¿Sabes qué es y cómo hacer la meditación informal? Si es la primera vez que escuchas (o lees) sobre esto no te preocupes, no eres el único. Y es que general todos pensamos que meditar era meditar y ya está, pero resulta que existen dos tipos: la versión formal y la versión informal, que es la que nos interesa.
La primera es lo que todos entendemos por meditar, ya que requiere sacar algo de tiempo y espacio para centrarnos en esta técnica de relajación y bienestar, seguir alguna rutina específica a través de las aplicaciones de wellness, etc.
Seguro que más de una vez has pensado que cuando llegues a casa harás media hora de concentración y luego te resulta imposible. O tal vez lo has intentado en el trabajo cuando todos los problemas se te echan encima y con el ruido de la gente no hay manera de estar tranquilo y seguir siquiera unas simples técnicas de respiración.
Ahí llega la versión informal, que según los estudios es tan beneficiosa para nuestra salud mental como su hermana mayor. La diferencia está en que puedes realizarla en cualquier momento y lugar, ya que la clave está en poner el foco en nuestro cuerpo y cómo va reaccionando al entorno y lo que hacemos.
Podemos centrarnos también en la respiración, es una de las formas más comunes de hacer meditación informal y recomendada para los que empiezan. Esta sin embargo suele realizarse más en zonas cerradas como puede ser tu habitación. Pero si vas por la calle, por ejemplo, y necesitas calmarte, la opción de enfocarte en tu cuerpo y sus reacciones puede ser la mejor.
Qiang Xie, del Centro para Mentes Saludables en la Universidad de Wisconsin-Madison, lo puso a prueba incluso con algo que le molestaba. Y es que el experto siempre se enfadaba porque sus gafas se empañaban en invierno, y en lugar de tomarlo como algo negativo, decidió utilizarlo como su punto de concentración y utilizarlo para “observarlo con curiosidad” y aceptarlo, logrando meditar en el proceso.
Así que ya sabes, si necesitas desconectar prueba a centrarte en alguna sensación corporal, abre tu curiosidad, analiza cómo es, cómo evoluciona… Dejarás el resto de tus pensamientos atrás y lograrás reducir tu estrés. ¿Lo haces ahora mismo?
