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Los jugadores de la selección española de baloncesto celebran la clasificación para los Juegos. Kai Forsterling / EFE
El espíritu de equipo mete a España en los Juegos de París
Preolímpico | Final

El espíritu de equipo mete a España en los Juegos de París

Victoria coral del combinado dirigido por la pizarra de Scariolo ante Bahamas, comandada por tres NBA pero sin profundidad de banquillo

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Domingo, 7 de julio 2024, 22:44

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La selección española de baloncesto de este tiempo no tiene todavía el brillo de la generación anterior, la que dominó con puño de hierro el baloncesto FIBA durante dos décadas. Tal vez nunca lo alcance, pero ha heredado el espíritu de equipo de sus mayores. En esa transición tranquila tiene mucho que ver la pizarra de Sergio Scariolo, un libreto cargado de estratagemas que permite a España superar a equipos como Bahamas, superior en algunas individualidades pero a años luz del comportamiento táctico y la profundidad de banquillo de un conjunto que estará de nuevo en los Juegos Olímpicos.

Y es que a través de una versión mucho más sólida que la del día anterior frente a Finlandia, España superó a un rival exuberante, con tres jugadores NBA tan intimidantes como Buddy Hield, Eric Gordon y Deandre Ayton. Lo hizo con una versión coral. No podía ser de otra manera. Esta vez no hicieron falta tantos puntos de Santi Aldama y Willy Hernangómez, uno de menos a más y otro de más a menos, porque acompañaron la brújula de Lorenzo Brown, la energía de Usman Garuba, la electricidad de Darío Brizuela, el paso adelante de jóvenes como Jaime Pradilla y por supuesto el carácter ganador de Sergio Llull y Rudy Fernández, los guardianes de las esencias.

Todo comenzó con un duelo previsto. Por el lado español Willy Hernangómez y en Bahamas, Ayton, referencia incuestionable del combinado caribeño en la pintura. Ambos trataron de marcar territorio desde el mismo inicio, llevando la iniciativa en la producción de puntos de sus equipos. Al pívot del Barça lo escoltó Aldama, el elemento indescifrable de Scariolo, capaz de encontrar la vía al aro rival por dentro pero también desde la larga distancia y al contraataque, en un soplo de aire fresco.

España

Brown (18), Llull (7), López-Arostegui (2), Aldama (12) y Willy Hernangómez (14) -quinteto inicial-; Juan Núñez (-), Alberto Díaz (-), Brizuela (9), Rudy Fernández (9), Juancho Hernangómez (-), Pradilla (4) y Garuba (10).

86

-

78

Bahamas

Nairn (-), Hield (19), Munnings (10), Gordon (15) y Ayton (17) -quinteto inicial; Miller (-), Edgecombe (12), Albury (-), Burrows (2), Hunter (-), Smith (3) y Freeman (-).

  • Parciales: 17-17, 25-17, 23-22 y 21-22.

  • Árbitros: Kozlovskis (Letonia), Batista (Puerto Rico) y Krejic (Eslovenia). Sin eliminados.

  • Incidencias: Final del Preolímpico de Valencia disputada en el pabellón Fuente de San Luis.

Tal y como se esperaba, el rebote ofensivo de Bahamas fue uno de los grandes problemas a resolver. Con un juego interior titular más propenso al ataque que inclinado a proteger la propia canasta, la intensidad defensiva de Garuba permitió a España bajar el ritmo anotador del adversario y evitar el temido intercambio de golpes ante un rival con enormes ramalazos de calidad.

Estaba en la pizarra de Scariolo el objetivo primordial de llevar el partido a la batalla táctica, donde su equipo tiene más armas. La máxima igualada bajo un tanteo bajo (17-17) al término del primer cuarto confirmó que el guion se estaba cumpliendo, algo que propició también el buen desempeño de la segunda unidad de un equipo con mucha más profundidad de banquillo que Bahamas.

Grandes minutos de Garuba, también en ataque, y del veterano de guerra Rudy Fernández, convencido de colgar las zapatillas con sus sextos Juegos, todo un récord en el mundo de la canasta. Faltaba la entrada en combustión de Lorenzo Brown, el hombre destinado a cambiar la cara a un equipo alicaído desde el Mundial del año pasado. Tres triples consecutivos del jugador nacido en Illinois incendiaron al Fuente de San Luis y dispararon a España justo en el momento en el que Christopher Demarco, seleccionador bahameño, deshizo su rotación. Para la fiesta en Valencia, tierra de cítricos, solo faltaba la clásica mandarina de Llull, la guinda antes de un descanso bajo el +8 español (42-34).

Experiencia

Por primera vez en el Preolímpico, esta selección de Bahamas de nuevo cuño y marcado carácter NBA se vio contra las cuerdas, y eso era un problema mayúsculo ante un equipo sin el brillo de antaño pero mucho más curtido en la competición por la experiencia. España contuvo cualquier atisbo de reacción bahameño tras la pausa, manteniendo a raya la voracidad de una estrella como Ayton. Sumó mucho desde la línea de tiros libres, con un porcentaje excelente, y bajo la dirección de Lorenzo Brown y la aportación interesante de secundarios como Pradilla, López-Arostegui o Brizuela, la Familia sostuvo su colchón alrededor de la tranquilizadora decena.

Agarrado a Eric Gordon y Deandre Ayton, lastrados por sus minutadas en su cuarto partido en menos de una semana, el conjunto caribeño trató de hacer la goma, pero un triple de Aldama, que convierte como si no costase, contuvo el amago de reacción con apenas cinco minutos por delante. El objetivo parecía cercano, con el puerto de los Juegos a la vista, pero quedaba todavía una última corriente que superar, la que provocaron los triples de Bahamas a la desesperada. Con Rudy Fernández y Sergio Llull en la cancha, dos que se las saben todas y conectan a la actual generación con la anterior, España cerró una victoria de mucho mérito, tanto como alguna de las que en los últimos años le reportaron títulos. Tuvo algo de poético que dos tiros libres de Rudy, en su último partido sobre un parqué español, rubricasen el triunfo. Esperan los Juegos de París. Objetivo cumplido.

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