En los �ltimos a�os la alimentaci�n saludable y la nutrici�n en general han generado mucho inter�s, y eso los cl�nicos lo notamos en la consulta, porque cada vez nos preguntan con m�s frecuencia por estos temas. Sin embargo, ya Hip�crates describi� que la alimentaci�n pod�a influir en nuestra salud. No podemos olvidar que el ser humano es un ser multicelular, complejo y din�mico, y que las c�lulas de nuestro organismo de alguna manera se alimentan de lo que nosotros ingerimos.

Por supuesto que es bueno cuidar la alimentaci�n y el peso, pero sin obsesionarse. En varios estudios epidemiol�gicos de gran calidad metodol�gica se ha demostrado que tanto la obesidad (IMC mayor a 35) como el bajo peso (IMC menor a 20) se asocian a peores indicadores de salud mental. Adem�s, es importante recordar que en ocasiones hacemos dieta con el objetivo de perder peso r�pido para poder "entrar" en determinadas tallas de ropa, lo cual no es saludable. Se debe de procurar seguir una dieta equilibrada de manera habitual, y huir de los "sprints" previos a una fecha se�alada que se suelen caracterizar por la reducci�n dr�stica de la ingesta. Yo no suelo recomendar dietas que no sean sostenibles en el tiempo. Con otros h�bitos saludables como es el ejercicio f�sico ocurre algo similar: m�s importante que la intensidad es la regularidad en el tiempo. En este sentido, se ha demostrado que seguir una dieta mediterr�nea de manera habitual disminuye el riesgo de sufrir episodios depresivos o alteraciones de la conducta alimentaria, y adem�s, previene el deterioro cognitivo. A la dieta mediterr�nea se le atribuyen efectos anti-oxidantes y anti-inflamatorios as� como un efecto beneficioso en la neurotransmisi�n serotonin�rgica y dopamin�rgica. Aunque hoy otras dietas que est�n ahora muy de moda, como el ayuno intermitente, en mi opini�n la m�s recomendable es la dieta mediterr�nea.

Por otro lado, algunos alimentos han demostrado tener efecto beneficioso sobre nuestra salud mental, en concreto han demostrado un papel protector frente a los episodios depresivos. A�n as�, la magnitud de su efecto es peque�o. Lo m�s importante es el patr�n de dieta que uno sigue habitualmente. �ste patr�n no s�lo es importante por los alimentos que contiene sino que adem�s se suele asociar a unos h�bitos de salud concretos. Es decir, aquellas personas que comen m�s ultraprocesados, comida precocinada o que pican entre horas, suelen fumar m�s tabaco, consumir m�s cantidad de alcohol o hacer menos ejercicio f�sico. Por eso me parece importante insistir en que lo importante son los h�bitos, las elecciones que hacemos relacionadas con nuestra salud. Por ejemplo, si una persona al llegar a casa de trabajar vence la pereza inicial y sale a hacer un rato de ejercicio f�sico es mucho m�s probable que luego cene sano; mientras que una persona que al llegar a casa se queda un par de horas delante de la televisi�n, lo m�s probable es que picotee patatas o se tome una cerveza o cualquier otro refresco azucarado. Muchos estudios han demostrado que las aficiones m�s pasivas (tanto f�sica como mentalmente) se asocian a peores h�bitos de salud en general.

Finalmente, merece la pena mencionar algunos nutrientes que han demostrado tener efecto beneficioso sobre nuestra salud mental. Por ejemplo, se ha asociado un consumo de grandes cantidades de �cidos grasos poli-insaturados tipo Omega 3, que podemos encontrar en el pescado azul o las nueces, a menores tasas de depresi�n y a un retraso en el deterioro cognitivo. Se piensa que este efecto protector se debe a que los �cidos grasos poli-insaturados son uno de los componentes de la membrana celular, por lo que influyen en la se�alizaci�n de los neurotransmisores. Otros alimentos frecuentes de nuestra dieta (y sabrosos) como el caf� o el cacao tambi�n se han asociado a un menor riesgo de depresi�n. La vitamina D tambi�n ha cobrado protagonismo �ltimamente, porque en varios estudios se ha observado que las personas con depresi�n presentan d�ficit de esta vitamina. La principal fuente de vitamina D es la exposici�n solar, por lo que se deben de promocionar las actividades al aire libre, y m�s en un pa�s como Espa�a que lo permite durante casi todo el a�o. Otras fuentes de vitamina D son el pescado azul, los l�cteos, el huevo o el marisco. La vitamina D, y el resto de vitaminas, son importantes para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

A pesar de todos los efectos beneficiosos que una dieta saludable puede tener en nuestra salud, �sta nunca debe de sustituir al tratamiento farmacol�gico o psicoterap�utico cuando �ste es necesario, y est� indicado por una profesional. Lo mejor de todo, es que unos h�bitos saludables (incluida la dieta o el ejercicio f�sico) pueden favorecer la respuesta al tratamiento farmacol�gico.