Tener éxito es un concepto muy subjetivo y lo más probable es que conseguirlo no suponga para todos obtener el mismo resultado. Todo depende mucho de nuestras prioridades, de nuestros valores y de los objetivos que nos marcamos en ciertos ámbitos.
Lo que sí que es igual para todas las personas es el hecho de que, a medida que nos hacemos mayores, vamos creciendo, pero también aprendiendo, mejorando y experimentando cosas nuevas. La vida es una serie continua de lecciones que, al final, nos hacen ser quienes somos.
Por ello, en todo ese proceso, hay cosas que debemos asumir por mucho que nos cueste, porque, cuanto antes lo hagamos, antes podremos centrarnos en perseguir nuestras metas y nos será más fácil alcanzar ese éxito que tanto ansiamos. En concreto, hay cinco verdades que cuanto antes asumamos, mejor podremos aprender a convivir con ellas. Podremos ver la vida desde un punto de vista totalmente nuevo que nos ayudará a seguir adelante.
1. No todo va en nuestra contra
Una de las primeras cosas que debemos asumir es que no todo trata sobre nosotros. El ser humano suele ser tan egocéntrico que tiende a pensar que todo lo que ocurre tiene que ver con sí mismo, y muchas veces no es así. A veces, puede parecer que todo se pone en nuestra contra al mismo tiempo, pero esto simplemente puede ser una sucesión de casualidades.
Habrá momentos en los que parecerá que alguien nos está poniendo a prueba, en los que, por más que queramos algo, nos parece imposible de lograr. Épocas en las que, por más que trabajemos por un objetivo, no nos va bien. Pero no debemos dejar que ello nos desaliente ni nos aparte de nuestro camino. Simplemente tenemos que aprender a esquivar o a enfrentarnos a los obstáculos.
Lo más importante es aprender a reaccionar de forma adecuada a lo que nos pasa. Podemos ponernos tristes, enfadarnos o adoptar una mentalidad negativa pero, después, tenemos que centrarnos en cambiar nuestra perspectiva y en animarnos a nosotros mismos a continuar trabajando por nuestros objetivos.
Hay veces en las que no todo el mundo va en nuestra contra, sino que nosotros, por nuestra mentalidad negativa, solo obtenemos una visión pesimista de todo ello.
2. El éxito también implica sufrir
Es una de las cosas que más nos cuesta aceptar. Cuando vemos a alguien con éxito, pensamos que siempre han estado en esa posición o que lo han tenido fácil. Y, aunque en algunos casos sea cierto, la realidad es que la mayoría han tenido que pelear y sufrir por lo que tienen.
Triunfar implica salir de nuestra zona de confort y también, en ocasiones, pasarlo mal por todos los cambios que ello implica. Al final, cada vez que decidimos dar un paso definitivo en nuestra vida, estamos dejando parte de nuestra vida atrás y ello no es sencillo.
3. Hay que estar dispuesto a hacer cambios
Si con lo que estamos haciendo actualmente, no estamos teniendo buenos resultados, ¿por qué seguimos haciéndolo? Para avanzar en cualquier ámbito, debemos analizar nuestra vida y pensar en qué es lo que no está funcionando, para poder implementar cambios que nos hagan mejores. Puede ser cambiar de hábitos diarios, estudiar algo nuevo, meditar, encontrar algo que nos motive laboralmente…
Al principio no notaremos una diferencia en nuestra calidad de vida y felicidad pero, con el tiempo, os aseguramos que sí, ya que estaremos expandiendo nuestros límites y nuestras capacidades.
4. Cambiar nuestra mentalidad
Los hechos son los hechos y, por tanto, la realidad y todo lo que nos pase es objetiva. Lo que no es objetiva es la manera en la que decidimos mirarla. En lugar de enfocarnos en lo negativo y lo que nos molesta, hemos de hacer un esfuerzo por enfocarnos en todas aquellas cosas que nos motiven y que den a nuestra vida una razón de ser. En definitiva, todo aquello que nos haga sentir bien con nosotros mismos.
5. Nuestro valor estará determinado por lo que sabemos
Este es un tema algo delicado, porque lo cierto es que no debería ser así. Los seres humanos somos nuestros pensamientos, nuestras creencias y valores, nuestros sentimientos, la forma de relacionarnos con los demás… Somos una conjunción única de mil cosas al mismo tiempo y prácticamente todos somos imposibles de definir.
Sin embargo, la realidad es que, en el mundo actual, todo esto no se tiene en cuenta. Es complicado de asumir, pero suele ser así. Nos definen constantemente por el entorno en el que crecimos, nuestros conocimientos sobre determinados temas o nuestros estudios y nos limitan a ello.
Casi siempre los demás nos quieren por algo: el valor que aportamos a su empresa, el cariño y la seguridad que les damos, nuestra sabiduría o la ayuda que aportamos, entre otras cosas. Y nosotros hacemos lo mismo con ellos. Por mucho que suene triste, debemos asumirlo cuanto antes.
Para tener éxito, debemos aprender a identificar qué buscan los demás en nosotros y dárselo (siempre y cuando estemos de acuerdo con ello). A partir de ahí, tratar de incrementar nuestro nivel o áreas de conocimiento e ir aprendiendo nuevas habilidades.
Al final, necesitamos que tanto nosotros como los demás nos percibamos como personas valiosas y solo lo conseguiremos si nos esforzamos en ello. El éxito y la felicidad pueden estar al alcance de nuestra mano si nos lo proponemos.