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Festival

Para ganar Eurovisi�n hay que competir, no basta con ir a zorrear, aunque se agradeciera justo en esta edici�n

Emocionante fue presenciar a trav�s de la televisi�n al Malm� Arena entregado con la candidatura espa�ola, callando as� tantas bocas...

Eurovisi�n
El p�blico con globos con la palabra Zorra en Eurovisi�nEFE
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Muchos eurofans nos sentimos por desgracia identificados con el tuit que lanz� ayer de buena ma�ana el gran experto en el Festival Luis Mesa: "Me he levantado deseando que acabe el d�a, y hoy hay una final de Eurovisi�n". No se hab�an vivido en 68 ediciones del concurso de canciones m�s famoso del mundo las situaciones de tensi�n, la catarata de pol�micas y los episodios de amargura y tristeza que nos ha dejado el certamen este a�o. Y sab�amos que iba a ser as�. Desde el mismo momento en el que la UER, la organizaci�n del certamen, permiti� la participaci�n de Israel en un contexto tan dram�tico como el actual en el que la presencia de cualquier artista que abanderara al Estado hebreo lo iba a distorsionar absolutamente todo, como ha sucedido en las �ltimas jornadas.

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El Festival de Eurovisi�n, eso que algunos amamos por tantas cosas, entre ellas por el esp�ritu de concordia a trav�s de la m�sica que est� en su ADN, pero tambi�n por ser un inigualable escaparate de valores de libertad, tolerancia, respeto, visibilidad de las minor�as y, desde luego, de los derechos humanos, ha quedado gravemente herido este a�o. Y no va a ser f�cil, nada f�cil, que se resta�en unas heridas que pueden haber dejado muy convaleciente al concurso.

As� las cosas, no es el triunfo del Suizo Nemo -�qu� victoria tan justa y merecida! lo m�s rese�able de la gran final que ayer pudimos disfrutar -aun con no poco sufrimiento a cuestas- gracias a la extraordinaria labor de la SVT, la televisi�n p�blica de Suecia, que volvi� a demostrar por qu� el pa�s n�rdico es hoy por hoy el que lleva la voz cantante de Eurovisi�n.

En medio de tanto eurodrama, y de tanto maldito drama a secas, Espa�a lanz� uno de los mejores mensajes de la edici�n al resto de Europa y del mundo. Nebulossa, con una Mery Bas especialmente empoderada anoche, nos dejan un extraordinario sabor de boca gracias a su Zorra, un himno reivindicativo que defiende eso tan b�sico que es la libertad individual, no digamos ya la de quienes por razones de g�nero o de sexo siguen teniendo que alzar demasiado el cuello. Emocionante fue presenciar a trav�s de la televisi�n al Malm� Arena entregado con la candidatura espa�ola, callando as� tantas bocas...

Pero dicho eso, aunque el zorreo sea de lo mejor que nos pod�a pasar este Eurovisi�n, hoy toca tambi�n examen de conciencia y asumir que este a�o -y son tantos as�...- Espa�a volv�a a participar en Eurovisi�n para zorrear, esto es, para disfrutar y divertirnos, pero sin pretensi�n alguna de ganar. Y cuando a un concurso tan exigente y con una competencia tan dura no se va de entrada a ganar, a nadie le puede extra�ar que en la tabla quedemos en el 22 puesto.

Nuestra apuesta no era competitiva en absoluto. Y cualquier seguidor del concurso era consciente de que muchas de las candidaturas -Croacia, Suiza, Irlanda, Francia, Reino Unido, Grecia, Italia, etc�tera, etc�tera- ten�a ingredientes para quedar mejor que nosotros. No es incompatible defender Zorra como un temazo que envejecer� de maravilla y con agradecer a Nebulossa su osad�a y esfuerzo, con mantener lo mismo que dijimos cuando ganaron el pasaporte a Malm� en el Benidorm Fest: faltaba voz, faltaba carisma esc�nico, faltaba garra, faltaban originalidad e impacto en la puesta en escena, y sobraba exceso de convencimiento de que lo �nico importante es participar, como si ir a ganar no es lo que los eurofans espa�oles no nos merecieramos de una vez.

Si entre Israel y la actual organizaci�n de la UER no se han cargado definitivamente el Festival de Eurovisi�n, es RTVE la que debe reflexionar sobre qu� quiere que hagamos el pr�ximo a�o. El Benidorm Fest es un veh�culo audiovisual y musical fabuloso, y una de las mejores apuestas de la cadena p�blica en los �ltimos tiempos. Pero se antoja imprescindible corregir demasiadas cosas, empezando por el modo en el que se eligen las apuestas de cada edici�n.

Cuando, en cumplimiento de la Ley de Transparencia, se desvel� el desglose de la votaci�n del jurado interno de RTVE que eligi� a los finalistas del pasado Benidorm Fest y se conocieron cosas como que la canci�n de L�rica hab�a sido su favorita -el d�o gaditano no lleg� a pasar ni a la final-, comprendimos bien tantas cosas que fallan en nuestro proceso de selecci�n para Eurovisi�n. Hacen falta canciones con pegada. Pero hay que elegir para interpretarlas a artistas con s�lidas cualidades vocales y con aptitudes para participar en las olimpiadas de la m�sica en las que se ha convertido hoy el Festival. Si s�lo se quiere ir a zorrear, d�gase. Y entonces dejamos de llevarnos disgustos por no recibir votos, y nos quedamos con el cari�o que Nebulossa se han ganado para siempre.