El Berlín que nadie te había contado

Desde un museo de comida repugnante a un homenaje a David Hasselhoff. Aquí tienes 7 planes que quizá no habías previsto en tu ruta berlinesa.
Sauna flotante Berlín
SaunaFloss

La puerta de Brandeburgo, Alexanderplatz o los restos del muro son algunas de las visitas obligadas cuando pensamos qué ver en Berlín

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Pero la ciudad esconde muchas propuestas más, algunas tan sorprendentes como un museo con la comida más repugnante del planeta, un homenaje al ex vigilante de la playa David Hasselhof, un museo del espionaje donde tú mismo deberás superar algunas pruebas, una granja en plena ciudad y hasta una galería de arte con marcos pero sin cuadros. Sigue leyendo porque te descubrimos planes que te harán salir de la ruta.

Disgusting Food Museum, Berlín.DFM

EL MUSEO DE LA COMIDA REPUGNANTE… PARA ALGUNOS

¿Has probado alguna vez el batido de rana de Perú, el queso de gusanos de Cerdeña o el arenque sueco podrido? ¿Te atreverías con el pene de toro, perro a la parrilla o sangre de vaca? Estos son solo algunos de los platos –hay hasta 90 diferentes– que podemos descubrir en el Disgusting Food Museum de Berlín, algo así como el museo de la comida asquerosa. Un espacio que recoge recetas que en algunas culturas son muy habituales pero que para la mayoría están en la lista de las más repugnantes del planeta.

Porque de esto va el museo. De hacernos reflexionar sobre si comeríamos o no determinados alimentos que allí nos enseñan. De cuestionar nuestro mal y buen gusto, de ver qué nos produce la sensación de desagrado, y de hacernos tomar conciencia de que alimentos como los insectos  –que quizás ahora mismo no contemplamos incluir en nuestra dieta– podrían formar parte pronto de nuestro menú.

El primer Disgusting Food Museum se inauguró en Malmö en 2018 y poco después abrió sede en Berlín. En los dos enclaves avisan, eso sí, que no han dañado ningún animal para la exhibición.

Simon Becker

UN HOMENAJE A DAVID HASSELHOFF, EL VIGILANTE DE LA PLAYA

Otra de las sorpresas que esconde esta ciudad es un ‘museo’ dedicado a David Hasselhof. Algo parecido a un santuario con fotos del actor, objetos de las series donde ha participado y una réplica de la bufanda que utilizó durante su actuación en el Muro de Berlín la Nochevieja de 1989.

Porque sí, The Hoff –como conocen aquí al protagonista de Los vigilantes de la playa– tuvo carrera también como cantante y su tema Looking for freedom fue número uno durante ocho semanas en Alemania. Apenas un mes después de la caída del muro, Hasselfof se subió a una grúa y cantó con una cazadora negra ante más de un millón de personas. Todavía hoy la ciudad lo recuerda.

La idea de rendirle un homenaje empezó a modo de broma en el bar de The Circus Hostel, donde de manera informal se le dedicó un rincón con unos primeros objetos. Pero la iniciativa gustó y la colección fue creciendo. Hasta se atrevieron a iniciar una campaña –que no prosperó– para cambiar el nombre de la calle donde se encuentra por el de Hasselhoff Strasse. Lo que sí nos cuentan desde allí es que el protagonista de ‘El coche fantástico’ les ha visitado un par de veces y hasta les ha hecho donación de algunos objetos más. 

Sauna flotante, Berlín.Sauna Floss

RELAJARSE EN UNA SAUNA FLOTANTE

¿Quién dijo que las vacaciones no eran también para relajarse? Otra de las cosas que probablemente no contemplamos al visitar Berlín es tomarnos una jornada de calma en… ¡una sauna flotante! 

Una sauna que se calienta hasta los 95 grados, que incluye ducha y que podemos compartir con hasta 6 amigos. Todo empezó hace algunos años, cuando Dirk Engelhardt visitó un barco sauna para escribir un artículo. Le gustó tanto que decidió encargar uno para él en una fábrica de barcos y situarlo en las cristalinas aguas del Werbellinsee, donde el 95% de sus orillas están cubiertas de bosques.

El público que lo solicita va desde familias a grupos de amigos, incluso nos cuenta Dirk que se ha llevado a cabo alguna proposición de matrimonio. Por cierto, para disfrutar de esta tranquilidad no se requiere licencia especial de conducción.

Museo Alemán del Espionaje, Berlín.©Deutsches Spionagemuseum Berlin

¿QUIERES SABER SI SERÍAS UN BUEN ESPÍA?

Un guante revolver, un sujetador con cámara de video, un pintalabios pistola o un paraguas asesino. También atrezzo original de las películas de James Bond. El testimonio de ex espias, historiadores y hackers. Y más de 200 monitores y pantallas para meternos de lleno en el pasado, el presente y el futuro del mundo del espionaje. 

Desde las épocas en que egipcios, persas y griegos idearon ya complejas redes de investigación hasta el big data y los riesgos de las redes sociales, pasando por las guerras mundiales o la guerra fría, donde Berlín fue un punto clave. 

El Museo Alemán del Espionaje es un imprescindible donde aprender todo lo relacionado con este mundo y con la posibilidad, además, de hacerlo a través de juegos totalmente interactivos. ¿Sabrías sortear un laberinto de rayos láser sin romperlo? ¿Quieres saber cuanto tiempo puede tardar un hacker en descubrir tu contraseña? ¿Cuánto puede saber Facebook sobre ti?

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UNA GRANJA EN LA CIUDAD

Al sur de Berlín encontramos una granja con más de 800 años de historia. Una espectacular finca –el Domäne Dahlem con huerto y animales que abre cada día al público, y que no nos deja encontrar excusa para no visitarles. Los sábados hay un mercado orgánico, también cuenta con una posada campestre con platos 100% orgánicos y una cervecería al aire libre.

Organizan talleres de todo tipo para niños y adultos, además de fiestas especiales como el mercado de verano (20 y 21 de agosto), la fiesta de la patata (17 y 18 de septiembre) o la de la cosecha (1 y 2 de octubre)

Y si nos queremos llevar un trocito de Domäne Dahlem a casa, siempre podemos pasar por su tienda ecológica donde comprar las frutas y verduras que acaban de recoger y donde encontraremos también mermelada, miel y salchichas caseras.

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UNA EXPOSICIÓN DE MARCOS (SIN CUADROS)

¿Te imaginas una exposición de cuadros sin cuadros? ¿Una pequeña galería de arte solo con los marcos de estos cuadros? Esto es lo que podemos encontrar en Antike Rahmen (Eisenacher Str. 7), donde Olaf Lemke colecciona marcos que fechan desde el siglo XV hasta principios del XIX. Lemke ha trabajado para museos como La National Gallery de Londres, el Rijksmuseum de Amsterdam o la National Gallery of Art de Washington, ha viajado por distintos países aprendiendo y comprando marcos y ahora mismo es uno de los marchantes más reputados en Europa.

The Buchstabenmuseum, Berlín.@vanishingberlin

TIPOGRAFÍAS, LOGOS Y RÓTULOS HISTÓRICOS

Si eres de los que te fijas siempre en los carteles, te gusta ver los rótulos antiguos o recuerdas todavía la tipografía de algunas marcas, debes visitar The Buchstabenmuseum. Allí conservan y documentan letreros, logos y letras. Tienen más de 2.000 objetos de sitios tan diferentes como una estación de metro o tiendas de muebles. Estudian cada letrero para descubrir su origen: quién lo diseñó, quien lo construyó... y algunas de estas piezas acaban prestadas para eventos.

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