Cinque Terre: magia escondida

Hay que llegar hasta este rincón italiano para entender que su mayor belleza no se ve en las fotos.
Barcas en Cinque Terre
Adrián Madrid

A nadie se le escapa la icónica postal de la italiana Cinque Terre, con sus casas de colores colgadas sobre el mar. Pero hay que llegar hasta aquí para entender que su mayor belleza no se ve en las fotos.

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Quizá sea la franja más bella de la costa mediterránea, aunque decir tal cosa suene arriesgado: cinco pequeños y pintorescos pueblos que, elevados de una forma casi imposible sobre la costa de Liguria, dan vida a la llamada Riviera Italiana de Levante, que se extiende desde Génova hasta La Spezia.

Un área perfecta para explorar desde el mar, idílico plan, o, como decidimos nosotros, desde tierra adentro y haciendo trekking entre los cinco pueblos: Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore.

Además de Parque Nacional, Cinque Terre fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1997 por la Unesco. Cerca están las conocidas y estivales villas de Rapallo y Portofino, que ya en el siglo XVIII formaban parte del Grand Tour, de hecho, fue en esta costa donde vivieron y se inspiraron románticos como Lord Byron y Mary Shelley.

Panorámica de Manarola.Adrián Madrid

Pero el espíritu y el boato de estos epicentros del verano mediterráneo no es el de las Cinque Terre, un destino más rústico, aventurero y de plena inmersión en su naturaleza.

La comparación con la Costa Amalfitana, su rival italiana en fotogenia a ras de mar, resulta inevitable: a primera vista las dos pueden parecerse, pero lo cierto es que ofrecen vibraciones completamente diferentes.

En Amalfi, Positano y demás vericuetos de la famosa carretera situada al sur de Nápoles, los códigos del lujo buscan mayor ambición y, por tanto, es un destino que requiere un desembolso superior al de Cinque Terre, más “terrenal”, mucho menos poblada y no tan conocida como podríamos creer.

Cada pueblo es único, aunque todos coinciden en ser un revoltijo de casas de colores pastel en equilibrio sobre el precipicio.

Un baño en Monterosso.Adrián Madrid

Todo tiene su porqué: hace siglos, esta zona era objetivo constante de ataques de piratas, así que los asentamientos crecieron alrededor de un castillo o un fuerte, muchos de ellos mandados construir por el genovés Andrea Doria.

Y es que, contrariamente a lo que podamos pensar, el gran héroe de la Liguria no es Cristóbal Colón, sino el longevo almirante Doria (1466-1560), quién dominó la próspera república de Génova, la eterna rival de Venecia.

Una vez aquí olvídate de seguir la ruta en coche junto al mar porque no hay carretera costera, pero el tren local funciona muy bien y conecta los pueblos en solo tres minutos.

De hecho, este pequeño tramo de apenas diez kilómetros tiene el encanto de la ausencia de coches, el feliz resultado de su aislamiento natural: en Cinque Terre no hay más que mar, sol y gente.

Atardecer en el puerto de Vernazza.Adrián Madrid

El llamado Sentiero Azurro es posiblemente la ruta a pie más famosa de Italia y nos lleva por paisajes gloriosos: viñedos en terrazas de uvas locales (sciacchetrà) y pequeños conjuntos de casas desperdigadas por el camino.

El aroma de los limoneros, los olivos y los diversos árboles nos embriaga mientras contemplamos la belleza de la costa zigzagueante a nuestros pies.

PESTO, FOCACCIA Y SABOR A MAR

De camino a Vernazza desde Corniglia nos encontramos un pequeño núcleo de casas suspendidas en alto y un maravilloso bar con terraza panorámica donde tomamos un zumo de naranja delicioso.

Se trata de Volastra, una aldea de apenas 200 habitantes que nos regala una pausa mágica. La llamada Via del Amore, que conecta Manarola con Riomaggiore, está cerrada, por lo que optamos por ir en tren.

La línea ferroviaria, que pasa por túneles y conecta los pueblos, resulta una obra de ingeniería muy avanzada para su época.

Vista desde el Castillo Doria, en Vernazza.Adrián Madrid

Construida a finales del siglo XIX, es también una muestra más de la determinación e ingenio de sus gentes, y es que todo el paisaje está marcado por el esfuerzo del hombre por utilizar la mayor área posible de suelo en una región marcada por una orografía hostil.

Este trabajo se observa en las colinas, donde una red de pequeñas terrazas permite que la agricultura se beneficie de las laderas soleadas y se defienda del siroco, el livezzio y la tramuntana, los vientos mediterráneos.

La gastronomía está ligada, como no podía ser de otra forma, a la historia de la región. No olvidemos que en Liguria se inventaron nada menos que el pesto y la focaccia.

A eso hay que sumarle la proximidad del mar, que llena sus platos de anchoas, sargos, lubinas, calamares, sepias y pulpos.

Pasta con langosta en Trattoria dal Billy.Adrián Madrid

Las hierbas aromáticas que crecen por todas partes, como el tomillo, el orégano y la mejorana, dan un aroma definitivo a unos platos que podrás comprobar en mesas como las de Gambero Rosso, en Vernazza, y Miky, en Monterosso.

Y una recomendación: acompaña las propuestas con los vinos Cinque Terre DOC, blancos y secos, de color amarillo pajizo y con notas herbáceas y salinas. Una maravilla para disfrutar de pescados y mariscos locales en recetas como los tagliatelle con langosta.

Termina con su vino pasificado, el delicado Sciacchetrá, y los típicos biscotti. Un paseo tras el festín te hará confirmar que las calles rebosan vida, sobre todo al final de la tarde, cuando los locales salen para disfrutar del tan italiano aperitivo.

Los pescadores sacan sus barcos para la faena. Los jóvenes se tiran desde rocas y acantilados a este mar de un azul intenso. Niños y adultos hablan y ríen. Se destila un ambiente alegre en el que parece que todos se conocieran y en el que uno, aún siendo foráneo, se siente inmensamente feliz. Comprendiendo al fin la auténtica dolce vita.

Este reportaje fue publicado en el número 152 de la Revista Condé Nast Traveler España. Suscríbete a la edición impresa (18,00 €, suscripción anual, llamando al 902 53 55 57 o desde nuestra web). El número de Condé Nast Traveler de abril está disponible en su versión digital para disfrutarlo en tu dispositivo preferido.

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