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M�s (des) unidos por la m�sica que nunca

Desde que Liverpool entregara la llave de ceremonias eurovisiva a la ciudad sueca, las controversias se han ido desatando una tras otra. La doble vara de medir de la UER respecto a la participaci�n de Israel tras el veto a Rusia, los estragos de la guerra, ciertas puestas en escena, e incluso, determinadas letras han convertido Malm� 2024 en la Eurovisi�n de las pol�micas

Eden Golan, la abanderada israel�, interpreta su canci�n 'Hurricane' en la 68� edici�n de Eurovisi�n.
Eden Golan, la abanderada israel�, interpreta su canci�n 'Hurricane' en la 68� edici�n de Eurovisi�n.EFE
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Hac�a muchos a�os, tantos que ni hay recuerdos, que el Festival de Eurovisi�n no estaba envuelto en tantas pol�micas como este a�o: la participaci�n de Israel, la censura de la Uni�n Europea de Radiodifusi�n (UER), las protestas de Europa, incluso con fundidos a negro de televisiones p�blicas, "el incidente" con Pa�ses Bajos, el nivel de las canciones... Suma y sigue.

De hecho, a �ltima hora de este viernes, un "incidente", calificado as� por la UER, con el representante de Pa�ses Bajos, Joost Klein, del que todav�a no se ha dado informaci�n, lha llevado a la descalificaci�n del pa�s del Festival. Seg�n el organismo, sigue investig�ndose junto a la televisi�n p�blica holandesa. En el �ltimo ensayo del pase de banderas, Pa�ses Bajos no estaba, mientras que en el ensayo de las actuaciones, justo despu�s, la UER ha emitido el que grab� Joost en la segunda semifinal.

El Festival se encuentra en una encrucijada de la que sus organizadores no saben salir y que les se�ala directamente ante la falta de informaci�n y su permisividad con los ataques que est�n recibiendo varios periodistas por parte de medios israel�es por informar sobre las protestas contra Israel. Tanto, que hasta RTVE ha publicado en X una breve nota pidiendo a la UER que defienda la libertad de prensa.

Israel est� inmersa en una guerra en Gaza, su ofensiva est� siendo brutal tras el ataque de Hamas, pero la UER no s�lo ha decidido no expulsar al pa�s de la competici�n, como reclamaban algunos competidores, sino que est� haciendo todo lo posible para apagar la voz de las protestas. Por ejemplo, no se ha pronunciado despu�s de que varios acreditados israel�es amenazasen ayer a un periodista espa�ol que grit� "free Palestina" durante el ensayo de la final.

Y pese a todo esto, que no es poco, la pol�mica podr�a ir a m�s: Israel se ha disparado en las listas de las casas de apuestas y est� en segunda posici�n. Podr�a ganar.

Cuando los representantes de la SVT, la emisora nacional sueca, se reunieron el verano pasado con el Grupo de Referencia de la UER para decidir cu�l ser�a su eslogan para el Festival de Eurovisi�n en Malm�, lo tuvieron claro: Unidos por la m�sica. El lema que la BBC ide� para el certamen de 2023 en Liverpool no solo destacaba la uni�n entre el Reino Unido y Ucrania como pa�ses anfitriones, sino que tambi�n hac�a honor al poder de la m�sica para hermanar a ciudadanos de todo el mundo. Gust� tanto que la entidad organizadora decidi� convertirlo en consigna permanente, pues refleja la capacidad del concurso para superar las diferencias, independientemente de nacionalidad, lengua u origen. Pero pocos pod�an imaginar que meses de aquel hermanado encuentro, el certamen iba a llegar a Suecia m�s dividido que nunca.

Y es que, desde que la UER anunciara en febrero que definitivamente no expulsar�a a Israel del concurso tras el estallido de la guerra en Gaza, las pol�micas se han ido desatando una tras otra. Y no se han limitado a la esfera geopol�tica. Los eurofans m�s conservadores, y el p�blico en general, tampoco se han quedado satisfechos con los vestuarios, ciertas puestas en escena e incluso las letras de algunas propuestas.

Una de las mayores falacias sobre los grandes acontecimientos culturales -o deportivos- es que no pueden ni deben politizarse. Y aunque la UER ha insistido repetidamente en que Eurovisi�n se trata de un "evento apol�tico", su doble rasero respecto a la expulsi�n de Rusia del concurso en 2022 tras su invasi�n de la vecina Ucrania y la participaci�n del Estado jud�o ha provocado continuos llamamientos al boicot, tanto entre los espectadores como a las delegaciones participantes.

Durante toda esta semana las protestas en contra de la participaci�n de Israel y de la UER han cortado v�as ferroviarias, han llenado Malm� de banderas palestinas, han provocado que participantes hablen de censura y han convertido Eurovisi�n en un festival de tensi�n constante en el que todo el mundo est� pendiente de cu�l va a ser la siguiente protesta contra Israel.

Y no solo contra Israel, sino tambi�n contra a quienes no han plantado cara a la situaci�n. Ha sido Olly Alexander, representante del Reino Unido, quien se ha llevado el grueso de este malestar, pues decidi� seguir compartiendo cartel con Eden Golan, la abanderada israel�, a pesar de haber calificado de "genocidio" las acciones de este pa�s en Gaza en una carta abierta antes de ser seleccionado para el certamen. En marzo, el grupo de presi�n LGTBI Queers for Palestine lanz� una petici�n para que el brit�nico -que vuelve a estar en boca de todos esta semana por su "provocativa" actuaci�n homoer�tica- abandonara el festival, que reuni� m�s de 2.000 firmas y salt� a los titulares de todo el mundo. Aunque respondi� diplom�ticamente en un post colaborativo de Instagram con otros artistas participantes, los incesantes comentarios de "vendido" y acusaciones de su "complicidad en el asesinato de ni�os peque�os", le han empujado al l�mite.

"Hay muchas cosas que desear�a que fueran diferentes. Ojal� no hubiera guerra ni esta crisis humanitaria. Deseo la paz", explic� entre l�grimas en una entrevista concedida la semana pasada a The Times. "Me he sentido muy triste y angustiada durante toda esta experiencia, pero sigo creyendo que es bueno que la gente se re�na para divertirse. Por eso quer�a ir a Eurovisi�n".

En lo �nico que se han mojado los organizadores fue en rechazar dos canciones propuestas por la misma Golan, October Rain y Dance Forever, por su "contenido pol�tico". La primera describe el estado de los civiles durante el ataque de Hamas del pasado 7 de octubre -"No queda aire que respirar, no hay lugar, no hay yo de un d�a para otro"-, y la segunda hac�a una menci�n indirecta a los ciudadanos israel�es implicados en la guerra en su estribillo: "Oh baila como un �ngel. Ahog�ndome en el amanecer. Mi coraz�n est� tan fr�o pero mi alma est� ardiendo. Alguien llama desde el para�so".

Pero cuando la artista present� una tercera opci�n -Hurricane-, inspirada en las secuelas emocionales de los israel�es tras el ataque, aceptaron sin pesta�ear. No solo la aceptaron, sino que la han protegido hasta niveles nunca vistos con un representante en la historia de Eurovisi�n. "Este tema s� que cumple los criterios necesarios para participar, seg�n las normas de Eurovisi�n", se limitaron a decir. Por eso, tras la conclusi�n de la primera semifinal, Ebba Adielsson, responsable de la UER, tuvo el valor de cargar p�blicamente contra el sueco Eric Saade por llevar un pa�uelo palestino en el brazo durante su actuaci�n. "�l conoce las reglas que se aplican cuando se sube al escenario. Nos parece triste que se aproveche as� su participaci�n", indic� la productora ejecutiva del certamen.

La censura no se detuvo ah�. El artista no binario y representante irland�s Bambie Thug ha revelado que se le orden� quitarse el maquillaje pro palestino antes de subir al escenario del Malm� Arena el martes: "Soy una persona a favor de la libertad y la justicia, pero la UER me ha obligado a retirar de mi propuesta los mensajes que llevaba pidiendo el alto el fuego y la libertad para Palestina".

Y es que Bambie Thug es uno de los ejemplos de las otras pol�micas eurovisivas de esta edici�n: las peculiares puestas en escena. A la irlandesa se le ha acusado de "promover el ocultismo" e incluso el "satanismo" por presentar una propuesta que mezcla elementos de mitolog�a y hechicer�a con una puesta en escena, producida por el espa�ol Sergio Ja�n, en la que se despoja de una capa de bruja a lo Mal�fica para transformarse en una cris�lida trans. �Su respuesta? "Es ic�nico haber creado tanto revuelo. Estoy cabreando a la gente m�s adecuada: a los que suprimen el amor, la compasi�n, la comprensi�n, a los transf�bicos, a la ultraderecha y a unos cuantos curas, por lo que parece".

Otro participante que ha estado bajo la mirilla de la UER ha sido el finland�s Windows95Man por su llamativo vestuario. Durante su actuaci�n, luce un tanga de color carne, con el fin de simular que est� desnudo de cintura para abajo. Sin embargo, saltaron las alarmas tras filtrarse im�genes de sus ensayos generales, ya que el uso de ropa interior que implica la desnudez podr�a infringir las normas sobre qu� tipo de contenidos se pueden emitir en televisi�n antes de las 21.00 horas, por protecci�n de menores. Debido a los diferentes husos horarios de Europa, en algunos pa�ses el certamen empieza a las 20.00 horas. Sin embargo, pese al temor de algunos eurofans, la entidad organizadora ha dado luz verde a Teemu Keisteri -el nombre real del cantante- para que aparezca sin pantalones.

Y no nos olvidemos de la ZORRA de Nebulossa, que se libr� por los pelos del veto eurovisivo. Desde el momento en que Mery Bas y Mark Dasousa bajaron del escenario del Benidorm Fest, se form� un hurac�n medi�tico -que se extendi� m�s all� de nuestra frontera- dif�cil de frenar por el uso de este insulto mis�gino como s�mbolo de empoderamiento femenino. Tras convertirse en objeto de una pugna pol�tica entre Gobierno y oposici�n -el propio Pedro S�nchez sali� en defensa del d�o ondarense, afirmando que "este tipo de provocaciones tienen que venir de la cultura"-, la entidad organizadora consider� la canci�n "apta" y dio por zanjado el asunto.

Todav�a queda la gran final de esta noche. Tiempo de sobra para que surja otra pol�mica o, mejor a�n, para que el continente se una o se desuna en un festival que se supone que es de m�sica.