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Finaliza El Niño, viene La Niña... ¿en qué va a afectar a nuestro verano?

Finaliza El Niño, viene La Niña... ¿en qué va a afectar a nuestro verano?

El cambio de patrón meteorológico marca alteraciones

Gonzalo Ruiz

Sábado, 6 de julio 2024, 00:04

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Si vamos a hablar del tiempo, que es el tema comodín cuando no sabemos qué decir, vamos a hacerlo con propiedad y aportando algo que está de rabiosa actualidad: el paso de El Niño a La Niña y cómo va a afectar al clima. Ambos son fenómenos climáticos comunes que se desarrollan cada ciertos años en el Océano Pacífico ecuatorial y el común de los mortales sabemos que sí, que uno u otro afectan a nuestra meteorología de andar por casa porque tienen repercusiones a lo largo y ancho del planeta (en algunas zonas más que en otras). ¿En qué momento nos encontramos ahora mismo? ¿Cómo marcará a nuestro verano?

Según coinciden en afirmar la mayoría de los expertos, La Niña podría desarrollarse desde ahora mismo y hasta agosto (hay un 49% de probabilidades, porque en meteorología siempre hay que dejar puertas abiertas a imprevistos) o quizá incluso tenga de plazo hasta septiembre (69% de probabilidad). Y esto ocurrirá después de que, en el último año, haya reinado El Niño –desencadenado por un calentamiento de las aguas del Pacífico– y que ahora pasa el relevo a La Niña, que tiene el efecto adverso: se trata de un enfriamiento de las aguas de este océano y se asocia con alteraciones significativas en el clima de diversas regiones del mundo. Algunos de los efectos más comunes incluyen el aumento de precipitaciones en regiones como el sudeste asiático o la parte de Sudamérica que da al Pacífico, lugares donde se suelen producir inundaciones. Por el contrario, en el noreste de Brasil o en el norte de México abundarán las sequías provocadas por el fenómeno. Este año, además, se estima que la temporada de huracanes sea más fuerte en el Atlántico...

Pero, mirando hacia 'casa', la pregunta es: ¿notaremos la llegada de La Niña a España? «No toca de forma directa a nuestro país. Es como si estuviéramos colocados a un lado de un estanque y se tirara una piedra gigante en el otro extremo. Las ondas llegan, pero de una forma muy suave», tranquiliza Francisco Martín, experto de Meteored.

Según algunos teóricos, los episodios de La Niña tienden a establecerse entre nueve meses y dos años, el doble de tiempo que los de El Niño. Mientras 'reina', las temperaturas oceánicas y los patrones de precipitación se vuelven más regulares. Además, La Niña tiene repercusiones más duraderas y acumulativas que El Niño, incluyendo un incremento de incendios forestales, inundaciones y cambios en los patrones de huracanes, ciclones y monzones.

Sin embargo, aunque este fenómeno «comience ahora en verano, no será hasta finales de año cuando se vean sus verdaderas consecuencias». Así que nuestro verano, que es lo que ahora nos preocupa, no se verá afectado por este giro Niño-Niña. El ya finalizado episodio de El Niño suele contribuir a que «las temperaturas se eleven unas décimas por encima de lo normal. En cambio, su contraparte hace lo contrario, es decir, suele enfriar un poco la temperatura global», relata Martín. Pero ese extra de fresquito no será evidente hasta los meses de otoño o invierno (algo que el calentamiento global atenuará también).

Así, algunos organismos como la Agencia Española de Meteorología (AEMET) han avanzado cómo puede ser este verano en España, que arrancó, climatológicamente hablando, el pasado 1 de junio y que finalizará el 31 de agosto: será más cálido de lo normal en buena parte del país, con una probabilidad de que esto suceda del 70 al 100%. El pronóstico no está basado en un único modelo, sino en ocho distintos desarrollados en diferentes países europeos y que han dado buenos resultados, comentan desde Meteored.

Según las mismas fuentes, la probabilidad de un verano más cálido de lo habitual no solo se reduce a España, sino que la situación se extenderá por prácticamente toda Europa. Si tenemos en cuenta solo el 20% de los veranos más cálidos registrados en nuestro país, la probabilidad de que este verano entre en el club de los más tórridos es del 50 al 70%.

Según las predicciones de las que se hace ecoMeteored, el verano será más seco de lo normal en buena parte de la Península y Baleares (con una probabilidad del 40 al 50%). «En este caso la señal no es tan clara como con las temperaturas, y no hay que olvidar que una sola tormenta puede cambiar el balance pluviométrico de la estación estival», destacan desde la web de la organización.

Un mes más largo

Tal y como explica un estudio realizado por el climatólogo de AEMET César Rodríguez pone en evidencia una preocupante tendencia respecto al estío en España, ya que «analizando las series de temperatura de diferentes observatorios, llegó a la conclusión de que los veranos se han alargado de media un mes desde 1940». Concretamente, en amplias zonas del nordeste peninsular, litoral mediterráneo y Baleares, el verano se ha extendido más de 45 días. Y en extensas áreas de Canarias, el estío se ha alargado de 38 a 45 días. Así que el tiempo cálido es cada vez más sofocante y, sobre todo, mucho más largo.

La situación actual es preocupante. Para hacernos una idea, según un informe de Greenpeace, el 74% del territorio español está en riesgo de desertificación, y, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, «podría considerarse que 32 millones de españoles ya se están viendo afectados por el cambio climático».

Cosa de niños

Modificaciones globales

  • El Niño y La Niña modifican las temperaturas oceánicas en el Pacífico y afectan al clima global. Este hecho puede afectar a los patrones climáticos, la agricultura y los ecosistemas.

El Niño, La Niña y su 'bautizo'

  • Corría el siglo XIX en la costa peruana. Unos pescadores advirtieron que durante ciertos años, al llegar la navidad, las aguas de la costa eran más calientes de lo habitual. Por lo tanto, decidieron llamar a este suceso El Niño, haciendo referencia al nacimiento del niño Jesús. La contraparte es aún más simple. A medida que los avances en la investigación climatológica se sucedían, los científicos descubrieron que, de la misma forma que había un patrón que calentaba las aguas, existía otro que las enfriaba. Así, se decidió llamar a este evento La Niña.

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