Red Auerbach dijo una vez que los Celtics no eran un equipo de baloncesto sino un "modo de vida". Ahora que la leyenda verde vuelve a recuperar el trono, a ganar el anillo 16 a�os despu�s y a situarse (de nuevo) por encima de los Lakers en esa eterna batalla por la hegemon�a (18 t�tulos a 17) en la NBA, retumban las ense�anzas del entrenador y dirigente fallecido en 2006, las volutas de humo de los puros con los que festejaba los triunfos en el viejo Garden, la forja de un destino emparentado con la competitividad, con el baloncesto al 100%, con los mitos tambi�n en la cancha. Ese halo de energ�a flotaba en la peculiar ciudad de Boston, en una noche como las de anta�o.
Todo empez� con el pionero Red y sigui� con Bill Russell. Y este anillo logrado ante los Mavericks de Luka Doncic casi por la v�a r�pida, perdiendo apenas tres partidos en todos los playoffs (y 18 en temporada regular), es en honor al gigante fallecido hace dos a�os. Estos Celtics de los 'Jays' (Tatum y el MVP Jaylen Brown) que perdieron las Finales de 2022 contra los Warriors y se llevaron un buen sofoc�n el curso pasado en la final del Oeste contra los Heat, han vuelto a desempolvar el a�ejo esp�ritu guerrero de la franquicia creada por Walter Brown en 1946, la primera en elegir a un jugador negro en el draft, la primera en colocar a cinco jugadores afroamericanos juntos en la pista (1963), la primera en tener un entrenador de color (1966). Todo por obra de Auerbach, el verdadero creador del mito celtic, autor de sentencias igual de inolvidables. "Yo siempre buscaba chicos con buen car�cter y procedentes de un buen programa. Para m�, como si llevaba falda escocesa", reivindic� tras elegir a Chuck Cooper en 1950, dos meses despu�s de llegar al cargo.
Con Red y Bill juntos se cre� una de las mayores dinast�as del deporte en EEUU, con 11 t�tulos de 1957 a 1959. "Auerbach, como Santiago Bernab�u en el Madrid, fue el eje de todo. �l tiene una idiosincrasia muy particular: ve�a lo que otros no. Ten�a un concepto y un ojo para jugadores muy marcado. Y luego iba renovando. Cuando se retira Bob Cousy, vienen Sam y KC Jones. Nunca perd�a calidad en el equipo. Y el gran m�rito es que s�lo hab�a 12 equipos, todo agrupado, con jugadorazos en todas las plantillas. Jerry West, Oscar Robertson, Will Chamberlain... Quedar tantas veces campe�n as� es una proeza", reflexiona el periodista Antonio Rodr�guez, autor del libro 'La leyenda verde', todo un experto en la mitolog�a Celtic.
Que incluye nombres propios que pueblan el cielo del actual TD Garden, que sigue conservando partes del parquet de madera de roble procedente de los bosques de Tennessee del original, reutilizadas tras haber sido barracones de la segunda guerra mundial. Bob Cousy, John Havlicek, Tom Heinsohn, KC Jones, Dave Cowens y despu�s Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish y la rivalidad con los Lakers elevada hacia cimas que relanzar�an (junto a un tal Jordan a continuaci�n) la NBA hasta lo que es hoy en d�a... Tambi�n episodios malditos, como las tr�gicas muertes de Len Bias (por sobredosis, horas despu�s de que los verdes lo eligieran como n�mero uno del draft) y Reggie Lewis (un paro card�aco s�bito en un entrenamiento) y la traves�a en el desierto de 22 a�os hasta volver a ser campeones con Garnett, Allen o Paul Pierce.
"Los 80 fue otra �poca dorada. Larry Bird fue elegido en el draft un a�o antes de que pudiera jugar en la NBA. Auerbach sab�a que iba a ser ic�nico. Y le rode� con tipos que quiz� nunca hubieran sido estrellas. McHale, Danny Ainge, que estaba entre el b�isbol y el baloncesto, Parish... Un equipazo. Las muertes de Len Bias y Reggie Lewis impidieron que hubieran conseguido mucho m�s en los 90", admite Rodr�guez.
Las cosas siguen igual en Boston, una ciudad donde "la religi�n era el hockey hielo, con los Bruins", donde las tradiciones se respetan como en ning�n otro sitio. El mismo escudo con el Shamrock irland�s, la misma camiseta, el mismo logotipo con el Leprechaun, ese duende de la mitolog�a ga�lica que dise�� Zangfeld, el hermano de Auerbach. Pero desde aquel 2008 hasta ahora han pasado un buen pu�ado de a�os y de expectativas. Hasta dos anillos de los Lakers, incluido el de las Finales de 2010. Y la en�sima reinvenci�n y de decisiones de las que marcan el porvenir. Esta vez, con dos pilares elegidos consecutivamente en el tercer puesto de los draft de 2016 y 2017. Y de los refuerzos que han hecho insuperables a los del religioso Joe Mazzulla (su nombre ya junto a los de Auerbach, Russell, Heinhson y Doc Rivers), especialmente el de Jrue Holiday (Porzingis se perdi� demasiados partidos por lesi�n) llegado desde el que parec�a su principal rival en el Este, los Bucks. Todo por obra en los despachos de Brad Stevens, otro que pas� del banquillo a la gerencia con decisiones trascendentales.
Ahora, el heredero del Celtic Pride es Tatum, cinco veces All Star, oro ol�mpico en Tokio (tambi�n estar� en Par�s). Un chico de 26 a�os formado en Duke, profundamente admirador de Kobe Bryant y que no se ha perdido ninguno de los 130 partidos que los Celtics han disputado en playoffs desde la temporada 2016-2017. Y la pareja que forma con Brown, el escudero perfecto que ha logrado un merecido MVP tras unos playoffs plet�ricos.