Un nuevo retraso sitúa el final del nuevo frente litoral de Altea en el próximo 18 de noviembre

Según se ha sabido ahora, la empresa concesionaria de las obras solicitó al Ayuntamiento una nueva -y parece ser que última- prórroga de tres semanas para terminar las actuaciones, lo que ha hecho que el nuevo día señalado en rojo en el calendario de la localidad alicantina sea el próximo 18 de noviembre.

Será entonces cuando, según ha explicado el alcalde alteano, Jaume Llinares, la Villa Blanca pueda presumir de su nuevo frente litoral. Y todo, como ha explicado el munícipe, «a causa de los problemas en la extracción de canto rodado y a algunas cuestiones logísticas».

Llinares ha subrayado que, efectivamente, el Consistorio «ha aceptado como plazo definitivo el 18 de noviembre» e insistía en que «la importancia del nuevo paseo y la recuperación de la playa será determinante para el futuro de Altea, como lo fue en su momento la protección del pueblo antiguo».

La obra, que tendría que haber concluido el pasado mes de mayo según los plazos inicialmente anunciados, acumula ya seis meses de retraso para mayor desesperación de los empresarios de la zona, que han sufrido otro verano más de actividad a medio gas. Pese a ello, el alcalde ha insistido en que «este es un proyecto que reforzará de manera significativa nuestra imagen y marca turística y mejorará considerablemente la calidad de nuestros espacios públicos, y con esto, la calidad de vida de nuestros ciudadanos y visitantes».

Pese a este nuevo retraso, el primer edil de Altea considera que contar con una fecha, al parecer definitiva, para el final de los trabajos, «es una muy buena noticia para todo el equipo de gobierno» es insistía en que están «muy satisfechos por el trabajo realizado, puesto que a pesar de todas las dificultades con las que se ha ido encontrando la obra, como la inflación, la crisis energética, la dificultad de suministros, la subida de precios, etcétera, a raíz de la guerra de Ucrania, además de las propias de una obra de esta envergadura, la obra se finaliza, y por fin los alteanos recuperarán su playa y contarán con un espacio pensado para las personas, en un entorno privilegiado».

También se ha sabido ahora que en la parte marítima de esta intervención, no se ha podido extraer el volumen necesario de canto rodado para configurar la playa como estaba proyectada, cosa que significa que «temporalmente se verá una playa con menor sección que la definitiva».

Después de valorar la situación, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico considera que la forma más rápida de ejecución es la finalización de la obra actual y la contratación directa a una empresa pública, para aportar la piedra restante.

El proceso para ello, aseguran desde el ayuntamiento de Altea, ya está en marcha y ya se han realizado sondeos en dos nuevas parcelas para calcular su rendimiento. Ahora, afirma Jaume Llinares, «estamos a la espera de los resultados». El acceso de los camiones para finalizar la parte marítima será por el río, por la playa del Espigó, y en época invernal para que la playa esté en perfectas condiciones para Semana Santa.

En este sentido, el alcalde de Altea ha avanzado que será «antes de la próxima Semana Santa» cuando se puedan dar por concluidos esos trabajos de creación de una nueva playa.