En uno de sus ensayos, Aza�a critica el aplauso generalizado de los intelectuales -con Ortega a la cabeza- a la dictadura de Primo de Rivera, encarnaci�n del cirujano de hierro de Costa, al que reputaban eficaz por el hecho de saltarse el aburrido sistema parlamentario, como si fuera de la democracia no cupieran error ni corrupci�n, y se burla del �incipiente dogma de la infalibilidad del sable�. Un siglo y un a�o despu�s del f�cil advenimiento de aquella dictadura del siglo XIX, en pleno siglo XX, el �pacto para la independencia judicial� del PP y del PSOE suscita una ola de escepticismo cuya
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web