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Eusebio Cáceres, durante el Europeo de Roma. REUTERS/Aleksandra Szmigiel
Orlando Ortega, emocionado al volver a competir después de cinco años de lesiones

Orlando Ortega, emocionado al volver a competir después de cinco años de lesiones

El subcampeón olímpico avanza a semifinales de 110 vallas en el Europeo, donde Eusebio Cáceres se mete en la final pero con molestias

R. D.

Viernes, 7 de junio 2024, 19:55

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Orlando Ortega acaba de correr sobre el tartán azul del Estadio Olímpico de Roma. Ha sido una carrera modesta: un séptimo puesto con un tiempo de 13.79. Nada del otro mundo para todo un subcampeón olímpico. Pero el vallista nacido en La Habana, que ahora reside en Barcelona y corre por el CAVA Ontinyent, explica en la zona mixta, en los sótanos del estadio, que eso es un éxito para él aunque no haya entrado ni en las semifinales. Pero a mitad discurso se le acerca Kevin Sánchez, otro que representa a la Comunitat Valenciana y que ha caído eliminado en otra serie (13.95), y le comunica que se ha clasificado por tiempos. Ortega se queda sin palabras, se sienta en cuclillas y rompe a llorar. «Solo mi mujer, mi familia y mi psicóloga (Toñi Martos, la misma que trabajó con la campeona olímpica Ruth Beitia) saben todo lo que he luchado para llegar aquí y cumplir mi sueño. Nunca me he dado por vencido, siempre he intentado dar lo mejor. Esto es un triunfo y un logro para mí. He jugado con las cartas que tenía y he pasado a las semifinales. Estoy muy orgulloso».

El atleta, que entrena con su padre, otro Orlando Ortega, ha superado varias lesiones desde su última gran competición internacional, el Mundial de Doha, hace cinco años. Las más graves, una rotura del recto anterior antes del Iberoamericano de La Nucia, en 2022, ya en 2023, una rotura del semitendinoso que le obligó a pasar por el quirófano. Ahora, ya con 31 años, está de vuelta, otra vez entre los mejores, su sitio.

El que fuera subcampeón olímpico cree que en todo este tiempo lo que más ha perdido es competitividad, ese ritmo de competición. Se fue como el líder de las vallas en España y vuelve por detrás, ahora mismo, de dos compañeros como Asier Martínez y el valenciano Quique Llopis. «Son muy buenos, pueden hacer lo que les dé la gana. Ahora quiero acercarme a ellos todo lo que pueda».

Otro que lleva muchos años en la élite es Eusebio Cáceres, que ya puede decir que ha estado en seis Campeonatos de Europa. El saltador de Onil necesitaba saltar ocho metros para clasificarse directamente para la final de la longitud y en su primer intento hizo 7,98, su mejor marca del año y a solo dos centímetros de la clasificación. Un buen inicio. Pero en el segundo, justo cuando empujaba en la batida, sintió un dolor en la parte trasera del muslo que le asustó y le sacó del concurso. Dos nulos que no lograron sacarle de la final, la quinta de su carrera.

«Estoy un poco asustado. Tengo ganas de ver a los médicos y los fisios y saber qué me pasa. Es una situación rara porque me deja hacer los saltos, pero no sé si cuando quiera volver a empujar como lo estoy haciendo en los entrenamientos me va a dejar. Y encima a unas semanas de los Juegos…», explicó el saltador alicantino, que necesita saltar 8,05 para lograr una plaza para París. Cáceres no sabrá hasta este sábado si está en condiciones de competir al máximo rendimiento en la final del domingo.

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