Los europeos est�n expuestos a "niveles alarmantemente altos de sustancias qu�micas y somos altamente vulnerables". As� de rotunda se muestra la directora del �rea de qu�micos de la Oficina Europea del Medio Ambiente (EEB, por sus siglas en ingl�s), Tatiana Santos, en el an�lisis que se extrae de un informe de la Iniciativa Europea de Biomonitorizaci�n Humana (HBM4EU).
Las conclusiones de esta investigaci�n son el fruto de cinco a�os de trabajo conjunto de la Comisi�n Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente e instituciones cient�ficas de toda la UE a trav�s de m�s de 168 publicaciones. Para ello, se ha analizado la presencia en sangre y/u orina de 18 de los grupos m�s problem�ticos de qu�micos en una muestra representativa de la poblaci�n compuesta de m�s de 13.000 personas de 28 pa�ses europeos .
En el seguimiento del rastro de la exposici�n qu�mica se han empleado biomarcadores, en concreto se han identificado 80. "Son muy �tiles para identificar a qu� qu�micos hemos estado expuestos, el grado de exposici�n y derivar niveles de preocupaci�n por la salud", detalla Santos. Esto les permiti� concluir niveles de peligro para la salud en 20 de ellos, 15 de los cuales se violaron en las poblaciones analizadas. En los 60 restantes, no pudieron establecer niveles de preocupaci�n para la salud debido a "datos de toxicidad insuficientes".
Lo que les han revelado son unas huellas preocupantes en la poblaci�n m�s vulnerable. "Quiz�s uno de los hallazgos m�s impactantes es la exposici�n ubicua de los ni�os y adolescentes", subraya.
Cuando se refieren a exposici�n qu�mica se engloban desde los conocidos como t�xicos eternos, PFAS (compuestos perfluorados y polifluorados), el informe HBM4EU identific� un n�mero creciente de puntos cr�ticos, donde la exposici�n es alrededor de 100 veces mayor que el promedio; el bisfenol A y otros presentes en el 92% de los europeos; los retardantes de llama, que se han hallado en el 99% de los ni�os; los ftalatos, unas sustancias t�xicas empleadas en pl�sticos, sobre todo la exposici�n a una mezcla de ftalatos reprot�xicos suponen un riesgo elevado para un 17% de los ni�os y adolescentes europeos.
�En qu� se traduce? "En casos de c�ncer, infertilidad, problemas hormonales e incluso malformaciones cong�nitas al nacer", explica Santos, que no duda en subrayar que el numero de efectos para la salud es enorme. "Los estudios en HBM4EU han brindado apoyo adicional sobre la toxicidad de qu�micos, particularmente en relaci�n con la exposici�n fetal y resultados como la obesidad, el c�ncer y las neoplasias malignas de la tiroides".
Pero el estudio no se detuvo en esas sustancias. Tambi�n encontr� resultados sorprendentes para la acrilamida, el ars�nico, el cadmio y los pesticidas. "Estos no son el foco de nuestro informe porque no pueden resolverse a trav�s de una revisi�n de la normativa REACH", confiesan los autores de HBM4EU. Como ejemplo cabe destacar que encontr� que el 84% de los europeos estaban expuestos a mezclas de pesticidas de al menos dos pesticidas diferentes. O que, el europeo promedio est� sobreexpuesto a la acrilamida, una sustancia potencialmente cancer�gena, y los ni�os italianos est�n cuatro o cinco veces m�s expuestos.
Sobre los niveles y las cantidades en las que reside el riesgo, Santos aclara que "en la mayor�a de los casos, los cient�ficos de HBM4EU no pudieron establecer niveles de preocupaci�n para la salud debido a 'datos de toxicidad insuficientes'. Esto se debe en gran parte a fallos regulatorios".
En este sentido, la directora del �rea de qu�micos de EEB manifiesta que las deficiencias en la normativa europea que regula el uso de qu�micos, REACH, "no ha podido obtener los datos necesarios para las empresas, ya sea porque se requieren muy pocos o ning�n dato a las mismas, una laguna obliga a los funcionarios a permitir el acceso al mercado antes de que se les permita verificar la calidad de los datos, o porque muchas empresas proporcionan de forma rutinaria datos sobre peligros poco fiables. La conclusi�n es que los funcionarios no conocen los peligros potenciales de la mayor�a de los productos qu�micos que se usan en la actualidad. Aun as�, para aquellos para los que hay datos disponibles, la mayor�a de las pruebas infringieron las concentraciones de peligro en las poblaciones muestreadas".
Impacto en la salud de los espa�oles
Sobre la situaci�n concreta en nuestro pa�s, afirma Santos, hay buenas noticias, aunque la situaci�n sea muy parecida al resto de Europa en cuanto a contaminaci�n de pesticidas peligrosos, piroretardantes de llama, bisfenoles, ftalatos, etc. "En Espa�a 'solo' el 1,34% de la poblaci�n testada ten�a niveles alarmantemente altos de contaminaci�n a qu�micos eternos, PFAS".
Por ello, la directora de la EBB no duda en se�alar el papel de nuestro pa�s durante la presidencia de turno en la UE: "Espa�a va a tener la responsabilidad crucial de avanzar con las negociaciones de la revision de la normativa de qu�micos, REACH. Este reglamento es el pilar para asegurar la protecci�n de la poblaci�n frente a los da�os causados por la contaminaci�n qu�mica. Si Espa�a no avanza en este aspecto, nuestra salud y la de las generaciones venideras est� en riesgo".
Con todo, Carlos de Prada, director de la iniciativa Hogar sin T�xicos, que colabora con EEB en la difusi�n de la problem�tica en nuestro pa�s, "a pesar de la evidencia de que la actual legislaci�n de la UE sobre contaminantes qu�micos tiene enormes deficiencias a la hora de proteger la salud de los ciudadanos, en estos momentos Bruselas parece estar ech�ndose atr�s en su compromiso de prohibir en tiempo y forma las sustancias m�s peligrosas".
Esto se debe que hace tres a�os, la Comisi�n Europea (CE) anunci� su compromiso de prohibir las sustancias t�xicas presentes en productos de uso cotidiano, corrigiendo algunas graves deficiencias del Reglamento REACH. Pero, como se denuncia desde EEB, las presiones de la industria qu�mica, y se hace menci�n concreta a la alemana, han logrado que la CE incumpla sus promesas.
Por ello, este ambicioso y exhaustivo informe demuestra la actual normativa europea para controlar los qu�micos industriales, llamada REACH, como lamenta Santos, "ha fracasado en protegernos frente a miles de sustancias qu�micas y en evitar el almacenamiento masivo en nuestros cuerpos de qu�micos altamente peligrosos".
"La salud de las personas est� en peligro. El fracaso de la UE para controlar los productos qu�micos nocivos est� escrito en la sangre y la orina contaminadas de todos los europeos", espeta Santos. La propuesta de reforma, que deber�a haber sido presentada en 2022, se ha retrasado hasta el �ltimo trimestre de 2023, a la vez que se van debilitando sus ambiciosos objetivos iniciales, por ejemplo, en cuanto al n�mero de sustancias a regular.
Pese a que la duraci�n del HBM4EU finaliza a los cinco a�os, hay un proyecto que le dar� continuidad, como explica Santos. a trav�s del proyecto PARC. "Va a ser crucial para que los hallazgos cient�ficos de traduzcan en acci�n normativa urgente por parte de las autoridades europeas y nacionales".
"La Comisi�n se est� preparando para permitir que los productos qu�micos m�s da�inos se sigan utilizando en al menos la mitad de los productos en los que se utilizan actualmente, a pesar de su evaluaci�n de que los ahorros relacionados con la salud superar�n ampliamente los costos para la industria", concluye directora del �rea de qu�micos de EEB.
Ejemplo: profesiones como peluquer�a o est�tica y riesgo de c�ncer de ovario
Un ejemplo de la importancia de la exposici�n a qu�micos y c�mo se traduce su toxicidad en enfermedad lo ha recogido la reciente publicaci�n en Occupational & Environmental Medicine de un estudio que vinculaba un mayor riesgo de c�ncer de ovario a profesiones como peluquer�a o est�tica.
En este caso la investigaci�n se realiz� en Canad�. Tras el an�lisis de los datos de casi 500 mujeres diagnosticadas con el tumor y cerca de 900 controles, han hallado que trabajar durante m�s de 10 a�os en profesiones como peluquer�a o est�tica conlleva multiplicar por tres el riesgo de c�ncer de ovario. El riesgo tambi�n aumenta en ocupaciones como contables o en aquellas relacionadas con la industria textil.
Desde el Incliva, el investigador Alejandro P�rez Fidalgo, en declaraciones a SMC, expone que "los autores intentaban establecer si alg�n agente qu�mico del entorno laboral podr�a ser el responsable". Y detalla los motivos por los que este estudio es novedoso: "Porque cl�sicamente la representaci�n de las mujeres ha sido baja en los estudios de riesgo de c�ncer y exposici�n laboral. Adem�s, los �nicos agentes relacionados claramente con un mayor riesgo de c�ncer de ovario son el asbesto y las radiaciones. No se ha podido establecer una clara relaci�n de este tumor con otros carcin�genos qu�micos".
P�rez, m�dico adjunto del Servicio de Oncolog�a del Hospital Cl�nico de Valencia, a�ade que "los resultados sugieren que podr�a existir alg�n tipo de agente qu�mico al cual las mujeres pudieran estar expuestas durante el desempe�o de su trabajo en los mencionados sectores y que podr�a ser responsable de este riesgo aumentado. En la propia publicaci�n identifican 18 agentes potenciales, que van desde el talco al isopropanolol o productos capilares, aunque en este tipo de estudio la relaci�n con el agente qu�mico tambi�n debe ser confirmada".
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