La industria discográfica está empeñada en arruinar a la gente. Exprimir hasta el último euro de los bolsillos de los fans, a base de poner a la venta preciosas y completísimas ediciones y reediciones de artistas contrastados.
Por ejemplo. En apenas dos semanas se va a poner a la venta (aunque desde hace un mes y medio ya se puede reservar) The Smiths - Complete, la caja definitiva del mítico cuarteto de Manchester, con un volumen de material solo comparable a los Episodios Nacionales de Perez Galdós: los 25 singles que editó la banda, en vinilos de 7 pulgadas; sus 8 álbumes remasterizados, en vinilo y en CD, un DVD y amén de chucherías selectas como una colección de pósters de las portadas de los discos.
Y la banda de Morrisey no es la única. También se han reeditado las obras de Led Zeppelin, Joy Division, Pixies y Ramones, todas ellas en vinilo. Muchísimo material que debe ser tratado con todo el mimo y el cariño del mundo. Cualquier plato no sirve. Nuestros amados discos negros pueden terminar rayados y la música puede saltar continuamente, emponzoñando la experiencia. Así que nada mejor para disfrutar de esta bacanal auditivo-nostálgica que estos aparatos de lujo.
![Platos para un festin de vinilos](https://cdn.statically.io/img/media.revistagq.com/photos/5ca5eb86bda594e99633cb4a/3:2/w_1600%2Cc_limit/platos_para_un_festin_de_vinilos_395250406.jpg)