EUROCOPA 2024

Eurocopa 2024

Turqu�a 0 Portugal 3

Portugal se da un fest�n ante una fr�gil Turqu�a que renunci� a Arda G�ler

Con los goles de Bernardo Silva, Bruno Fernandes y uno rid�culo en propia puerta de la defensa turca, ya est� en octavos como primera. Cristiano iguala el r�cord de asistencias de Poborsky y se sacude a cinco espont�neos que saltaron al campo

Cristiano se abraza con Cancelo y Bernardo tras el gol de Bruno Fernandes.
Cristiano se abraza con Cancelo y Bernardo tras el gol de Bruno Fernandes.D. VOJINOVICAP
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Portugal acelera. Es el plan que est� en la cabeza de Roberto Mart�nez desde el mismo momento en que logr� la clasificaci�n: crecer en la propia competici�n, cuando los caminos se empinan y �el f�tbol tiene que dar soluciones�. No aparec�a en la lista de grandes favoritas, no se le daba a Cristiano Ronaldo un papel de estrella principal. Pero no import�. A pesar de que sufri� en el estreno, el gui�n est� marcado y lo sigui� al pie de la letra sin ni siquiera tener que pisar el acelerador.

El infierno turco en Dortmund lo apagaron los navegantes portugueses en un abrir y cerrar de ojos. Dispuestos a jugar casi de t� a t� empujados por una grada entregada, fueron cometiendo errores que les costaron muy caros. Si bien es cierto que sujetar el f�tbol de Portugal es una tarea tit�nica, ir a buscarlos al centro del campo y dejar kil�metros a la espalda de una defensa c�mica puede ser suicida.

Un minuto le cost� a Rafael Leao cogerle la espalda a �elik, asociarse con Bernardo Silva y ver c�mo aparec�a para rematar al segundo palo Cristiano Ronaldo. El capit�n est� �vido de gol para coronar su sexta Eurocopa y el partido se fue dibujando para que pudiera conseguirlo. No fue ese, pero s� otro hito.

Deshizo Roberto Mart�nez el experimento de colocar a Joao Cancelo en la medular. Le dej� corretear con cierta libertad, pero en la banda derecha. En Palinha como escudero de Vitinha encontr� el equilibrio y Portugal fue muy s�lida ante las carreras de los turcos buscando contras. El peligro, a falta de Arda G�ler que no fue titular, lo gener� Akt�rkoglu, el extremo del Galatasaray buscando el carril que, de vez en cuando, dejaba libre Cancelo. Su primer remate fue forzado, al segundo, a centro de K�k�u no lleg� por un suspiro. Quer�a Turqu�a crecer y sumar para verse en octavos, pero Portugal no estaba inc�moda.

Las contras las frenaban Ruben Dias y un esplendoroso Pepe, el abuelo de la competici�n con las piernas r�pidas para barrer rivales cuando era necesario. Los turcos corr�an cuando lograban tener la pelota, que no fue mucho; Portugal la hac�a correr. Especialmente por la banda izquierda, con Leao y Nuno Mendes como una sociedad letal. Por ah� lleg� el gol. Lo lanz� el atacante del Milan, lo busc� hasta la l�nea de fondo el lateral del PSG y se lo sirvi� a Bernardo Silva para que lanzara un zurdazo imparable. Sin excesivo esfuerzo, Portugal ten�a el encuentro en sus manos y no tard� en agarrarlo con fuerza en la jugada m�s tonta de esta Eurocopa.

Error grosero

Dos jugadores de Turqu�a, su central Akaydin y el meta Bayindik quedar�n marcados para siempre. Un robo de Cancelo, un error al buscar a Cristiano, que la quer�a a pie y el lateral se la puso al espacio, y la f�cil recuperaci�n de Akaydin acab� en desgracia: cesi�n atr�s al portero sin ver que hab�a salido y bal�n avanz� llorando a puerta vac�a. Vibr� el reloj del alem�n Felix Zwayer y no hubo dudas. Discut�an Ronaldo y Cancelo, se recriminaban el error los turcos. Pero el partido ya estaba inclinado sin remedio y el Muro del Westfalia, vestido de rojo, helado.

Mir� Roberto Mart�nez al banquillo y ech� mano de Neves y de la electricidad de Pedro Neto mientras la soluci�n se la gritaban a Montella desde la grada: Arda G�ler. Ya que el duelo parec�a imposible, nadie en Dortmund quer�a quedarse sin ver al nuevo �dolo turco que, pese a la fatiga muscular, salt� al c�sped en el minuto 69.

Para entonces, Turqu�a ya hab�a encajado un gol m�s. Un bal�n al espacio que dejaba a Cristiano mano a mano en el coraz�n del �rea contra Bayindik. Entonces apareci� el otro yo del Bal�n de Oro, el que creado el t�cnico espa�ol y el que justifica que sea un futbolista omnipresente en el once de Portugal. Pod�a haberla empujado y haber logrado el reto de marcar en cada una de las seis Eurocopas que ha disputado. Pero no, eligi� regalarle el gol a Bruno Fernandes, que asomaba solo en el punto de penalti. Un gesto, un abrazo, que cierra heridas y acalla debates. Adem�s, tiene premio, porque convierte al astro portugu�s en el jugador con m�s asistencias, ocho, de la historia de la competici�n igualando al checo Poborsky.

No en vano es la estrella y as� lo viven en cada campo, donde burlan la seguridad una decena de aficionados y saltan al c�sped para hacerse fotos con �l en cada partido.Turqu�a, tan alucinada como noqueada aun con G�ler en el campo, s�lo pod�a mirar.