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Quique Llopis, la reparación del hombre de hierro
CAMINO A PARÍS

Quique Llopis, la reparación del hombre de hierro

«Se aprende cuando te caes, no cuando ganas», afirma el vallista de Bellreguard, cuya primera carrera después del grave accidente en Estambul fue bajo la lluvia

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Sábado, 22 de junio 2024

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A Quique Llopis le transformó la vida una caída que le privó de su primer gran éxito internacional. Algo más de un año después, y días después de ganar la plata en el Europeo de Roma, ve aquel mal trago de Estambul como algo positivo. «Es muy fácil ahora que todo el mundo te da palmaditas. También te digo que en aquel momento, cuando llegamos a Manises, no había visto en mi vida a tantos periodistas recibiéndonos», recuerda su entrenador, Toni Puig.

El técnico califica a su pupilo como un «hombre de hierro». También dice que es «gélido». Las palabras que el propio Quique Llopis ha convertido en un lema así lo demuestran: «Se aprende cuando te caes, no cuando ganas. Ahí no aprendes prácticamente nada, todo el mundo sabe ganar». Pero también es cierto que el joven atleta de Bellreguard necesitó un proceso de reconstrucción que le llevó a la mínima olímpica y a esa medalla de plata europea en Roma, donde rebajó su marca personal hasta los 13:16.

«Hay que arrancar unas centésimas más», remarca cuando se admira su gesta. Porque Quique Llopis sabe que sus éxitos no son fruto de una varita mágica, como la de su admirado Harry Potter, sino del trabajo. Como el que se llevó a cabo desde el mismo momento del batacazo en la final de Estambul. Toni Puig restó en un primer momento importancia a la caída: «Por desgracia, los vallistas saben lo que es caerse. Me giré porque había perdido una medalla segura... pero me dicen que no se mueve... y entonces sí que me preocupo».

A partir de ahí se pone en marcha un protocolo que funcionó a la perfección. «Tenemos que agradecer mucho la labor de seguimiento de los médicos de la Federación Española. Estuvieron impecables», relata Toni Puig: «Lo primero que había que hacer era todas las pruebas para seguir el protocolo ante caídas de cabeza, para descartar cosas. Y luego su fisio, Nacho Benítez, también estuvo genial, como siempre. Debía ir marcando lo que podíamos hacer y estar muy pendiente de la evolución de Quique».

Pero por mucho que Llopis sea fuerte como el hierro y frío como el hielo, se vio necesario incluir una nueva pieza en el equipo: una psicóloga. Esta labor la lleva a cabo Davinia Albinyana, que es triatleta y también participa en carreras en ruta. «Básicamente trabajamos en la convicción de que la posibilidad de que volviera a ocurrir lo mismo era muy pequeña. ¿Que podía volver a ocurrir? Claro, pero al final son caídas, que en las vallas pueden producirse», recuerda el atleta.

Tenía una fractura en el codo y un hombro hinchado. «Pero lo más importante es que podía entrenar», recalca Toni Puig. El Ayuntamiento de Almoines, población de la que es natural el padre del vallista, le cedió el gimnasio. El entrenador reordenó su horario para seguir preparando a su grupo de atletas y dedicar horas diariamente a Llopis: «Todos... ¿El domingo? ¡No! El domingo es el día del Señor».

Al principio sólo podía hacer bicicleta estática. Toni Puig le preguntó si estaba preparado para volver a ver la caída por Youtube: «Para corregir errores técnicos que se habían producido. Así cuando pudiera volver a correr tendría mucho trabajo adelantado». Quique Llopis aceptó. Cuando pasaron unos días, el entrenador llevó las vallas al gimnasio: «Le fui adaptando ejercicios según sus posibilidades».

Aquel trabajo silencioso dio tantos frutos como que Quique Llopis acabó la temporada siendo noveno del mundo al aire libre en Budapest. Semanas antes el atleta se había sometido a una última terapia de choque. «Cuando iba a volver a competir decidimos ir al Meeting de Huelva. Él estaba calentando debajo de la grada y veo que se pone a llover», relata Toni Puig: «Pensé: '¡No me lo creo!'. Y fui a donde estaba Quique y le pregunté: '¿Qué hacemos?'». Llopis asegura que a día de hoy, cuando está en los tacos antes del disparo, nunca piensa en Estambul: «Estoy concentrado en la carrera». Aquel día en Huelva, con el firme mojado y tras varias semanas recuperándose de sus magulladuras en Almoines, tampoco titubeó: «¡Vamos a correr». Fue el final de la reconstrucción del hombre de hierro. El pistoletazo de salida hacia la plata europea y el debut olímpico en los Juegos de París.

La novedad de las rondas de repesca

Una de las novedades del atletismo en los Juegos de París es la introducción de las rondas de repesca: quienes caigan eliminados en la primera criba tendrán una segunda oportunidad de entrar a las semifinales. «Darán más visibilidad a nuestro deporte durante el pico del período olímpico y se programarán cuidadosamente para garantizar que cada evento mantenga su parte de atención», señaló el presidente de World Athletics, Sebastian Coe. Este sistema de competición se introduce en las carreras individuales en pista, desde los 200 hasta los 1.500 metros, incluyendo las vallas. El formato sustituye al anterior de Q y q, esto es, que pasaran ronda los mejores tiempos de los no clasificados por puesto. Quique Llopis declaró, tras el Europeo de Roma, que no renuncia a nada: «Iremos paso a paso, tratando de superar cada ronda, que con el nivel que hay siempre serán como finales». La competición de 110 metros vallas masculino será del 4 al 8 de agosto.

Quique Llopis y Asier Martínez, en el podio del Campeonato de España al aire libre de 2022. EFE/DANIEL PÉREZ

El pulso con Asier Martínez y el recuerdo de Orlando Ortega

El atletismo español tiene como uno de sus grandes recuerdos olímpicos la plata conseguida por Orlando Ortega en Río 2016. El hispano cubano, que ha vuelto a competir en esta temporada de aire libre, logró este éxito con licencia de la Federación de la Comunitat. Para París, los focos, a nivel de España, en las vallas cortas masculinas lo acaparan Quique Llopis y Asier Martínez. Los dos jóvenes atletas se han criado juntos, e incluso en las categorías inferiores han compartido podios internacionales. El navarro ya fue olímpico en Tokio y el sueño es que ahora ambos alcancen la final. Una medalla ya serían palabras mayores. Antes, el próximo fin de semana, se celebra el Campeonato de España en La Nucia.

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