antelación.

La Schubertiada es alpina y campestre. Este festival, dedicado a la obra del compositor vienés, se celebra en las localidades de Schwarzenberg y Hohenems. Música de cámara, conciertos y recitales para monomaníacos de Schubert.

En Francia, el festival de Aix-en-Provence está dedicado esencialmente a la ópera. Este año Pelléas et Méllisande, de Debussy, y Madama Butterfly, de Puccini, compiten con obras de Rameau, Monteverdi y Gluck. El barroco es tendencia.

La casa de ópera Bayreuth, donde cada año se celebra el festival que Richard Wagner puso en marcha.Getty

Y de vuelta al entorno alpino, la conocida estación de esquí de Verbier se transforma en verano en cita de pianistas y directores de orquesta. Entre los primeros, se verá este año al maestro español Achúcarro y a figuras como Kissin o András Schiff, y entre los segundos, Sir Simon Rattle dirigirá la tercera de Mahler.

Los dos festivales italianos de más relieve llevan el nombre de dos compositores de ópera: Rossini y Puccini. En el Rossini, en Pesaro, su ciudad natal, no podría faltar El barbero de Sevilla o Il viaggio a Reims. El Puccini –que este año celebra su 70 aniversario– es un festival muy popular que se celebra en Torre del Lago, cerca de Lucca, donde nació el compositor. Allí se oirán las bellas y trágicas melodías de La Bohéme, Tosca y Turandot.

Cerramos nuestra gira europea en la campiña inglesa. En la web del elitista festival de Glyndebourne, al sur de Londres, se dan indicaciones sobre cómo se debe vestir en las representaciones o cómo organizar un picnic en el entreacto. Eso, mientras se disfruta La flauta mágica, de Mozart, o Giulio Cesare, de Haendel.

Y llegamos a España

Los clásicos de la clásica de aquí son tres: San Sebastián, Granada y Peralada.

La Quincena Musical de San Sebastián no es en realidad una quincena. Extiende sus actividades durante el mes de agosto. Este año el programa se teje en torno a lo exótico con obras como Carmen de Bizet (Carmen fue muy exótica en su momento), el Concierto Egipcio de Saint Saëns, y los siempre insólitos encuentros en la basílica de Aranzatzu, donde este año veremos al músico gallego Abraham Cupeiro.

La Quincena Musical de San Sebastián en realidad dura un mes.Gilles Aguilar

Los coros son uno de los atractivos del festival. No hay que olvidar que Donosti es la sede del célebre Orfeón. Acudirán formaciones como el Bach Collegium Japan o la checa Cappella Mariana. A esta propuesta se añaden grandes figuras como la violoncelista argentina Sol Gabetta, la arpista española Sara Águeda y el director Riccardo Chailly. La danza es otro de los pilares de la programación, con Folia, de la Compañía Käfig, y el flamenco de Úrsula López.

También en el Cantábrico, el festival de Santander apuesta en el mes de agosto por la música barroca con formaciones como La Spagna, el ensemble Gli Incogniti y Concerto 1700. Daniel Pinteño ofrecerá, junto a la soprano Quiteria Muñoz, arias y canciones de amor del siglo XVII.

El castillo de Peralada en Barcelona ha sido desde los años 80 un punto de encuentro de corte internacional y conservador. La renovación pasa por artistas catalanes, como la compositora Helena Cánovas, que estrena la ópera Don Juan no existe, en la que sin duda brillará la soprano Natalia Labourdette.

No se puede competir con marcos como el patio de los Arrayanes de La Alhambra, el palacio de Carlos V o el patio de los Mármoles del Hospital Real. El festival de Granada concluye a mediados de julio para evitar los rigores de agosto. Por allí pasarán estrellas como los pianistas Paul Lewis y Martha Argerich.

Extra, extra

La oferta de encuentros veraniegos de música clásica (y afines) se ha multiplicado durante las últimas décadas en festivales diversos en fondo y forma.

Así, Early Music Morella se centra en la música renacentista y barroca. El Festival de Úbeda combina el teatro de Boadella con pianistas como Sokolov o la guitarra flamenca. Panticosa ofrece al turista pirenaico espectáculos de títeres, zarzuela y música iberoamericana tras un ascenso en funicular. Y en Pollença, tras un día de playa, nada mejor que oír a Mozart y a Bach de la mano de la Orquesta Barroca de Friburgo. Lo dicho, que suene la música.

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